Dubl¨ªn fren¨¦tico y casi gratis
Ruta por una ciudad jovial y sociable, reina del low cost con museos y parques de entrada gratuita, vuelos baratos y una de las comunidades de couch surfing m¨¢s activas
Dubl¨ªn tiene en su oferta tur¨ªstica planes para tiempos de crisis. Obras de Vermeer, Picasso y Caravaggio sin pagar entrada, mercados econ¨®micos, un aeropuerto con vuelos low cost y una de las comunidades m¨¢s activas de couch surfing, una alternativa barata de alojamiento. Consiste en dormir en el sof¨¢ o cama del anfitri¨®n de turno a cambio de ofrecer la misma atenci¨®n en el hogar de origen. En la capital irlandesa el presupuesto deja de ser un impedimento para gozar plenamente con sus actividades culturales combinadas con fiesta hasta el amanecer. Recorrido por una ciudad ya acostumbrada a bolsillos de alcance moderado propios de viajeros j¨®venes. En Dubl¨ªn, las estad¨ªsticas del Eurostat dicen que m¨¢s del 50% de sus habitantes tiene menos de 28 a?os.
Museos sin entrada
Sus obras son de car¨¢cter incalculable pero rodearse de ambiente irland¨¦s tiene coste cero en los museos nacionales: el de Historia y Arte en Collins Barracks, uno de los cuarteles militares m¨¢s antiguos de Europa; adem¨¢s del museo de Arqueolog¨ªa, en Kildare Street; y el museo de Naturaleza, en Merrion Street. En el centro de Dubl¨ªn, la impresionante Galer¨ªa Nacional acoge una colecci¨®n de arte irland¨¦s y obras de maestros europeos. Entre sus 14.000 obras de arte, cuadros de Vermeer, Picasso, y Caravaggio esperan en la colecci¨®n permanente sin menospreciar las exposiciones temporales siempre intereantes en el ala del Milenio. Aqu¨ª no solo es gratis la entrada, sino sus regulares visitas guiadas.
Sin pagar tambi¨¦n se accede al Museo de Arte Moderno, ubicado en el antiguo hospital de Kilmainham. Solo por el edificio que acoge las colecciones y el impresionante patio del IMMA, (como tambi¨¦n se conoce a la instituci¨®n art¨ªstica creada hace veinte a?os), merece desplazarse hacia el oeste. Aparte de sus obras, se organizan actividades especiales para visitantes durante todo el a?o.
Un salto a la biblioteca Chester Beatty, junto al Castillo de Dubl¨ªn (donde s¨ª hay que pagar 4,5 euros) para descubrir algunos de los libros m¨¢s antiguos del mundo. Textos, manuscritos, pinturas y arte en papel, elementos casi sagrados de las grandes religiones que sirven de estudio para los investigadores del Viejo y Nuevo Testamento. Todo gracias a la donaci¨®n del coleccionista Sir Alfred Chester Beatty, un magnate dedicado a la industria minera.
'Picnic' en parques urbanos
Dubl¨ªn est¨¢ bendecida por parques y jardines exquisitos donde relajarse con un picnic o activarse con deportes al aire libre. Desde el Phoenix, el pulm¨®n verde de la ciudad, dicen que el mayor parque de Europa, hasta Stephen's Green, que permite tambi¨¦n un descanso en la alfombra verde que se abre entre la coqueta urbe. Sus estanques con gansos y patos y la belleza del entorno no hacen presagiar que anta?o fuera utilizado para flagelaciones p¨²blicas, pat¨ªbulos y hogueras.
Al estilo del londinense St. James's Park, se encuentra ubicado al final de la famosa Grafton Street, cuyo paseo no es apto para bolsillos low cost. La milla de oro dublinesa abarca las tiendas m¨¢s lujosas. Para olvidar las tentaciones materiales, un paseo por los solitarios jardines de Iveagh.
De la granja al plato
Recorrer la zona im¨¢n de turistas cambia de imagen cada s¨¢bado. El famoso barrio de Temple Bar se transforma para vender gangas (y no tanto) en sus tres mercados al aire libre: el de dise?o, el dedicado a los libros y el agr¨ªcola, que ofrecen productos locales de temporada y especialidades irlandesas que van directamente de la granja al plato. Este popular distrito ha pasado por rachas de auge y de decadencia. La zona limita al norte con el r¨ªo Liffey y una serie de puentes entre los que se encuentra el famoso Ha'penny Bridge, literalmente puente del medio penique, en referencia al peaje que se tuvo que pagar hasta 1919. Tiendas fetichistas, restaurantes y galer¨ªas de arte se abren hueco, aparte de los mercadillos. Lugares donde dar un respiro a la cartera que estaba hasta ahora encerrada.
Es tambi¨¦n una zona donde los pubs aparecen a cada paso. Sentirse un verdadero irland¨¦s tom¨¢ndose una cerveza Guiness no arruina a nadie y, de paso, se goza de privilegiadas vistas de la urbe en el Gravity Bar de la Guinness Storehouse. Para despu¨¦s unirse a una de las numerosas sesiones de m¨²sica tradicional en el Temple Bar Pub. Uno puede entrar, hacerse la foto y salir sin haber catado ninguno de los 450 whiskys. O bien pagar solo por su caf¨¦ irland¨¦s. De ah¨ª, unirse a la fiesta de los numerosos bares de la zona es correr el riesgo de disparar el presupuesto del viaje.
Apacible rinc¨®n costero
En el centro de Dubl¨ªn las distancias son cortas y merece la pena recorrer a pie esta ciudad extremadamente sociable. Pero una excursi¨®n hasta sus pueblos costeros permite escapar del gent¨ªo y disfrutar del saludable aire marino. La pen¨ªnsula de Howth es una muesca de ello. Aqu¨ª se puede llegar f¨¢cilmente con el ferrocarril r¨¢pido DART, en apenas media hora. Desde la monta?a de Howth, una panor¨¢mica privilegiada de Dubl¨ªn y la bah¨ªa se aprecia mucho m¨¢s desgustando un cono de fish and chips.
GU?A
INFORMACI?N:
LLEGAR:
? Vuelos ida y vuelta con Ryanair desde 20,99 euros: www.ryanair.com.
? Del aeropuerto al centro -unos 10 kil¨®metros-, el billete cuesta con Dublin Bus (www.dublinbus.ie) 6,20 euros, con varias paradas en los barrios del norte de la capital y con Aircoach (www.aircoach.ie), el trayecto directocon una ¨²nica parada intermedia en O'Connell Street cuesta 7 euros ida y 12 ida y vuelta.
VISITAS:
? Museo Nacional de Irlanda www.museum.ie
? Galer¨ªa Nacional: www.nationalgallery.ie
? Museo irland¨¦s de Arte Moderno: www.imma.ie
? Biblioteca Chester Beatty: www.cbl.ie
COMPRAS:
? Mercadillos: www.irishfarmersmarkets.ie
DORMIR:
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