Un claustro con porte
NH PALACIO DE CASTELLANOS, 59 euros en el centro de Salamanca
Emplazado en el casco hist¨®rico de Salamanca, con vistas a la plaza del Concilio de Trento y al antiguo convento dominico, vale la dificultad de hallar aparcamiento en la calle o la incomodidad de su garaje, demasiado justo para las berlinas actuales. El hotel ocupa los muros del palacio de Castellanos, que data de los siglos XVI y XVII. Muy retocado, aunque no lo parezca por fuera, del edificio primitivo solo queda el claustro central, con sus columnas de piedra y la techumbre abovedada, herencia del mejor arte hisp¨¢nico renacentista y flamenco. Aqu¨ª se ha dado forma al vest¨ªbulo, grandioso en su expresi¨®n, donde los hu¨¦spedes se encuentran entre s¨ª y los residentes vienen a tomar caf¨¦. La altura de su cubierta y la altivez de sus arcadas siguen imprimiendo respeto. En un ed¨ªculo casi an¨®nimo queda camuflada la recepci¨®n: no le hace mucha falta a la clientela de toda la vida.
NH PALACIO DE CASTELLANOS
PUNTUACI?N: 6,5
Categor¨ªa:uatro estrellas. Direcci¨®n: San Pablo, 58-64. Salamanca. Tel¨¦fono: 923 26 18 18. Fax:923 26 18 19. Internet: www.nh-hoteles.es. Instalaciones:garaje, terraza, vest¨ªbulo claustral, sal¨®n, 4 salas de reuniones para 190 personas, bar, restaurante. Habitaciones: 54 dobles, 4 j¨²nior suites. Servicios: algunas habitaciones adaptadas para discapacitados, no admite animales. Precios: desde 59 euros + 8% IVA; desayuno, 16 + IVA; garaje, 16,59 euros, IVA incluido.
El porte del claustro le ha bastado a la cadena NH para incluir este hotel en la privilegiada marca Collection. Pero a poco que uno descubra sus salones, el bar y el comedor, entra en decepci¨®n si los compara con los de otros establecimientos de la lista, m¨¢s actuales y luminosos, menos seriados en su decoraci¨®n. Qu¨¦ anodinas las habitaciones, en tonos purp¨²reos y terrosos, encajadas por sus exiguas dimensiones entre un mobiliario que podr¨ªa definirse como el funcional "estilo NH". Incluso las relativamente amplias suites con vistas a los edificios monumentales... Ning¨²n encanto, ninguna concesi¨®n a los sentidos, salvo unos cortinajes y unos cubresillas que pretenden cierto aire nobiliario.
Tampoco convence la carta del restaurante, basada en unos platos de inspiraci¨®n local interpretados seg¨²n qu¨¦ d¨ªas con manifiesta irregularidad. Por lo que cuesta, el desayuno deber¨ªa ofrecer elaboraciones m¨¢s cuidadosas y originales. No lo de siempre. Y una queja com¨²n: el mal funcionamiento de la wifi en las zonas comunes y su irregular cobertura en los dormitorios... ?a un precio de 10 euros diarios! Lo cual sorprende en un hotel que se promociona para eventos y reuniones de trabajo.
Este disgusto, estas peque?as incomodidades son suplidos por la buena disposici¨®n del servicio, su delicadeza para tratar situaciones comprometidas y hasta su generosidad en resolverle al hu¨¦sped sus necesidades m¨¢s acuciantes. Sin duda, lo mejor del hotel. Adem¨¢s, claro, de los escasos 59 euros que vale pasar una noche gran parte del a?o. Una buena raz¨®n para olvidarse de las cr¨ªticas negativas.
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