Apoteosis plateresca
HOSTAL DE LOS REYES CAT?LICOS, santo y se?a de Santiago de Compostela y de la red de Paradores
El hotel m¨¢s espectacular de Europa. As¨ª lo catalogan varias gu¨ªas y publicaciones tur¨ªsticas. Su historia disipa toda duda: fundado en 1499 por Isabel de Castilla y Fernando de Arag¨®n como hospital real que deb¨ªa acoger a los peregrinos jacobeos, maltrechos por el Camino y sus vicisitudes, no hay, que se sepa, otro alojamiento de viajeros m¨¢s antiguo en todo Occidente. Y eso impresiona mucho a quienes a pie, en bici o motorizados se asoman por la plaza del Obradoiro y descubren la soberbia fachada plateresca dise?ada en 1519 por los maestros Mart¨ªn de Blas y Guill¨¦n Col¨¢s, junto a la mism¨ªsima catedral compostelana. Emociona, apabulla, el franquearla. No digamos recorrer sus cuatro patios cinco veces centenarios, asomarse a sus salones nobles, sobrevolar la capilla desde el coro, deslizarse por sus claustros hacia las habitaciones...
HOSTAL DE LOS REYES CAT?LICOS
PUNTUACI?N: 8
Categor¨ªa: cinco estrellas gran lujo. Direcci¨®n: Plaza do Obradoiro, 1. Santiago de Compostela (A Coru?a). Tel¨¦fono: 981 58 22 00. Fax: 981 56 30 94. Central de reservas: 902 54 79 79 (Paradores). Internet: www.parador.es. Habitaciones: 2 individuales, 120 dobles y 6 suites. Servicios: una habitaci¨®n para discapacitados, no admite animales. Precios: desde 140 euros la habitaci¨®n doble, desayuno e IVA incluidos; suites 123 y 124, 285 euros por persona.
Consciente del enorme valor hist¨®rico y monumental de este hospital de peregrinos -as¨ª como el de otros castillos, palacios y monasterios que hoy funcionan como alojamientos tur¨ªsticos-, la red estatal propone un atractivo cat¨¢logo de paradores-museo que incluye los de Cangas de On¨ªs, Cardona, Granada, Le¨®n, Oropesa, Santo Estevo y ?beda, abanderado por el de Santiago de Compostela, naturalmente. Todos con una visita guiada, folleto explicativo y PDF descargable en la web de Paradores de Turismo. En ocasiones, con un poco de suerte, el erudito director del hostal, Julio Castro, se encarga de guiar el recorrido. Todo un lujo que agranda a¨²n m¨¢s la imagen de la cadena.
Como hotel propiamente entendido, las instalaciones requieren una atenci¨®n permanente y unos dineros en mantenimiento que no siempre se gastan. Pero eso es queja menor ante la pulcritud y el pundonor con que se emplea el servicio, pues no en vano el lugar est¨¢ clasificado con el nivel m¨¢ximo de la hoteler¨ªa espa?ola. Gran Lujo es la pr¨¢ctica inveterada de mantener un turno de menestrales, vestidos de librea, solo para recibir al hu¨¦sped y abrirle la puerta con mucha honra. Otros camareros, en retaguardia, lo conducen a sus aposentos por ese laberinto preciosista que son sus cuatro patios, dedicados a cada uno de los evangelistas, sus escalinatas y rellanos platerescos, sus recovecos insondables de cuando los peregrinos se retorc¨ªan en llagas, y sus claustros superiores, donde se distribuyen las 128 habitaciones del parador. Entre ellas, bajo la jerarqu¨ªa marquetiniana de ¨²nicas, bien vale un roto en el bolsillo la Suite Real (n¨²mero 301), en la frontal del edificio, con vistas sublimes desde el balc¨®n al palacio de Xelm¨ªrez, que contin¨²a la fachada barroca de la catedral, y al palacio de Raxoi, sede del Ayuntamiento; la 123, donde se custodiaba el antiguo archivo del hospital; la 124 (San Lucas), habilitada en 1898 por el administrador Nicol¨¢s de Neyra, y la Suite del Cardenal (329), donde la p¨²rpura de Quiroga Palacios acogi¨® al futuro mitrado Juan XXIII.
A quien se quede con las ganas de asomarse al Obradoiro siempre le cabr¨¢ la dicha de salir al balc¨®n que remata el gran sal¨®n de convenciones, en la primera planta. Con la c¨¢mara preparada para disparar en retrovisi¨®n, que los campanarios de la catedral est¨¢n ah¨ª mismo y casi se pueden tocar con las manos.
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