Lo que queda del Berl¨ªn comunista
Ahora que el artista Asisi ha reconstruido el Muro, saltamos al lado oriental en busca de los rastros de la antigua RDA

Una gigantesca instalaci¨®n del artista Yadegar Asisi recrea ahora lo que fue el antiguo Muro de Berl¨ªn. Sin tener que recurrir a reconstrucciones de este tipo, uno de los alicientes de visitar esta ciudad es siempre rastrear los vestigios de su pasado comunista, del lado del muro que daba a la Alemania oriental, a la Deutsche Demokratische Republik (DDR) o Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA).
La m¨¢s evidente de estas trazas es un s¨ªmbolo de la ciudad: la Torre de Televisi¨®n o Fernsehturm. Construida al lado de Alexander Platz en 1969 como escaparate del poder¨ªo de la RDA, es usada, adem¨¢s de como icono, como una referencia a la hora de indicar direcciones. Si se deja por mano izquierda y se avanza hasta la ribera del r¨ªo Spree por la calle Karl-Liebknecht se llega al museo de la RDA.
Pese a su peque?o tama?o, este museo interactivo alberga cientos de objetos de la RDA, una reconstrucci¨®n de la t¨ªpica vivienda, un coche Trabant en el que el visitante se puede montar y explicaciones de diferentes fen¨®menos como el nudismo en la RDA, la moda o las diferencias de clase entre los dirigentes y el pueblo com¨²n. Otra exposici¨®n de objetos de la Alemania comunista, esta temporal, puede visitarse hasta el 25 de noviembre en el museo de Historia.
Justo al otro lado de la carretera, el parque Marx-Engels Forum es una de las ¨²ltimas grandes obras p¨²blicas que la RDA acometi¨® en Berl¨ªn antes de desaparecer. Su atracci¨®n principal es un conjunto escult¨®rico de los dos pensadores, con Karl Marx convertido en un improvisado Papa Noel para que los turistas se fotograf¨ªen entre sus rodillas. Las figuras no est¨¢n en su lugar original debido a las obras en el suburbano.
Otros ejemplos de explotaci¨®n tur¨ªstica son el hostal Ost, decorado como si fuera 1970 en el lado este/ost del muro, o los restaurantes y tiendas especializados en los productos y cocina de la RDA, como Osseria, Ossiladen o OstPaket. Estos establecimientos se agrupan bajo el t¨¦rmino de Ostalgie. Frente a este neologismo formado por Ost y Nostalgie es bueno recordar qu¨¦ papel jug¨® la Stasi, el Ministerio para la Seguridad del Estado, en la antigua RDA.
Para ello una buena opci¨®n es el museo de la Stasi, creado en las oficinas de su antiguo cuartel general y desde donde coordinaban su red de informadores que inclu¨ªa a 90.000 empleados directos y 180.000 colaboradores. Otra visita interesante es una antigua prisi¨®n de la Stasi, con m¨¢s celdas de interrogatorios que de detenci¨®n, y, aunque el paseo en su interior se hace rodeado por grupos de turistas, el relato de los gu¨ªas, algunos de ellos antiguos prisioneros, resulta sobrecogedor.
Pero las huellas de la RDA en la capital alemana no se limitan a lo institucional y comercial. Al margen de algunas construcciones monumentales como el bulevar de la calle Karl Marx, la mayor¨ªa de los edificios construidos durante esos a?os en la zona este son grandes bloques de viviendas de herencia racionalista de la corriente creada por la Bauhaus. La p¨¢gina web Ost-Berlin.de ofrece una recopilaci¨®n de fotograf¨ªas de ayer y hoy de la zona este de la ciudad.
M¨¢s ¨ªntimo resulta el trabajo del fot¨®grafo Marco Bertram, que durante 2007 se dedic¨® a recorrer la ciudad buscando desde grandes pistas como edificios, hasta peque?as trazas como una moto o las farolas. El truco para encontrar estas huellas es simple: documentaci¨®n, un ojo atento y pasearse la ciudad. En esencia una actividad interesante.
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