Nuevos picos en la cordillera de Manhattan
Una torre residencial del arquitecto Frank Gehry, de 267 metros de altura, y otras curiosidades

Es cierto que Manhattan ha perdido algunas de las cualidades que la hicieron c¨¦lebre ¡ªsobre todo la espontaneidad¡ª, pero por mucho que el siglo XXI se haya empe?ado en crearle metr¨®polis rivales, su influencia cultural y econ¨®mica sigue siendo incuestionable. En su ADN se dan cita algunos de los iconos del siglo XX y XXI (el ¨²ltimo, el rascacielos de Frank Gehry completado en 2011, considerado por el cr¨ªtico de arquitectura del New York Times, Nicolai Ouroussoff, como el mejor de los construidos en la ciudad desde el edificio CBS de Eero Saarinen hace 47 a?os). Manhattan, a pesar de la disneylandinizaci¨®n de la que se le acusa, mantiene el car¨¢cter de escaparate del mundo actual. Con dos millones de habitantes llegados de todo el planeta, sigue siendo el epicentro de la vida tur¨ªstica de la ciudad. Estas son algunas sugerencias para conocer lo mejor de la isla.

01 Wall Street
Es una calle, pero tambi¨¦n un s¨ªmbolo: el del poder financiero de esos mercados que hoy llenan las p¨¢ginas de los peri¨®dicos dedicados a la crisis. La sede del New York Stock Exchange (11 Wall Street) sigue mostrando en su fachada una bandera estadounidense descomunalmente grande. Y el barrio circundante, tomado por la polic¨ªa desde que hace un a?o arrancara el movimiento Ocupa Wall Street, hace que uno se sienta f¨ªsicamente insignificante frente a la grandiosidad de sus rascacielos. Imprescindible entrar en el lobby del Woolworth Building en City Hall Park (233 Broadway), fechado en 1913. Su due?o, Frank Woolworth, fue uno de los inventores de las tiendas todo a cien.
02 Arte y ficciones
El listado de razones para visitar el MOMA (www.moma.org), el muso de arte moderno, no tiene fin, pero si hubiera que escoger cinco bastar¨ªa con decir: Las se?oritas de Avignon (Picasso), La lecci¨®n de piano (Matisse), One: Number 31 (Pollock), Number 10 (Rothko) y F-111 (James Rosenquist). Y ya que el MOMA est¨¢ tan cerca de Times Square, vale la pena acercarse a este otro epicentro (en este caso, el del consumo y el ocio) y embriagarse por un rato con ese puzle de anuncios luminosos que bombardean los sentidos e invitan a hacer sudar la tarjeta de cr¨¦dito en su oc¨¦ano de comercios o a cantar en cualquiera de los musicales que pueblan el distrito teatral que preside la plaza.
03 Madison Avenue
No est¨¢ de m¨¢s pasearse por Madison Avenue entre las calles 61 y 76 y recorrer algunas de las boutiques m¨¢s fascinantes (y caras) de Nueva York. Mirar es gratis, as¨ª que hay que entrar en las tiendas de Issey Miyake, Valentino, Chanel, Ralph Lauren, Tom Ford, Gucci o Cartier, entre otros. La alta costura del mundo se da cita aqu¨ª. Terminar el recorrido en el Whitney Museum (www.whitney.org), a la altura de la calle 75, y sentarse a ver El circo, de Calder, es la mejor manera de olvidarse de las tentaciones anteriores y disfrutar de algo que s¨ª es ¨²nico y solo puede verse en ese museo.
04 Ostras en Grand Central
El Oyster Bar de Grand Central (www.oysterbarny.com), que data de 1913, es un punto de encuentro neoyorquino cuyas b¨®vedas de ladrillo llevan la firma de un arquitecto espa?ol, Rafael Guastavino, un contempor¨¢neo de Gaud¨ª que hizo carrera en el nuevo mundo. Los ejecutivos de la zona se dan cita all¨ª al terminar la jornada laboral y aunque hay otros lugares en los que disfrutar de este molusco tan neoyorquino ¡ªpor ejemplo, en Ten Bells en el Lower East Side, a tan solo 1 d¨®lar y fresqu¨ªsimas¡ª el Oyster Bar se merece una visita. Hay que acompa?arla con un recorrido por la estaci¨®n que lo aloja, una de las construcciones m¨¢s impactantes de la arquitectura de la Nueva York primigenia.
05 El kil¨®metro roto del Soho

El Soho fue patria de artistas ind¨®mitos en los sesenta y hoy, en cambio, es uno de los epicentros comerciales de la ciudad. En la calle Prince hay que hacer parada en la librer¨ªa McNally Jackson (www.mcnallyjackson.com); hay que perderse en el interior de la tienda de Prada; tomarse una cerveza en el restaurante m¨¢s antiguo del barrio, Fanelli¡¯s (94 Prince St.); visitar la tienda futurista de Apple, y enloquecer en la de juguetes japoneses Kidrobot. En Broadway est¨¢n todas las tiendas-franquicia del mundo, y en las calles adyacentes hay algunas de las mejores tiendas de mobiliario del planeta. Para los nost¨¢lgicos de otros tiempos siempre queda la instalaci¨®n permanente de Walter de Mar¨ªa Broken kilometer en la galer¨ªa Dia Art Foundation (www.diacenter.org).
06 Homenaje a Dorothy Parker
Tiffany & Co (www.tiffany.com) quiz¨¢ suene algo rancio, pero sigue siendo un cl¨¢sico. Desde esta m¨ªtica joyer¨ªa frente a la que sorb¨ªa caf¨¦ Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes, en la Quinta Avenida puede arrancar un paseo hacia el interior de Central Park. Dejando atr¨¢s el hotel Plaza ¡ªsiempre se puede tomar un c¨®ctel en el bar Oak Room que frecuentaba Dorothy Parker¡ª, adentrarse en Central Park es siempre una invitaci¨®n m¨¢gica a meterse en el interior de aquella imagen con la que arrancaba la pel¨ªcula Manhattan, de Woody Allen, con la cordillera de rascacielos que se ve desde la explanada conocida como Sheep Meadow, a la altura de la calle 66.
07 De Chinatown a Brooklyn
Este paseo es otro cl¨¢sico que no ha perdido su capacidad hipn¨®tica. Perderse por Chinatown, con sus tiendas de hierbas, pescados secos y frutas de formas desconocidas (calles Grand, Hester y sur de Mulberry), es un viaje embriagador que puede salpicarse con unas compras en las tiendas de la calle Canal. Despu¨¦s se puede seguir en direcci¨®n sur por la calle Centre hasta llegar a City Hall Park y ah¨ª emprender la caminata hacia Brooklyn atravesando el puente que lleva su nombre. Este milagro de la ingenier¨ªa, construido en 1886, desafi¨® en su momento los l¨ªmites de la t¨¦cnica. Hoy sigue siendo un placer sentir su solidez bajo los pies.
08 Lower East Side
La gentrificaci¨®n ha creado otro nuevo hito comercial y de ocio en este barrio considerado uno de los m¨¢s peligrosos de la ciudad hasta hace apenas dos d¨¦cadas. Entonces los taxistas ni se acercaban. Hoy, en cambio, hacen cola a las puertas de lugares pretenciosos como Stanton Social o Piano¡¯s. En sus tenements hab¨ªa la mayor concentraci¨®n de personas por metro cuadrado del mundo a principios del siglo XX. Hoy muchos de esos apartamentos acogen a ejecutivos de Wall Street junto a los que han llegado boutiques, bares y restaurantes. La oferta es enorme, pero entre lo mejor para comer destacan los italianos Sauce (78 Rivington St.; www.saucerestaurant.com) y Bacaro (136 Division St.; bacaronyc.com), el vietnamita An Choi (85 Orchard St.; Anchoinyc.com) y el franc¨¦s-brasile?o Les Enfants Terribles (37 Canal St.; www.lesenfantsterriblesnyc.com). Copas con nostalgia garagera en Motorcity (127 Ludlow St.; www.motorcitybar.com) o con aires m¨¢s pijos en el bar Hotel Chantelle (92 Ludlow St.; www.hotelchantelle.com). Por ¨²ltimo, si lo que se quiere es bailar de forma desatada, Home Sweet Home (www.homesweethomebar.com). Es peque?o, angosto, se suda mucho, pero tiene uno de los mejores dj¡¯s de la ciudad, Jonathan Toubin, funk hasta el amanecer. Si hubiera hambre de madrugada, un cl¨¢sico del barrio, la pizzer¨ªa Rosario¡¯s.
09 Hoteles baratos y no tanto
Los hoteles neoyorquinos suelen ser la mayor desilusi¨®n a la que se enfrenta un turista que no tenga un presupuesto de lujo. Incluso quienes est¨¢n dispuestos a pagar 200 euros diarios regresar¨¢n a casa maldiciendo lo peque?a y angosta que era su habitaci¨®n. Pero hay opciones econ¨®micas y sorprendentemente agradables.
Stay the Night (18 East, 93rd Street; www.staythenight.com) es un b&b con habitaciones dobles entre 100 y 125 d¨®lares por noche. Los precios del West Side YMCA Hotel (5 west 63rd st. 00 1212 875 41 00; www.ymcanyc.org/west-side) var¨ªan entre los 100 y 175 d¨®lares la noche para dos o cuatro personas; es muy b¨¢sico, pero con todas las comodidades, incluido aire acondicionado e Internet. Un hostel interesante, muy bien ubicado en la zona de las galer¨ªas de arte y a partir de 34 d¨®lares por persona y noche, es el Chelsea International Hostel (www.chelseahostel.com).
Una opci¨®n de aire alternativo es el East Village Bed and Coffee (110 Avenue entre calle 7 y calle 8; www.bedandcoffee.com), en el coraz¨®n del East Village. Cuatro personas pueden compartir habitaci¨®n por 175 d¨®lares la noche (115 la doble) y adem¨¢s utilizar las tres cocinas disponibles; los ba?os son compartidos.
La Leo House (332 West, 23th Street; www.leohousenyc.org; 00 1212 366 01 00) es una agradable residencia cat¨®lica sin pretensiones, muy bien ubicada, con precios alrededor de 125 d¨®lares la noche (cuatro personas, 205 d¨®lares).
Alquilar una habitaci¨®n o una casa por d¨ªas es sin duda la opci¨®n m¨¢s barata. La web Airbnb.com garantiza que la casa existe y gestiona los pagos.
Si el precio no importa tanto, hay muchas opciones interesantes. The Wythe (http://wythehotel.com) es un hotel reci¨¦n abierto en el coraz¨®n de Williamsburg, con buenas ofertas y tarifas que arrancan en los 175 euros d¨®lares la noche. The Standard NYC (848 Washington St. 001 212 645 46 46, www.standardhotels.com/new-york-city), inaugurado en 2009 y dise?ado por Todd Schliemann, est¨¢ inspirado en la arquitectura de Le Corbusier. La perfecta combinaci¨®n de cristal y cemento hace que el edificio flote ligero sobre el parque High-Line. Tiene habitaciones con vistas de casi 360 grados sobre Manhattan desde la ba?era. Precio m¨ªnimo: 200 d¨®lares por noche.
The Ace Hotel (20W 29th St; 001 212 679 22 22; www.acehotel.com/newyork) es un hotel musical con tocadiscos, guitarra y hasta cuerdas de repuesto en las habitaciones; la doble m¨¢s barata es de 210 d¨®lares. El Chelsea Pines Inn (317W 14th St; 001 212 929 10 23; www.chelseapinesinn.com) es el hotel LGBT m¨¢s popular. No es lujoso ni pretencioso, sino entra?able y acogedor. El desayuno en su jard¨ªn es excelente. Las habitaciones arrancan en 160 d¨®lares por noche.
10? Noche locas sin fin

Al margen de clubes tradicionales donde bailar al ritmo de Rihanna o Lady Gaga como El Cielo (18 Little West 12th Street; www.cieloclub.com), en el Meatpacking District, la escena nocturna neoyorquina se ha poblado de locales que intentan emular el ambiente sofisticado y a la vez transgresor de los pasados a?os veinte. La tendencia es tan fuerte que ya ni siquiera puede definirse como una moda sino como algo que parece haber llegado para quedarse. Los pioneros fueron locales de cocktails ocultos tras una puerta sin nombre como Milk and Honey (134 Eldridge Street; www.mlkhny.com), en Chinatown, o con su entrada dentro de una cabina de tel¨¦fonos como PDT (Please Don¡¯t Tell; 113 St Marks Place. www.pdtny.com), en el East Village. Su llegada coincidi¨® tambi¨¦n con la explosi¨®n hace tres a?os de la moda del burlesque, que trajo, entre otros, clubes con espect¨¢culo al l¨ªmite como The Box (189 Chrystie Street; www.theboxnyc.com), que sigue despertando pasiones. A ellos se han a?adido un sinf¨ªn de bares con camareros que visten tirantes y desprenden aires a lo Rodolfo Valentino como los de Apotheke (9 Doyers Street; www.apothekenyc.com), y otros que no aspiran a esconderse, pero que est¨¢n decorados como en la era de la prohibici¨®n: Elsa (217 East 3rd St; www.elsabar.com) o Louis 649 (649 East 9th St; www.louis649.com). En el ¨²ltimo a?o tambi¨¦n se han vuelto populares las fiestas pop-up, que se organizan en salas de bodas, espacios de oficinas o f¨¢bricas que se habilitan para fiestas de vez en cuando. Conviene consultar las listas de algunos promotores como Todd P (www.toddpnyc.com) o Winkel and Baltick (www.wandbevents.com).
Por ¨²ltimo, entre los clubes m¨¢s chic, hay que mencionar la ¨²ltima importaci¨®n parisi¨¦n, Le Baron (32 Mulberry St. lebaronchinatown.com), o los locales con vistas como The Ides (80 Wythe Avenue; www.wythehotel.com), en Williamsburg; Le Bain (848 Washington Street; www.standardculture.com/lebain), en el hotel The Standard, o Press Lounge (653 11th Avenue; www.ink48.com), un bar en lo alto del hotel Ink48 con una de las mejores foto-postales.
{ "active": true, "code": "60763", "elementType": "offerExtension", "id": 37, "name": "NUEVA YORK", "service": "tripadvisor" }
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.