Una cucharada de lentejas en Valpara¨ªso
Pocos espect¨¢culos pirot¨¦cnicos son tan grandiosos en el Hemisferio Sur como el de la celebraci¨®n del A?o Nuevo en esta ciudad costera de Chile
La postal es t¨ªpica en Chile: la familia completa agolpada en uno de los cientos de miradores naturales de los cerros de Valpara¨ªso, los hombres bebiendo, los ni?os jugando y las mujeres chequeando si est¨¢ todo en orden en su provisi¨®n de rituales. Llegadas las doce, son las encargadas de animar a todos a sacar una cucharada de lentejas ¨Cs¨ªmbolo de abundancia¨C de una cacerola, un tupper o cualquier improvisado recipiente que hayan logrado llevar hasta la multitudinaria celebraci¨®n del A?o Nuevo en el Mar. Como todo ritual, tiene una componente de sacrificio, porque en general se trata de comerlas solo cocidas, sin ali?o alguno. Los abrazos entre familiares, conocidos, desconocidos, turistas y todo aquel que se cruce en el camino van y vienen, las copas chocan, las parejas se besan y alguna que otra vecina que desea viajar por el mundo durante el a?o entrante pasear¨¢ maletas por la manzana, como si fuese a llegar con retraso al aeropuerto.
Cinco minutos despu¨¦s, las sirenas de los buques anuncian el comienzo de uno de los espect¨¢culos pirot¨¦cnicos de A?o Nuevo m¨¢s espectaculares del Hemisferio Sur. Decenas de balsas dispuestas a lo largo de la bah¨ªa de Valpara¨ªso ¨Cde unos 30 kil¨®metros de longitud¨C lanzan su cargamento de fuegos artificiales de todos los colores y formas. El p¨²blico baila y celebra cada explosi¨®n, los m¨¢s ebrios despiertan, los m¨¢s animados riegan con botellas de champa?a a la muchedumbre. Pasado cerca de dos tercios del espect¨¢culo la intensidad parece disminuir, pero es s¨®lo el anticipo de sus ¨²ltimos minutos, en los que ¨Cusando una expresi¨®n chilena¨C se tira toda la carne a la parrilla: el cielo se satura con un bombardeo de luces y enormes fuegos artificiales que simulan el follaje de una palmera caen lentamente mientras titilan.
Llegado el fin, el gent¨ªo comienza a marcharse lentamente hacia los lugares donde seguir¨¢n la fiesta: desde los propios hogares hasta discotecas de modernos o exclusivos clubes ubicados en las playas m¨¢s al norte de la costa central.
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