Un bocado de 'pecorino'
El queso sardo de oveja es una delicia gastron¨®mica. Repleta de riquezas de las que no hace alarde, la ciudad del norte de Cerde?a se despierta con un buen capuchino que invita a descubrirlas
He aqu¨ª una ciudad no tur¨ªstica, nada pulida, sincera, rebelde, sin rastro de chuler¨ªa y con tr¨¢fico estridente. Llena de riquezas de las que no hace alarde. Es popular y monumental. Una de esas ciudades sobre las que la gente dice ¡°pero si ah¨ª no hay nada¡±, o sea, las que m¨¢s nos gustan. Porque Sassari, de unos 130.000 habitantes, capital del norte de Cerde?a (la capital de la isla es Cagliari), es una ciudad en peligro de extinci¨®n. Conviene protegerla.
10.00 Un antiguo granero
Despu¨¦s de un capuchino en Moka d¡¯Oro (1), empezar el d¨ªa por el Mercato (2) (Via Mercato) permite darse un atrac¨®n de naturalidad. Bullicio, risas, juegos crom¨¢ticos y de sabores pintan el paseo mientras se perciben las cualidades de un mercado tradicional. Algo acabar¨¢ comprando, aunque sea un etto de aceitunas sardas. A la salida, no descuidar el Palazzo de la Frumentaria (3), antiguo granero reconvertido en el espacio expositivo m¨¢s activo de Sassari.
Atenci¨®n a dos comercios: la Calzolerie del 38 de la Via Mercato y a la Barberia de la calle paralela, Via Alberto Lamarmora, 53. Si a usted le gusta retroceder en el tiempo, si sus zapatos corren peligro o si ha dormido en el coche y necesita afeitarse, estos son sus lugares. No tienen nombre. Son eternos. La Via Alberto Lamarmora, toda ella desconchada, parece perfecta para huir de la cotidianidad. Se tiene la sensaci¨®n de pisar un lugar fuera del mundo cargado de premoniciones.
11.00 C¨®ctel de fachadas
Para restablecer el esp¨ªritu arm¨®nico del viajero ¨¢vido de descubrimientos es ideal el Corso Vittorio Emanuele II (4), antigua v¨ªa romana que iba de Cagliari a Porto Torres. En la Edad Media era el lugar donde viv¨ªa la burgues¨ªa. Hoy es la calle comercial m¨¢s animada de Sassari, dominio exclusivo de la decadencia y el encanto. Resplandece como un largo tapiz donde se mezclan los elementos m¨¢s diversos. Es un c¨®ctel de fachadas descascarilladas del siglo XIX, palacios del XV, capiteles corintios, inimaginables tiendas de souvenires como Il Corillo, balcones con balaustradas, la ilustre tienda de ropa Bagella, salas de juegos y un estupendo Teatro C¨ªvico, en un restaurado edificio neocl¨¢sico del arquitecto piamont¨¦s G. Cominotti.
12.00 Impronta rom¨¢nica en el campanario
Para seguir en la Sassari medieval conviene visitar el Duomo o catedral de San Nicol¨¢s (5). Salta a la vista la deslumbrante fachada barroca del XVIII, pero pertenece al g¨®tico catal¨¢n. Solo se percibe su impronta rom¨¢nica en el campanario.
Siguiendo Vicolo Campanille queda el Mus¡¯a (6), museo de arte moderno y contempor¨¢neo (www.pinacotecamusa.it). Se halla en el Canopoleno, antiguo colegio jesuita del siglo XVI. La colecci¨®n requiere su tiempo, empieza en la Edad Media y se extiende hasta el siglo XX.
En la misma Piazza Comune encontrar¨¢ el Palazzo Ducalle (7), ejemplo de arquitectura civil del XVIII. Desde 1900 alberga el Ayuntamiento.
14.00 El caf¨¦, en Giordano
A partir de las dos, en Sassari desaparece el trasiego. Se cuelga el cartel de cerrado. Es momento de refugiarse a comer. Para hacerlo a lo grande est¨¢ Liberty (8) (Piazza N. Sauro, 3; 0039 79 23 63 61), aunque m¨¢s asequible es la cocina aut¨®ctona y de autor que propone Carmelo en L¡¯Assassino (9) (Vicolo Hospicio Cappuccini, 1; 0039 79 23 50 41). El nombre no enga?a, en la puerta hubo un asesinato, pero no sufra, fue hace muchos a?os y estar¨¢ en buenas manos. Para comer en un ambiente festivo, popular y regional, siempre conviene tener en cuenta el Circolo Enograstronomico Santa Elisabetta (10) al estilo trattoria cl¨¢sica (Via Santa Elisabetta, 14). Para el caf¨¦, bajo el p¨®rtico de la Piazza Italia, nunca le fallar¨¢ Giordano (11).
16.00 Vida universitaria
Que Sassari tiene desde tiempos antiguos una intensa vida universitaria se percibe, como es habitual, en los bares. Si usted pisa el Gusta Vinho¡¯s (12) de Via Arborea un jueves o va al Micro Caf¨¦ (13) (Largo Sisini, 4) a tomar Ichnusas (la cerveza sarda) lo entender¨¢ todo. Tambi¨¦n hay quien va a clase. Y no es de extra?ar: la prestigiosa universidad (14) es un palacio rematado en 1651. Se inaugur¨® en 1562 y fue la primera universidad de Cerde?a. La fachada posterior, de gran simplicidad, da la bienvenida a los jardines p¨²blicos (15).
Por sus alrededores el paisaje urbano se ruraliza y reina una atm¨®sfera de pueblo. Aqu¨ª queda claro que Sassari es exc¨¦ntrica y tiene m¨¢s de fronteriza que de capital.
17.00 Villas estilo Liberty
Entre la ciudad medieval y la monumental hay una lucha de opuestos. Es un contraste concertado. Al inicio del Ottocento se planifica la ampliaci¨®n del tejido urbano. Herencia de esa ambici¨®n son la Piazza d¡¯Italia (16), que deviene el nuevo centro comercial y pol¨ªtico, y en la misma el imponente Palacio de la Provincia y el Palacio Giordano, de inconfundible fachada g¨®tica veneciana.
Para exprimir las proezas arquitect¨®nicas de Sassari busque la Piazza Tola y t¨®pese con el Palazzo d¡¯Usini (17), fant¨¢stica expresi¨®n de arquitectura civil renacentista que acoge la biblioteca comunal. Y muy cerca, en Largo Cavalloti, se alza la fachada y las ventanas del negocio Manifatture A. Viale (18), brillante ejemplo del estilo Liberty (modernismo en Italia) cultivado por los hermanos Clemente. El Liberty tuvo mucho ¨¦xito en Sassari. Se puede seguir su rastro en Villa Sant¡¯Elia (19) y Villa Farris (20).
19.00 Un queso adictivo
Es hora de darse caprichos. Y para ello nada como la Via Roma (21), donde resplandece el gusto. Para empezar, un fest¨ªn gastron¨®mico: Alberti (Via Roma, 23; 0039 79 23 66 59). Es duro contenerse. Entre otras exquisiteces, tienen todos los tipos de pecorino sardo, queso de oveja adictivo, con los que siempre so?¨®. Tranquilo, env¨ªan a todo el mundo. Los dulces y los vinos los encontrar¨¢ en la Antica Dolceria (Via Roma, 19).
Para tomar el spritz entre glamour italocubano, cruce la acera, vaya directamente a la cocteler¨ªa Michele (Via Roma, 18) y t¨®meselo con calma. Si despu¨¦s de un rato le entra hambre, sepa que le queda por probar la fain¨¦ (o farinata) y el lugar es Sassu (22) (Via Usai, 17). Una instituci¨®n. Juntando unas monedas tendr¨¢ suficiente. Es probable que reviente, s¨ª, pero se sentir¨¢ muy joven.
Y si no tiene suficiente y hay d¨ªas por delante, a pocos kil¨®metros esperan playas tan reputadas como la de La Pelosa, en Stintino, y pueblos tan bonitos como Castelsardo.
? Use Lahoz es autor de la novela La estaci¨®n perdida (Alfaguara), premio Ojo Cr¨ªtico de narrativa.
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