La posada rural que sabe a cachaza
A dos horas de S?o Paulo, el Galp?o Busca Vida es un rinc¨®n paradis¨ªaco donde se fabrica una exitosa marca del licor brasile?o
¡°Cada vez que visito una ciudad me gusta preguntar d¨®nde est¨¢ el norte. La mayor¨ªa no sabe qu¨¦ responder. La gente vive a?os en un lugar y no solo no sabe d¨®nde est¨¢, sino que necesita ver el telediario de la noche para saber el tiempo qu¨¦ va a hacer al d¨ªa siguiente. No saben mirar al cielo". A dos horas del centro de S?o Paulo, lejos de los rascacielos que tapan las nubes y los puntos de referencia para localizar el norte, Carlos de Oliveira, Carl?o, cierra as¨ª una intensa jornada de paseos y ba?os en la posada rural Busca Vida, un sitio muy particular en la Bragan?a Paulista, entre las sierras y y la presa de los r¨ªos Jaguary y Jacare¨ª.
Carl?o es el padre de Busca Vida, una cachaza mezclada con miel y lim¨®n de gran ¨¦xito en Brasil que se bebe tanto en las fiestas de los famosos como en los baretos cutres. Es una bebida que probablemente le haga rico, aunque aqu¨ª en mitad de la naturaleza el dinero sea lo de menos.
El lugar donde Carl?o vive y fabrica su elixir es el perfecto escenario para desinformarse, aprender a mirar al cielo y librarse de las poses de la ciudad. La cobertura apenas llega a los m¨®viles, los monos saltan por los tejados y son los p¨¢jaros los que te despiertan por la ma?ana. En el Galp?o Busca Vida, en el interior del Estado de S?o Paulo, Carl?o y su familia hospedan y desayunan con quien quiera conocerlo. Los amigos de antes y los de ahora.
La peque?a posada rural donde se alojan los hu¨¦spedes se construy¨® sobre la granja que el abuelo de Carl?o manten¨ªa. Los cuartos, antes engordaderos de cerdos, fueron reconstruidos por la familia y en ellos se filtra la luz a trav¨¦s de botellas de colores. Pasar la noche all¨ª cuesta apenas 15 euros. La suite principal era la antigua casa del abuelo, el ba?o era el gallinero.
Carl?o tiene tambi¨¦n un restaurante italiano inspirado en la gastronom¨ªa de la Emilia Romagna, el C¨¢ de mezz amig. De aquella regi¨®n del norte de Italia se trajo toda la manteler¨ªa, la cuberter¨ªa y las recetas de sus platos. Y en el establo donde comenz¨® todo, ahora ocupado por la f¨¢brica de su bebida, se organizan conciertos cada s¨¢bado, se come pizza al horno y se espera, bebiendo su cachaza con frutas, los acordes del himno nacional. Una de las antiguas costumbres de los amigos que han marcado la huella de aquel lugar.
El paisaje le pertenece a la hierba, a los eucaliptos, a los ¨¢rboles que Carl?o planta e incluso al embalse Jaguar¨¦-Jacare¨ª, donde el agua es transparente y los peces saltan a tu alrededor. Lejos de las costumbres de algunos vecinos que lo disfrutan en lanchas o motos de agua, en la orilla de Carl?o uno nada y, si el esp¨ªritu del lugar le cal¨® suficiente, lo har¨¢, probablemente, desnudo.
La cachaza hizo posible aquel lugar
Carl?o vende 9.000 botellas de Busca Vida al mes. El triple que hace solo dos a?os.
En la d¨¦cada de los 90, trabaj¨® en una cacha?aria de Salvador de Bah¨ªa y ve¨ªa como extranjeros y locales torc¨ªan el gesto con solo mojarse los labios con el destilado. ¡°?C¨®mo es posible que al tomar la bebida oficial de Brasil, el pa¨ªs m¨¢s alegre del mundo, la gente ponga cara fea?¡±, se preguntaba.
Casi una d¨¦cada despu¨¦s volvi¨® a Bragan?a con su familia, y un d¨ªa de hace 15 a?os, en esa mesa de madera donde desayunan y conversan con sus hu¨¦spedes, Carl?o quiso mostrar a un amigo espa?ol la receta que consegu¨ªa que la cachaza hiciese sonre¨ªr. El amigo, que era abstemio, bebi¨® a rega?adientes y antes de posar el vaso de nuevo volvi¨® a llev¨¢rselo a la boca. ¡°Cara, isto ¨¦ muito bom!¡± (t¨ªo, esto es muy bueno), le espet¨®.
Busca Vida se convirti¨® as¨ª en la bebida de la casa. En aquella ¨¦poca Carl?o invitaba a los amigos a dar paseos a caballo los d¨ªas de luna llena por el terreno donde su abuelo criaba vacas. En el establo construy¨® un horno de le?a para hacer la pizza como aprendi¨® en Italia y homenajeaba a las visitas con aquel l¨ªquido amarillo. El plan rural encandilaba a todos y amigos de amigos empezaron a usar el establo, ahora sala de conciertos decorada con material reciclable, para organizar fiestas. Se vend¨ªa tanta chachaza como cerveza.
¡°Lleg¨® un momento en el que no daba abasto. El boca a boca funcionaba muy bien, me ped¨ªan botellas desde varios lugares de Brasil y no ten¨ªa forma de hac¨¦rselas llegar y menos a¨²n de preparar toda esa bebida a mano¡±, explica.
Fue cuando decidi¨® coger seis botellas y llevarlas a la facultad de ingenier¨ªa de alimentos de una universidad de S?o Paulo. ¡°No sab¨ªa ni la graduaci¨®n de aquello, necesitaba que me contasen c¨®mo hacer aquel l¨ªquido en grandes cantidades y, sobre todo, que durase m¨¢s de 15 d¨ªas en la nevera¡±, recuerda.
A las tres semanas le llamaron de la universidad para mostrarle un l¨ªquido transparente que ara?¨® su garganta al instante. ¡°Pero qu¨¦ lleva esto?¡±, les pregunt¨®. La respuesta conten¨ªa una combinaci¨®n de n¨²meros y letras que nada ten¨ªa que ver con los ingredientes naturales que Carl?o estaba empe?ado en proteger.
Pasaron tres a?os y medio hasta que aquel laboratorio lleg¨® a la f¨®rmula actual y secreta que Carl?o acept¨®. La que no tiene colorantes, ni aromas, la que var¨ªa de color seg¨²n el tono de la miel de cada estaci¨®n. Hace dos a?os una distribuidora se hizo cargo de los pedidos de todo Brasil, triplicando el negocio. Busca Vida est¨¢ desde entonces en las estanter¨ªas de los supermercados y del Duty Free del aeropuerto sin haber pagado un duro.
¡°Comienzan pidiendo 20.000 reales para exponer tu producto, pero esa nunca ha sido mi filosof¨ªa. Nunca salimos a vender Busca Vida, siempre atendimos a quien nos busc¨®. Al final, aceptaban¡±, dice Carl?o, defensor de que ¡°el capitalismo es una droga demasiado fuerte para quien no sabe usarla¡±.
Carl?o nunca pag¨® una campa?a de marketing y todos aquellos que quisieron comprar la marca con cheques en blanco ¨Cy que ahora son competidores¨C salieron de aquel cortijo en medio del prado con una botella de Busca Vida y sus millones en el bolsillo. ¡°No entend¨ªan nada de lo que yo hac¨ªa. Busca Vida es mi familia, es la energ¨ªa de este lugar, es el amor que le ponen los empleados, es el agua de la presa, es hacer las cosas con cari?o...¡±.
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