?'Pa' Barranquilla me voy!

Orejas de elefante, ojos saltones y una gran nariz colorada que asemeja un prominente ¨®rgano viril; le gustan las chanzas, las cabriolas y demuestra una sorprendente habilidad para caminar dando saltitos sobre su trasero. As¨ª es la marimonda, el m¨¢s querido de los personajes que pueblan el Carnaval de Barranquilla, el m¨¢s famoso de Colombia, que este a?o conmemor¨® adem¨¢s el 200 aniversario de la villa.

Barranquilla es, entre Cartagena de Indias y Santa Marta, mucho m¨¢s que la ciudad de Shakira. Su carnaval, ba?ado en espuma y harina Maizena, fue reconocido la pasada d¨¦cada como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. En esta nueva edici¨®n, la ciudad volvi¨® a bailar y a divertirse durante cuatro d¨ªas al son de la cumbia, su ritmo por excelencia, pero tambi¨¦n del vallenato, el mapal¨¦, la puya, la guaracha, el jalao y otros compases de influencia africana, mereciendo paso a paso su consideraci¨®n como uno de los mejores carnavales del mundo.

El de la Batalla de las Flores es el desfile por excelencia y precede a los de la Tradici¨®n y el de Fantas¨ªa. Por la v¨ªa 40, en la zona industrial de la ciudad, pasearon este a?o durante m¨¢s de seis horas 350 grupos folcl¨®ricos, entre cumbiadas, danzas, comparsas y disfraces, adem¨¢s de 19 carrozas monumentales inspiradas en la historia de Barranquilla. Ni?os, j¨®venes, mayores, altos, gordos y bajos, todos tienen su sitio; y la multitud, predispuesta y entregada bajo un calor que invitaba al consumo masivo de cerveza, abarrot¨® todo el recorrido, invadiendo en ocasiones la calzada para hacerse fotos con dobles de Barack Obama, Fidel Castro, guerrilleros, indios, personajes de pel¨ªcula y preciosas bailarinas. Un espect¨¢culo en teor¨ªa gratuito pero que conviene ver desde alguna de las gradas de pago: dependiendo de si las compramos con antelaci¨®n, los billetes pueden ir desde 75.000 pesos (30 euros) a unos 230.000 (95 euros) por los tres d¨ªas, aunque tambi¨¦n pueden conseguirse a buen precio compr¨¢ndolos a alguno de los reventas que sin duda nos encontraremos en los alrededores.

El carnaval no para all¨ª. Tambi¨¦n hay comedias en los parques de la ciudad y? conciertos en el estadio de b¨¦isbol Romelio Mart¨ªnez, el primero que se construy¨® en Barranquilla. Entre estos ¨²ltimos, destaca el Festival de Orquestas, que este a?o homenajeaba a la figura del vallenato Rafael Orozco. Moverse por la ciudad es sencillo, en buseta o en taxi, aunque cuidado: si uno decide viajar en este ¨²ltimo, ha de negociar el precio antes; no deber¨ªa de costar m¨¢s de 10.000 pesos.

Llegada la noche, un destino casi obligatorio para los amantes de la salsa es La Troja, en el cruce entre la carrera 44 y la calle 74. ¡°Si vienes a Barranquilla y no visitas La Troja es como si no hubieras estado nunca en esta ciudad¡±, afirma uno de sus habituales. Con sus dos pisos y su terraza, el local ha sido reconocido como patrimonio cultural y musical de la ciudad. Eso s¨ª, hay que prepararse porque no se sale de all¨ª si no es ba?ado en espuma y harina. Y si se tiene hambre, enfrente est¨¢n los puestos del merecidamente conocido como palacio del colesterol, am¨¦n de los tradicionales puestos ambulantes de comida.

?Todo listo? Pues como dice la canci¨®n¡­ ?Pa Barranquilla me voy!

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