Un blanco elegante

Que en tiempos de trifulcas familiares en m¨¢s de una bodega algunos sigan unidos como una pi?a es siempre reconfortante. Hablo de los Torell¨®, veintid¨®s generaciones conservando la misma propiedad ¡ªfinca Can Mart¨ª, 135 hect¨¢reas de vi?edo en la comarca del Pened¨¦s, con dos mas¨ªas de origen medieval, Can Mart¨ª de Baix y Can Mart¨ª de Dalt¡ª a cuya cabeza se encuentra una mujer excepcional, Ernestina Torell¨®, secundada por sus dos hijos, Paco y Toni, y auxiliada por su marido, Luis de la Rosa.

Famosos por sus cavas, particularmente el Gran Torell¨®, son menos conocidos por los vinos tranquilos, pese a que no le van a la zaga. Y eso que los vienen elaborando desde la d¨¦cada de los ochenta del siglo pasado.

El salto lo dan con el nuevo siglo, cuando sacan al mercado Crisalys, uno de los primeros blancos de Xarel.lo fermentados en barrica. Doce a?os despu¨¦s, rizando el rizo, aparece este Gran Crisalys, con el a?adido de Chardonnay. Se trata de una selecci¨®n de las mejores barricas de la bodega, previamente marcadas con una cruz, lo que se refleja en su elegante y estilizada etiqueta. El vino regala, desde la primera impresi¨®n olfativa, la fragancia de las notas florales, el aroma maduro a fruta carnosa y el perfume fresco de los c¨ªtricos; todo adornado del imprescindible recuerdo a roble y su tostada huella de especias c¨¢lidas. Untuoso, equilibrado y largo, deja un sabroso posgusto que es un regalo para los sentidos.

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