En los confines de Egipto
A 40 kil¨®metros de Sud¨¢n, cambiados de lugar en un esfuerzo excepcional para salvarlos de las aguas, los templos de Abu Simbel mantienen un aura de leyenda
De entre todas las maravillas arquitect¨®nicas que contiene Egipto, quiz¨¢ los templos de Abu Simbel sean los ¨²nicos que pueden rivalizar con las pir¨¢mides de El Cairo. Las multitudes tur¨ªsticas no enga?an, y por eso se han aglomerado religiosamente en estos dos puntos. Desde la primavera ¨¢rabe, sin embargo, se puede pasear por estos y otros emplazamientos anta?o congestionados con una in¨¦dita sensaci¨®n de desahogo. Aunque el pa¨ªs est¨¢ mucho m¨¢s tranquilo de lo que sincopadamente sugieren los informativos, el visitante se vuelve temeroso. Y en el mercado del miedo, los precios del viaje cotizan a la baja.
Abu Simbel es un conjunto de construcciones que conforman el Museo al Aire Libre de Nubia y Asu¨¢n, declarado patrimonio mundial en 1979. Las piezas m¨¢s valiosas del conjunto son dos templos erigidos por Rams¨¦s II en el siglo XIII antes de Cristo. La furia constructora de este fara¨®n, que gobern¨® de 1279 a 1213, es bien conocida: bajo su supervisi¨®n se ampliaron los templos de Abidos y de Am¨®n, se construy¨® la majestuosa sala hip¨®stila en este ¨²ltimo y se erigieron el templo funerario de Ramesseum, en el Valle de los Reyes, y los de Abu Simbel. Gracias a Cecil B. DeMille, Rams¨¦s II siempre tendr¨¢ el perfil calc¨¢reo y un poco hosco de Yul Brynner (Los diez mandamientos), aunque si se prefiere una visi¨®n m¨¢s edulcorada se puede recurrir a los dibujos animados de El pr¨ªncipe de Egipto, seg¨²n Dream Works.
De una u otra manera, Rams¨¦s llev¨® a cabo su obra. En realidad, los templos que se visitan en Abu Simbel son reconstrucciones, piedra a piedra, de los monumentos originales, ahora cobijados bajo una campana de cemento disimulada por la monta?a que da al lugar su aspecto primitivo. La erecci¨®n de la presa de Asu¨¢n amenaz¨® con sepultar bajo las aguas todos los templos nubios. En 1959, una campa?a internacional organizada por la Unesco se ocup¨® en recaudar fondos para salvar estas maravillas. Entre 1964 y 1968, cada templo fue desmontado en piezas de entre 20 y 30 toneladas, y reconstruido 65 metros m¨¢s arriba en su actual emplazamiento.
El lugar se compone de dos grandes construcciones hipogeas (excavadas en roca): la mayor, dedicada a los dioses Am¨®n, Ra-Horajti y Ptah, es la m¨¢s conocida, con sus cuatro colosales estatuas en la fachada dedicadas a Rams¨¦s II (la segunda por la izquierda, ca¨ªda por obra de un terremoto ya en su emplazamiento original). La menor, ofertada a Nefertari (esposa de Rams¨¦s), est¨¢ regida por Hathor, la diosa del amor y la belleza. Seis estatuas dan lustre a la fachada de este ¨²ltimo templo, cuatro reproduciendo a Rams¨¦s y dos a su esposa.
Para acercarse hasta este m¨ªtico lugar hay diversas posibilidades. Se puede llegar c¨®modamente en avi¨®n o incluso en barco. Si se escoge la opci¨®n de la carretera, sin embargo, el viajero es invitado a recorrer los 300 kil¨®metros que separan Asu¨¢n de Abu Simbel atravesando el desierto L¨ªbico. Esas pocas horas en autob¨²s se realizar¨¢n usualmente de noche, puesto que si el viaje tiene lugar en verano ¡ªcon temperaturas que alcanzan f¨¢cilmente los 60 grados¡ª, hay que aprovechar al m¨¢ximo las primeras horas del d¨ªa y estar a cubierto a partir de las diez de la ma?ana. Ver la salida del sol en el desierto (los gu¨ªas no olvidan despertarte para la ocasi¨®n) es un espect¨¢culo fascinante: a ratos la arena, con su carne ocre, forma caprichosos relieves femeninos, pero en ocasiones la hamada (planicie rocosa) esculpe la mirada y la orienta hacia un horizonte perpetuamente sediento. Cuando el viaje toca a su fin, solo nos separan 40 kil¨®metros de la frontera de Sud¨¢n.
En el interior de los templos nos aguardan peque?as joyas. En el mayor de ellos, la sala hip¨®stila alberga unos bajorrelieves con escenas de diversas batallas libradas por Rams¨¦s II. De entre ellas, la madre de todas las luchas fara¨®nicas es la de Qadesh, donde el fara¨®n se vanagloriaba de haber vencido a los hititas (representados como prisioneros). El templo adem¨¢s est¨¢ orientado de tal manera que durante dos d¨ªas al a?o, el 21 de octubre y el 21 de febrero (61 d¨ªas antes y despu¨¦s del solsticio de invierno, respectivamente), el sol penetra hasta su santuario. Este se halla situado al fondo del templo e incluye cuatro estatuas de dioses sedentes. De estas, tres se iluminan con la entrada del sol, pero una (la de Ptah, el dios del inframundo) permanece en oscuridad perpetua.
Otras glorias divinas, sin embargo, aguardan al visitante paciente. Suele constituir motivo de guasa el descubrimiento, en la penumbra, del dios Min, adorado por los egipcios de la era predin¨¢stica. Asociado a la sexualidad y la fertilidad, se le suele representar como un hombre con barba, de pie y con las piernas juntas, con un enorme pene erecto y una corona de plumas en la cabeza. Ante ¨¦l encontramos una ofrenda formada por plantas de lechuga, alimento que los antiguos egipcios ten¨ªan por afrodisiaco. Min era el dios de la agricultura y se le representaba con tono negro porque es el color de la tierra f¨¦rtil del Nilo. Asimismo, se le relacionaba con la supremac¨ªa del fara¨®n sobre toda clase de enemigos.
Confortado por estas visiones virilmente guerreras, el viajero que ha escogido la carretera deber¨¢ volver a atravesar el desierto para regresar a Asu¨¢n. All¨ª le esperar¨¢, quiz¨¢, un confortable crucero por el Nilo que le transportar¨¢ hasta Luxor, con sus templos y sus tumbas del Valle de los Reyes y de las Reinas. Egipto, para entonces, ya lo habr¨¢ hechizado irreversiblemente.
Gu¨ªa
C¨®mo ir
Informaci¨®n
? El viaje organizado suele salir m¨¢s rentable que si se hace por libre. Los de una semana cuestan de media entre 600 y 1.200 euros, seg¨²n agencias, itinerarios y categor¨ªas de barcos y hoteles. Mayoristas y agencias especializadas como Faraona Tours, ?mbar, Catai, Tui,? Karnak Travels, Logitravel y Kuoni, entre otras, organizan viajes a Egipto para todos los gustos y presupuestos. En Buscounviaje.com se suelen encontrar ofertas de ¨²ltima hora de estas mismas agencias.
? Antes de partir hay que aclarar con la agencia contratada todos los detalles: las excursiones y visitas que incluye, el tipo de seguro (para bucear con botellas en el mar Rojo, por ejemplo, se requiere una p¨®liza que cubra la pr¨¢ctica del submarinismo), categor¨ªa y ubicaci¨®n de los hoteles, r¨¦gimen alimenticio y extras, propinas¡ La mayor¨ªa de los programas contemplan pensi¨®n completa en el crucero (aunque no el agua y las bebidas a bordo, ni las propinas) y alojamiento y desayuno en El Cairo. Tambi¨¦n las visitas a los templos de Esna, Edf¨² y Kom Ombo; al recinto de Guiza, donde est¨¢ la Esfinge y las pir¨¢mides (aunque no siempre la entrada en ellas), y opcionalmente visitas al Museo Egipcio y a templos como Philae, Dendera o Abu Simbel.
? Oficina de turismo de Egipto en Madrid.
? Joan Gar¨ª es autor de Viatge pel meu pa¨ªs (Editorial 3i4).
{ "active": true, "code": "297540", "elementType": "offerExtension", "id": 15, "name": "ABU SIMBEL", "service": "tripadvisor" }
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.