Refugio amable

Chillida, T¨¤pies, Mir¨®, Picasso... Obra gr¨¢fica, pero qu¨¦ firmas. Incluso lo abstracto se hace rutina en el escaparate de la Gran V¨ªa de San Marcos, que cobra vida gracias a las dos bicis expuestas (y dispuestas) para ser usadas por la ciudad. Ahora que la pulchra leonina ¡ªla catedral¡ª sufre la competencia tur¨ªstica del Musac, el museo de arte contempor¨¢neo proyectado por Tu?¨®n + Mansilla, no hay ya excusa para sacarlas de su caballete y dar una vuelta por los alrededores. Un paso m¨¢s all¨¢ est¨¢ el auditorio, obra maestra del mismo estudio arquitect¨®nico. Y el hostal de San Marcos, uno de los monumentos m¨¢s relevantes del Renacimiento espa?ol. Est¨¢ visto que la revoluci¨®n ciclista comienza en Le¨®n por el chafl¨¢n del Quind¨®s, el hotel que la familia del mismo apellido regenta desde hace 70 a?os.

Jaime Quind¨®s Mart¨ªn-Granizo, su tercera generaci¨®n, mantiene el esp¨ªritu coleccionista de quienes le precedieron y fueron capaces de reunir m¨¢s de 1.100 obras de arte. Entre el galerismo y sus pinitos decorativos, el hotel acaudala una personalidad kitsch que sorprende al reci¨¦n llegado. Y no siempre para bien. M¨¢s all¨¢ de los aguafuertes, de los recitales de poes¨ªa y los conciertos de jazz, las instalaciones gritan por su actualizaci¨®n. Los dormitorios sufren el desgaste de los a?os, los colchones se muestran blandengues, las puertas chirr¨ªan, toda la iluminaci¨®n interior languidece y el mobiliario en parte se ve descascarillado. Puede que estos tiempos no den para reformas, pero mejor lucir¨ªa el arte con paramentos menos obsoletos y un paisaje interior no tan l¨²gubre.

Frente a estos inconvenientes, el establecimiento se defiende con un servicio amable y muy eficiente, mucha limpieza en los z¨®calos y, sobre todo, unas tarifas sin igual en la ciudad. Existen descuentos del 30% para estudiantes en cualquier rama del arte que cursen sus estudios: historia, bellas artes, dise?o, arquitectura, m¨²sica, danza o arte dram¨¢tico. A mayores detalles, los recepcionistas permiten que uno aparque el coche en las inmediaciones del hotel y le facilitan un tique para que la polic¨ªa no estampe la preceptiva multa.

La plena disposici¨®n de todos es un est¨ªmulo para aceptar una visita organizada al reclamo principal del hotel, que es el arte y la cultura. Gastronom¨ªa con sanas pretensiones... Pintores consagrados y noveles... Muebles dise?ados por Le Corbusier, Panton, Noguchi... Buena parte de ello est¨¢ en venta. Un escaparate para el turismo.

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