Cinco olas m¨¢gicas para surfear en Bali
Los bellos arenales de esta isla indonesia se han ganado la admiraci¨®n de los surfistas
Bali ofrece sol y playa, precios razonables, exquisita comida, volcanes, templos m¨¢gicos..., pero pocas cosas de esta isla indonesia generan tanta admiraci¨®n como la calidad de sus olas para la pr¨¢ctica del surf. Las olas balinesas rompen mayoritariamente sobre arrecifes de corales que dan consistencia al fondo marino. Son olas largas y ordenadas.
El mejor sitio para ir a buscarlas es en una peque?a pen¨ªnsula en la parte sur de la isla, donde se da una de las mayores concentraciones de olas de clase mundial del planeta. Dejando atr¨¢s las tur¨ªsticas olas de la ciudad de Kuta, aqu¨ª se abre un mundo de posibilidades ante los ojos del surfista, sea este principiante o no.
Uluwatu
Todo lugar tiene una estrella y en Bali esta se llama Uluwatu, donde se produce posiblemente una de las mejores olas del mundo. Solamente tiene algo de arena en marea baja y se encuentra rodeada de bellos acantilados coronados por un hermoso templo hind¨². El sitio resulta m¨¢gico, a pesar de la muchedumbre que surfea sus olas. Acostumbrarse a esta ola no es f¨¢cil, pues son varias las secciones que las recorre. Pero se puede cabalgar en ella medio centenar de metros.
Desde el amanecer hasta la puesta de sol, no deja de haber nunca menos de cien personas en el agua, la mayor¨ªa de ellos experimentados surfistas australianos o europeos, mezclados con un pu?ado de aguerridos locales, molestos a veces por la notable invasi¨®n extranjera. La primera secci¨®n de la ola est¨¢ reservada para los m¨¢s habilidosos, con una pronunciada pendiente que inicia la cabalgada desde su cresta y donde una ca¨ªda puede llevar a conocer los peligros del cortante coral. En marea baja es imprescindible llevar escarpines, ya que las olas apenas sobrepasan a veces un metro del suelo, todo un desaf¨ªo.
Medewi
Situada en la zona de la costa oeste de la isla, esta zona est¨¢ menos frecuentada y multitud de excelentes olas rompen aqu¨ª hu¨¦rfanas de surfistas. La m¨¢s popular de todas est¨¢ en Medewi, una potente ola de izquierda que emerge sobre un fondo de finos y cortantes pedruscos. Imprescindible usar botines y guantes, sobre todo en marea baja, de lo contrario uno puede sufrir multitud de cortes. Los cantos rodados est¨¢n extremadamente afilados y pueden causar m¨¢s problemas incluso que el mismo coral.
Padang Padang
No lejos de Uluwatu nos encontramos la renombrada Padang Padang, la cual solo es surfeable con un generoso mar de fondo de al menos un metro. Por lo general su oleaje es peque?o y dif¨ªcil de surfear para los de tabla corta, siendo m¨¢s apto por ello para los amantes del longboard. Cuando el oleaje es fuerte, se puede presenciar un grand¨ªsimo espect¨¢culo de poderosas olas tubulares solo para los m¨¢s expertos. Durante los meses de julio y agosto, en esta misma playa se suele celebrar el Campeonato Mundial de Surf.
Balangan
La opci¨®n para surfear m¨¢s cercana a la ciudad es Balangan, una playa no demasiado concurrida donde se concentran adem¨¢s una decena de los hostales m¨¢s baratos de la zona (aunque su calidad es algo discutible). Ofrece una excelente ola izquierda y suele ser ignorada por las riadas de surfistas que van en busca de m¨¢s renombre y categor¨ªa. Es la mejor alternativa para los que desean huir de las multitudes y disputas por obtener una buena posici¨®n en el agua. En su excelente arenal hay una peque?a escuela de surf donde se dan clases a principiantes.
Green Bali
Si uno desea sentirse solo y huir de Uluwatu o Padang Padang, al este de Uluwatu se encuentra una extensa ¨¢rea de 10 kil¨®metros de costa pr¨¢cticamente despoblada y carente de resorts debido a su brusco relieve. Es un lugar ideal para relajarse, leer un libro o surfear casi en solitario. La mejor parte de esa franja, conocida como Green Bali, tiene olas coralinas de menor consistencia y longitud, aunque se compensa por la poca presencia de surfistas. Pero estar solo tiene un precio y este se traduce en tener que remar durante 300 metros antes de llegar a la secci¨®n rompiente del mar. En marea baja, los corales aparecen y se convierten en una autopista hacia las olas, lo que permite recorrer a pie todo lo que antes estaba inundado.
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