Vino con aroma franc¨¦s en Sud¨¢frica

En pleno invierno austral, ?qu¨¦ mejor que una cata de vinos para entrar en calor? Derrumbemos uno de los muchos mitos que existen sobre ?frica: en la provincia de El Cabo Occidental (Sud¨¢frica) durante estos meses llega a hacer un fr¨ªo que pela y los d¨ªas de sol se alternan con temporales propios del Cant¨¢brico. As¨ª que vamos a buscar refugio en una bodega.

En estas fechas se celebra en Franschhoek (el rinc¨®n de los franceses en afrikaans) el Bastille Festival en honor a su pasado franc¨¦s. All¨¢ por el siglo XVII, los hugonotes, huyendo de las persecuciones religiosas, trajeron el vino a Sud¨¢frica y se instalaron en este rinc¨®n de la antigua colonia holandesa. Aqu¨ª aplicaron las t¨¦cnicas utilizadas en Francia y hoy en d¨ªa el vino forma una parte muy importante de la cultura y la econom¨ªa del pa¨ªs.

El pueblo y el valle en el que se encuentra son preciosos. Uno tiene la sensaci¨®n de estar en alg¨²n lugar de Europa: la arquitectura es de estilo holand¨¦s, sus habitantes son mayoritariamente afrik¨¢ners (altos y rubios) y los vi?edos se extienden hasta alcanzar las laderas m¨¢s escarpadas de las monta?as. Definitivamente, no parece ?frica.

Durante el festival se instalan varios mercados de comida, bebida y souvenirs en los que uno puede comprar boinas francesas, l¨¢minas de paisajes inspirados en las llanuras del Serengueti o paelleras valencianas, mientras escucha coros africanos. Sin olvidar un delicioso chocolate fundido con fresas. Para a?adir un ingrediente m¨¢s a esta ensalada de est¨ªmulos, en todas las ventanas y balcones cuelgan banderolas francesas en las que los visitantes no paran de hacerse fotograf¨ªas.

En la carretera que va desde la N1 hacia Stellenbosch y Franschhoek existen multitud de fincas en las que se puede degustar el mejor vino sudafricano por algo menos de 3 euros. Si adem¨¢s hay hambre, el precio sube un poquito, pero sigue siendo razonable. Algunas de estas fincas son las siguientes:

Haute Cabri¨¨re

Se encuentra en Franschhoek. Esta finca es muy recomendable, al igual que sus vinos, Pierre Jourdan y Haute Cabri¨¨re. Los Von Armin adquirieron los terrenos en los a?os ochenta, aunque los or¨ªgenes de la finca se remontan a 1700. El peculiar establecimiento se encuentra totalmente bajo tierra, lo que permite que el vino tenga una calidad excelente y, al no haber construcci¨®n en la superficie, no altera el paisaje del valle. Tambi¨¦n es posible hacer un tour por las bodegas, a lo largo del cual los propietarios explican los distintos tipos de uvas que utilizan (Chardonnay y Pinot Noir) y el proceso de elaboraci¨®n de los distintos caldos. Adem¨¢s se puede contemplar como abren las botellas al estilo sabrage, sesgando la botella con un sable.

Muratie

La segunda finca m¨¢s antigua de Sud¨¢frica -ya? que la primera es Groot Constantia, en Ciudad del Cabo-, Muratie es tan bonita y tan de postal que hasta la bicicleta vintage de la entrada est¨¢ en el lugar preciso y las telas de ara?a del techo quedan estupendas. Sus m¨²ltiples recovecos forman peque?os comedores, lo que explica que despu¨¦s de unos vasos de vino uno se encuentre un poco confundido. Por unos 15 euros se puede disfrutar de una cata de vinos y una pierna de cordero. No es Segovia, pero no est¨¢ mal.

Delvera

Delvera, adem¨¢s de ofrecer degustaci¨®n de vino sudafricano (no de cosecha propia), tiene actividades espec¨ªficas para ni?os. Se encuentra junto a Dirtopia, un centro de turismo activo y de interpretaci¨®n de la naturaleza en el que se pueden alquilar bicicletas de monta?a y de donde parten senderos que recorren los vi?edos de la zona.

{ "active": true, "code": "312659", "elementType": "offerExtension", "id": 14, "name": "CIUDAD DEL CABO", "service": "tripadvisor" }