Taiwan, 165 kil¨®metros y una bici

Cinco y media de la ma?ana en Taipei. El sol se levanta t¨ªmido, saludando a los taiwaneses que a esa hora empiezan a practicar alg¨²n arte marcial por los parques de la capital. Ponemos rumbo a la estaci¨®n principal de la ciudad, donde por 350 NTD (menos de 9 euros) cogemos un tren hasta Hualien, la puerta de entrada a la Costa Este de la isla. En un par de horas llegamos all¨ª y un autob¨²s despu¨¦s ya estamos en una de las mayores atracciones de la regi¨®n: el Parque Nacional de Taroko.

A veces saturado por las visitas de los grupos de turistas de la Rep¨²blica Popular China, Taroko es famoso por su espectacular t¨²nel de las nueve vueltas o el Santuario de la Eterna Primavera. Pero la verdadera aventura comienza al d¨ªa siguiente. Nos levantamos temprano para coger las bicis en la tienda Giant junto a la estaci¨®n de tren de Hualien; por unos 350 NTD al d¨ªa se pueden alquilar estupendas bicicletas con todo lo necesario para recorrer la Costa Este. El objetivo es llegar a Taitung, a m¨¢s de 165 kil¨®metros.

Para llegar hasta all¨ª desde Hualien los ciclistas tienen dos opciones: la carretera 9 que discurre m¨¢s por el interior ¨Cpor el?East Rift Valley¨C? o la n¨²mero 11 que pasa por las monta?as junto al oc¨¦ano Pac¨ªfico. Cogemos la segunda. La n¨²mero 11 es el sue?o de cualquier aficionado a la bicicleta; en pocos lugares del mundo se puede pedalear bajo las nubes entre cumbres y observar a la vez los delfines, y en ocasiones ballenas, que se acercan a la costa.

Al grito de Jiayou (¼ÓÓÍ, ¨¢nimo), los habitantes de la zona nos van saludando en los primeros 70 kil¨®metros hasta Shihtiping, el final de la primera etapa. Una vez all¨ª hay una zona de acampada junto a la playa que sirve como primer punto de descanso durante el viaje; cuando llega la noche el cielo se llena de estrellas y el oc¨¦ano empieza a cantar con suavidad, record¨¢ndonos porqu¨¦ necesitamos viajar.

Para el d¨ªa siguiente no hay un plan determinado, simplemente pedalear y ver qu¨¦ nos encontramos en este paisaje salvaje. Desde Shihtiping ponemos rumbo al sur, cruzando el landmark del Tr¨®pico de C¨¢ncer y la cueva de los ocho inmortales (Baxian cave); estas cuevas, que el mar cre¨® hace cientos de a?os, tienen hoy en d¨ªa un uso religioso. A lo largo de la carretera el paraje se hace cada vez m¨¢s sencillo y plano en comparaci¨®n con el d¨ªa anterior. Tras unos 45 kil¨®metros recorridos llegamos al atardecer a Sanxiantai (ÈýÏĘ́), una peque?a isla rocosa conectada a la costa a trav¨¦s del puente del drag¨®n, cuya forma se asemeja a esta figura mitol¨®gica.

Tras presenciar el amanecer en el faro de Sanxiantai, el punto m¨¢s alto de la ¨ªnsula, nos ponemos rumbo a Xiaoyeliu (СҰÁø), cerca ya de nuestro destino final en Taitung. En estos ¨²ltimos kil¨®metros se percibe el peso de la cultura aborigen en Taiw¨¢n. Antes de que la etnia Han llegara a Formosa, los abor¨ªgenes llevaban en esta tierra m¨¢s de 8.000 a?os. Aunque los datos difieren seg¨²n la fuente consultada, Taiwan sigue siendo el hogar de unas 14 tribus, a las que pertenecen algo m¨¢s de medio mill¨®n de habitantes. Durante siglos los nativos sufrieron las calamidades impuestas por los colonizadores que pasaron por Formosa. La zona en la que nos encontramos viajando es la de la tribu de los Amis.

Un poco antes de Taitug, montamos las tiendas en la zona de acampada de Xiaoyeliu y ponemos rumbo, ahora caminando, al puerto de Fugang, una zona en la que hartarse de buen marisco por poco m¨¢s de 200 NTD (unos 5 euros). Como es la ¨²ltima noche hay que celebrarlo: ?Taiwan beer para todos!

El d¨ªa siguiente nos levantamos temprano para coger el tren de vuelta a Taipei. La estaci¨®n de tren de Taitung est¨¢ a menos de cinco kil¨®metros de donde nos encontramos. Antes de marcharnos, devolvemos las bicicletas en la tienda de Giant situada en la misma estaci¨®n; todo perfecto, el sistema de alquiler de la marca de bicis taiwanesas es uno de los m¨¢s eficientes que se puede encontrar en el mundo, f¨¢cil, sencillo y r¨¢pido. ?Qu¨¦ quieres viajar con tu propia bici? Ning¨²n problema, los trenes de la isla son bicycle friendly, solo hay que hacerse con alg¨²n billete para algunos de los trenes con vagones adaptados para transportar bicicletas.?