Mashhad, el fervor de los chi¨ªes
Peregrinaci¨®n a la tumba del imam Reza, impresionante lugar de culto en Ir¨¢n
La escena es impactante. Pasmosa. Un flujo continuo de peregrinos, hombres y mujeres por separado, se abalanza sobre la tumba, cobijada en un templete enrejado. Se atropellan, se zarandean para lograr tocar las rejas, agarrase a ellas, colgarse de ellas, besarlas. Muchos hombres a¨²pan a sus hijos para acercarlos a la tumba sagrada. Hay muchos lisiados, varios en silla de ruedas, a la espera de un milagro, como si estuvi¨¦ramos en una Lourdes</CF> musulmana. El ambiente es de un fervor tenso e intenso. Del lado de las mujeres se oyen gritos de histeria, mientras algunas se estiran en el suelo. Varios peregrinos lloran, otros leen de manera compulsiva textos sagrados. De vez en cuando, un hombre grita un eslogan religioso al que la muchedumbre responde a coro con un rugido sordo. El flujo no para, parece una batalla campal. El marco tambi¨¦n es sobrecogedor: la luz resplandeciente de las l¨¢mparas de ara?a se ve reflejada por la brillante decoraci¨®n, hecha de millares de trozos de cristal, de la c¨²pula del techo y de las paredes.
Estamos en el sanctasanct¨®rum del chiismo, la religi¨®n mayoritaria en Ir¨¢n: el mausoleo del imam Reza en Mashhad. Cada a?o, entre 20 y 25 millones de personas, iran¨ªes en su mayor parte, pero tambi¨¦n chi¨ªes de otras procedencias ¡ªsobre todo de los pa¨ªses del Golfo¡ª, peregrinan hacia este lugar venerado como si fuera la Meca del chiismo. De hecho, como en la ciudad santa saud¨ª, el viaje a Mashhad convierte al peregrino en una persona para siempre diferente: un mashti. Uno deambular¨ªa embobado durante horas a trav¨¦s de este enorme complejo de patios, mezquitas, minaretes (hay 14) que incluye tambi¨¦n, am¨¦n del mausoleo, una universidad, una biblioteca y un museo. Con unos 600.000 metros cuadrados, es el lugar de culto isl¨¢mico de mayor superficie del mundo. La fascinaci¨®n surge por todas partes. Por ejemplo, en este patio donde unos hombres rezan a gritos golpe¨¢ndose con fuerza y de manera r¨ªtmica el pecho. O en ese otro donde un hombre est¨¢ leyendo unos textos religiosos relativos al imam Reza y quienes le escuchan, sentados en c¨ªrculo, sollozan ruidosamente, como pla?ideras. Unas pantallas gigantes retransmiten la pr¨¦dica de un cl¨¦rigo que, ¨¦l tambi¨¦n, llora desconsoladamente. Como si el asesinato del imam Reza hubiera ocurrido ayer.
Ocurri¨®, sin embargo, hace 12 siglos, en el a?o 818. Ali ibn Musa, conocido tambi¨¦n como Ali Reza, era entonces el octavo de la estirpe de imames descendientes de Ali, yerno de Mahoma. La ¨²nica rama geneal¨®gica que los chi¨ªes reconocen como sucesi¨®n del profeta. Viv¨ªa en Medina. Cay¨® aparentemente en una trampa. Ma¡¯mun, el califa sun¨ª de una ciudad pr¨®xima a Mashhad, Merv (hoy en Turkmenist¨¢n), lo llam¨® para que asumiera su sucesi¨®n; un gran acontecimiento en un contexto de profunda inquina entre las dos ramas del islam. Pero Ma¡¯mun s¨®lo buscaba un apoyo en la guerra que libraba contra su hermano para ser reconocido como califa. Aparentemente celoso del carisma de Reza, Ma¡¯mun finalmente lo mand¨® matar con uvas envenenadas en un pueblo llamado Sanabad. Seg¨²n la leyenda, la v¨ªspera del asesinato, Reza, que ten¨ªa entonces 53 a?os, tuvo un sue?o en el que aparec¨ªa su abuelo advirti¨¦ndole de lo que iba a pasar. La ma?ana siguiente, Reza dio instrucciones precisas respecto a la manera en la que deb¨ªa de ser enterrarlo. Poco tiempo despu¨¦s, Sanabad cambi¨® su nombre por el de Mashhad, "el lugar del martirio" en farsi.
Gu¨ªa
Informaci¨®n
Gran parte del Haram-e Razavi, y especialmente la tumba del imam, est¨¢ te¨®ricamente cerrada para los no musulmanes. Pero recientemente los vigilantes parecen haber relajado el control y visitarlo se ha vuelto posible. Conviene vestir discretamente, con colores oscuros (el chador es imprescindible para las mujeres), comportarse de manera discreta y renunciar a la c¨¢mara. Lo mejor es acercarse de noche, a partir de las 18.00, cuando el Haram est¨¢ cerrado a los no creyentes. Una vez pasado el control de seguridad de la entrada (debido a un atentado en 1994), uno se puede mover con relativa facilidad por todo el recinto. El impacto que produce la llegada a la tumba justifica ampliamente todos los esfuerzos.
C¨²pula turquesa
El mausoleo del imam Reza hab¨ªa nacido y empez¨® a crecer. No ha parado de hacerlo desde entonces, con ampliaciones sucesivas que a¨²n prosiguen. Desde el hijo de Tamerl¨¢n hasta la dinast¨ªa de los saf¨¢vidas, cada uno quiso hacer su aportaci¨®n al recinto, especialmente despu¨¦s de que el chiismo fuera proclamado la religi¨®n oficial de Persia. Hoy, el conjunto, llamado Haram-e Razavi, representa una de las maravillas arquitect¨®nicas del mundo isl¨¢mico. Lo dominan la c¨²pula totalmente recubierta de oro del edificio donde se encuentra la tumba, y otra c¨²pula de color turquesa, la de la mezquita de Goharshad: construida en el siglo XV al estilo de Samarcanda, es la m¨¢s suntuosa del recinto, con su fachada enteramente cubierta de mosaicos en los que domina el turquesa y el verde, sus l¨¢mparas de ara?a y sus paredes recubiertas de una mir¨ªada de pedazos de cristal.M¨¢s prosaicamente, el Haram-e Razavi se ha transformado, gracias a las generosas donaciones de sus millones de fieles, en un verdadero imperio econ¨®mico. Controla muchas empresas de varios sectores, desde la fabricaci¨®n de alfombras hasta el transporte o el inmobiliario. Es el verdadero motor econ¨®mico de una ciudad que se ha convertido en la segunda del pa¨ªs tras recibir varias oleadas de inmigrantes: primero, los que hu¨ªan de la guerra con Irak, ya que era la gran ciudad iran¨ª m¨¢s lejana de la l¨ªnea de frente; despu¨¦s, los que escapaban de Afganist¨¢n, un pa¨ªs que dista menos de 200 kil¨®metros. Hoy, Mashhad es una gran ciudad moderna de tres millones de habitantes, con unos cuantos rascacielos y un tr¨¢fico intenso y ca¨®tico, y que apenas reconoce quien la visit¨® hace unas d¨¦cadas. Las multitudes colman sin cesar sus aceras (ellas invariablemente cubiertas del chador negro), como si todos estuvieran permanentemente convergiendo hacia este santuario y hacia esta tumba en la que yace el venerado imam que, hace m¨¢s de mil a?os, so?¨® con su asesinato.
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