En el restaurante de Bon Jovi, t¨² pagas lo que quieras

Un pu?ado de camareros de distintas edades sonr¨ªen al darte la bienvenida al restaurante. Uno se acerca para conducirte a tu mesa, otro te trae el men¨² y una ¨²ltima sirve agua mientras te acomodas. No es un restaurante de lujo, ni ellos son camareros profesionales, pero la energ¨ªa que desprenden es ciertamente el¨¦ctrica. Su atenci¨®n es una parte fundamental de la experiencia en Soul Kitchen, la cocina del alma con la que Jon Bon Jovi intenta caldear el est¨®mago y el esp¨ªritu solidario de la comunidad en Red Bank (Nueva Jersey).

Situado en el lado oriental de la v¨ªa del tren, con conexi¨®n directa a Nueva York, la fachada roja de Soul Kitchen est¨¢ a tan solo unos pasos de los maletines y las siluetas trajeadas que van y vienen de la Gran Manzana. Al mismo tiempo, la v¨ªa marca el l¨ªmite entre la zona adinerada de la localidad y las calles m¨¢s deprimidas del Red Bank. Soul Kitchen ha elegido cuidadosamente su entorno para alcanzar su objetivo: difuminar fronteras, tanto por dentro como por fuera.

Jon Bon Jovi Soul Kitchen es un restaurante sin precios en la carta; los comensales est¨¢n invitados a aportar una donaci¨®n libre (se sugiere un m¨ªnimo de 10 d¨®lares por persona), pero si no hay dinero para pagar la cena el trabajo voluntario puede servir para abonar la cuenta.

El men¨² del d¨ªa, con varias opciones a elegir (primer plato, segundo y postre del d¨ªa, pan y bebida y t¨¦ o caf¨¦) es sencillo y sabroso. Los platos, mimados por el personal de cocina, destacan por su buena presentaci¨®n y por sus ingredientes frescos, muchos de ellos procedentes de la huerta que flanquea la entrada al restaurante. All¨ª es donde una pareja de mediana edad, con la ropa un tanto ra¨ªda, se acerca a echar una mano una vez disfrutada la cena.

Mientras suenan Night at the Opera, de Queen, y otros cl¨¢sicos del rock & roll, una mesa plagada de j¨®venes estudiantes celebra su encuentro con una foto de grupo. Al final, el personal de Soul Kitchen, incluido el equipo de la cocina que est¨¢ abierta a la sala, se apunta a inmortalizar el momento. Y es que en el restaurante de Jon Bon Jovi nadie se asusta al ver un flash.

Adem¨¢s de su labor diaria como restaurante comunitario, en Soul Kitchen se celebran eventos para concienciar sobre diversos problemas sociales: uno de los ¨²ltimos fue el d¨ªa internacional de la erradicaci¨®n del hambre en el mundo, el pasado 17 de mayo. Y, de vez en cuando, acuden al comedor personalidades tan destacadas como el expresidente norteamericano Bill Clinton, que visit¨® el local recientemente.

¡°La esperanza es deliciosa¡±, se lee en grandes letras negras sobre fondo amarillo en la pared de Soul Kitchen. Apenas cae la noche cuando el reloj toca la hora de cierre y, como en la canci¨®n de The Doors, despu¨¦s de cenar a uno le entran ganas de quedarse toda la noche all¨ª.

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