Arte rompedor en Rabat

El ¨²nico museo de nueva planta del Reino. As¨ª se ha presentado el flamante Museo Mohammed VI de Arte moderno y contempor¨¢neo de Rabat. Y es que Marruecos es algo m¨¢s que su rica artesan¨ªa y su tradici¨®n popular. El pa¨ªs ha sido y es semillero fecundo de artes pl¨¢sticas, fotograf¨ªa y escultura, como se aprecia en la exposici¨®n inaugural de este centro que abri¨® sus puertas el pasado mes de octubre.

A destacar, en particular, los artistas de mediados de siglo XX, anteriores a la descolonizaci¨®n e influenciados por los movimientos europeos con sabor reivindicativo y hondo, algunos tan eminentes como Ahmed Cherkaoui y Jilali Gharbaoui, dos grandes de la pl¨¢stica marroqu¨ª, a los que se suman otras figuras contempor¨¢neas como Mohammed Kacimi, Farid Belkahia, as¨ª como aquellas talentosas y lib¨¦rrimas representantes del arte ingenuo que fueron Chaibia Tallal y F¨¢tima Hassan El Farouj. Todos ellos han trascendido el ¨¢mbito nacional.

Estos y otros artistas menos conocidos son los que hoy est¨¢n representados, a veces de forma a¨²n demasiado t¨ªmida, en el nuevo museo de arte moderno y contempor¨¢neo, que, seg¨²n explica su director, Abdel Idrissi, ir¨¢ forjando y aumentando su colecci¨®n permanente poco a poco. El centro acoger¨¢ distintas exposiciones temporales, entre ellas la espectacular muestra de arte isl¨¢mico medieval marroqu¨ª que hoy se encuentra en el Louvre de Par¨ªs y que llegar¨¢ a este pa¨ªs en primavera. Lo notable es que en este breve periodo de tiempo ha recibido m¨¢s de 25.000 visitantes, lo que demuestra la sed de cultura de los rabat¨ªes. La entrada, de momento, es gratuita.

Son adem¨¢s rese?ables otros estilos, como el poco conocido orientalismo marroqu¨ª de principios de siglo XX, y movimientos como el Grupo de Casablanca, de los a?os 60 y 70, muy pr¨®ximo del arte pop y el descaro crom¨¢tico. En otro orden de cosas, es tambi¨¦n notable la caterva de excelentes fot¨®grafos y fot¨®grafas contempor¨¢neos como Lalla Esaydi, Hassan Hajjaj y Fouad Maazouz, entre otros.

Si bien el edificio ¨Cubicado en el coraz¨®n administrativo y colonial de la capital¨C no deja lugar ni al asombro ni a la sorpresa en su ansia de no desentonar con el patrimonio arquitect¨®nico del barrio, est¨¢ sin embargo dotado de buenos espacios y salas, y de una adecuada iluminaci¨®n, tanto natural como artificial para dar realce a las obras.

Jinetes de 'La Foule'

El discurso expositivo es interesante y permite, si se sigue con fidelidad y se lee atentamente (solamente en ¨¢rabe y en franc¨¦s), comprender el devenir de este arte rompedor en una sociedad altamente conservadora. As¨ª, comienza con algunas obras fotogr¨¢ficas espectaculares de hoy en d¨ªa, para adentrarse despu¨¦s en el orientalismo del siglo XX con figuras como Hassan El Glaoui, Ben Ali R¡¯bati y la artista Meriem Meziane. Algo que no deja de resultar ex¨®tico trat¨¢ndose de un estilo de mirada externa por antonomasia.

De ¨¦poca posterior, en el espacio dedicado al arte figurativo encontramos una tela de Amine Demnati a rebosar de jinetes perteneciente a la serie La Foule (1960-1970), cuya r¨¦plica fue vendida en una subasta internacional, seg¨²n Iman Imjan, por cuatro millones de d¨®lares.

Tambi¨¦n est¨¢n representados el expresionismo, con algunas telas notables de Ahmed Yacoubi, y la abstracci¨®n conceptual, con diversas obras de Mohamed Melehi. Singular es la obra de Andr¨¦ Elbaz, artista jud¨ªo marroqu¨ª impulsor de la reina de la pintura naif, la gran Chaibia, y promotor de un cierto deconstructivismo. Tanto es as¨ª que el propio Centre Pompidou de Par¨ªs le dedic¨® una retrospectiva en los a?os noventa. Rachid Sebti y Mekki Megara, por su parte, son algunos de los pintores de los a?os cincuenta de corte cl¨¢sico y con una s¨®lida formaci¨®n acad¨¦mica.

El recorrido termina con un paseo contempor¨¢neo por el s¨®tano del edificio, que fue pensado para servir de garaje y finalmente se destin¨® a los j¨®venes autores que mediante sus performances e instalaciones denuncian el peso de la tradici¨®n y la desigualdad social. As¨ª lo hacen, por ejemplo, el fot¨®grafo Rim Battal, con esas mujeres infelizmente casadas, y Amir Noureddine, con sus esculturas de ropajes imposibles.

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