En un mundo digital

Cuando en 2010 Google puso en marcha un centro de servidores para Europa en el municipio de Saint-Ghislain, a 10 kil¨®metros de Mons, sirvi¨® de im¨¢n a un centenar largo de empresas tecnol¨®gicas, Microsoft entre ellas. Adem¨¢s de crear puestos de trabajo muy cualificados en esta ciudad belga, estas empresas han logrado transformar una cuenca empobrecida por la crisis del carb¨®n en The Digital Innovation Valley (un ¨¦mulo de Silicon Valley). Muchos proyectos de Mons 2015 se han beneficiado del empuje tecnol¨®gico, cuando no de un directo patrocinio. Uno de los lemas de la capitalidad cultural europea de 2015 de Mons es precisamente ¡°Donde se encuentran cultura y tecnolog¨ªa¡±.

Es como si ese enclave minero estuviera predestinado a explotar no ya el carb¨®n, sino la inteligencia. De hecho, cuando uno echa pie a tierra en Mons, lo primero que piensa es que se ha colado en un patio de colegio. Estudiantes por doquier, chicos y grandes, del mundo o del planeta Erasmus. No es un espejismo; la poblaci¨®n estudiantil ronda los 15.000 alumnos, en una almendra hist¨®rica de apenas 20.000 vecinos; unos 100.000 si se cuenta la veintena de poblaciones sat¨¦lites.

O sea que Mons es una poblaci¨®n peque?a, se mire como se mire. Eso s¨ª, con todo el encanto que ello supone: coqueta, sosegada, segura, con todo a mano o a golpe de pedal. Desde aulas tecnol¨®gicas hasta un puerto deportivo (en el llamado canal Le Grand-Large). Con el recinto medieval perfectamente dibujado en torno a la Grand Place que preside un ayuntamiento g¨®tico. Para la capitalidad cultural destacan la ampliaci¨®n del Museo de Bellas Artes (BAM) con una nueva sede, Artoth¨¨que, y el nuevo Th¨¦?tre Le Man¨¨ge, que ya funciona a tope. Muy avanzadas est¨¢n las obras del Historium, en el Beffroi (las ventanas de la torre servir¨¢n para echar un vistazo virtual a estampas hist¨®ricas). Tambi¨¦n a buen ritmo van las obras de Arsonic, un nuevo templo para la m¨²sica, en la patria chica de Orlando di Lasso; o las del Mundaneum, un centro de cultura digital bajo patrocinio de Google, que colabora en algunas de sus exposiciones (como Mapping know?ledge) y en conferencias o programas educativos.

Entre las muestras m¨¢s llamativas est¨¢ la del BAM sobre Van Gogh, quien comenz¨® su vida p¨²blica predicando en el Borinage como ministro de la iglesia holandesa reformada, a las afueras de Mons, y all¨ª decidi¨® abandonar sus tareas religiosas y dedicarse solo a la pintura (se puede visitar su casa). Tambi¨¦n en el BAM, la exposici¨®n Verlaine cell n? 252 recordar¨¢ los dos a?os que el poeta pas¨® encerrado en la c¨¢rcel de Mons por pegarle un tiro a su amante Rimbaud, tiempo que aprovech¨® para escribir algunos de sus mejores poemas.

En fin, lo mejor es consultar con calma el programa de actividades (www.mons2015.eu). Y mejor a¨²n, dejarse embeber por el propio desenfado de esta ciudad relajada.

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