Hu¨¦spedes mimados

Es reconocido por muchos como el mejor hotel de Salamanca. El que m¨¢s cuida los detalles, el s¨²mmum del refinamiento y la empat¨ªa con los hu¨¦spedes. Juli¨¢n Almaraz, al tim¨®n, no ceja en su empe?o por innovar cada d¨ªa y encontrar una nueva manera de agasajo, un nuevo perfume de establecimiento dirigido al tipo de hu¨¦sped que repite con el convencimiento de estar habitando un palacio en la ciudad de los palacios. Y eso que la aparente monumentalidad del edificio, en siller¨ªa rosa de Villamayor, no ha cumplido todav¨ªa un siglo de existencia. Fue construido en los ¨²ltimos a?os cuarenta del siglo pasado por el arquitecto municipal Ricardo P¨¦rez, cuya adicci¨®n al R¨¦gimen impregn¨® otras creaciones historicistas como el Palacio de Justicia salmantino.

Frente a la entrada hay sitio para estacionar un rato y bajar las maletas. Un empleado del hotel se ocupa enseguida de conducirlo al garaje, mientras se simplifican los tr¨¢mites de registro para molestar lo m¨ªnimo al reci¨¦n llegado. Finalizada la estancia, el veh¨ªculo vuelve a manos de su propietario con el parabrisas inmaculado y una botella de agua mineral para el viaje. El peri¨®dico en la habitaci¨®n, la reserva en el restaurante, las indicaciones para visitar la ciudad¡­ Almaraz vive pendiente de todos los detalles, inquieto por saber qui¨¦n es su hu¨¦sped y c¨®mo superar sus expectativas de viaje. Su credo est¨¢ forjado en la alta escuela de la hospitalidad.

El cat¨¢logo mobiliario del establecimiento es rico y noble: aparadores y armarios de caoba, estanter¨ªas con libros, centros de flores, lencer¨ªa fina, vajilla con nombre¡­ Y unas vidrieras llamativas en el sal¨®n vestibular. Reminiscencias de una hoteler¨ªa de lujo hoy perdida. En las zonas comunes (escasas) y en las habitaciones, amplias y acogedoras, vestidas con un colch¨®n de mucha calidad y s¨¢banas de algod¨®n mercerizado. Bien insonorizadas las que dan al patio interior y mucho mejor las que miran a la calle. Quiz¨¢ los cuartos de ba?o, en tonos claros, merecer¨ªan un toque m¨¢s actual que el que ofrece su nueva grifer¨ªa termost¨¢tica.

De nuevo Juli¨¢n Almaraz por la ma?ana. Su pasi¨®n no tiene l¨ªmites y desde muy temprano circula por la casa pendiente de que los desayunos constituyan otra experiencia digna de ser descrita en TripAdvisor. Los zumos frescos, el pan casero, la boller¨ªa reci¨¦n horneada, los huevos al gusto, fruta del d¨ªa¡­ Tan solo la mermelada es for¨¢nea, de campo, que en eso han tenido siempre fama los ingleses.

Horas m¨¢s tarde, la nostalgia del Rector embarga a quien abandon¨® Salamanca.

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