La ruta del modernismo
Once iconos europeos del Art Nouveau, desde Barcelona hasta Riga, en Letonia
L¨ªneas inspiradas en el mundo vegetal, vidrieras pintadas, decoraci¨®n profusa y mucha imaginaci¨®n, as¨ª es el modernismo. Nos vamos de viaje con las sensuales mujeres de Klimt o las incre¨ªbles joyas de Lalique para conocer las bocas de metro m¨¢s bellas del mundo o las fachadas m¨¢s decoradas de Europa
A finales del siglo XIX y principios del XX, Europa se llen¨® de obras diferentes, rompedoras, alejadas de la tradici¨®n cl¨¢sica. Era un estilo nuevo, el modernismo, que triunf¨® en todo el continente con diferentes nombres: Art Nouveau (en B¨¦lgica y Francia), Jugendstill (en Alemania y los pa¨ªses n¨®rdicos), Sezessi¨®n (en Austria), Liberty (en Italia) o Modern Style (en los pa¨ªses anglosajones). Visitamos algunos de los hitos de esta revoluci¨®n est¨¦tica que dibuj¨® un nuevo estilo europeo.
01 ¡®Judith I¡¯, de Klimt
VIENA
Comenzamos el viaje en Viena porque aqu¨ª es donde se encuentran algunas de las obras m¨¢s representativas de este estilo. La visita modernista por la capital austriaca incluye inevitablemente el Palacio Belvedere, hoy convertido en un museo donde nos reciben, con sus dorados intensos, los cuadros m¨¢s conocidos de Gustav Klimt: aqu¨ª est¨¢ El beso y la no menos c¨¦lebre Judith I. Con sus mujeres l¨¢nguidas y sensuales, Gustav Klimt quiz¨¢ sea el pintor art nouveau por antonomasia. Judith fue una hero¨ªna b¨ªblica, una viuda hebrea que salv¨® a su pueblo engatusando al general del ej¨¦rcito enemigo. Con un generoso empleo del dorado, un gran collar, ropajes azul marino y estilizados ¨¢rboles dorados que parecen brotar de sus hombros, la Judith de Klimt, pecho al descubierto y una expresi¨®n de triunfante ¨¦xtasis sexual, sostiene la cabeza decapitada de Holofernes en su delgada y oscura mano. Sin duda Klimt levant¨® serias ampollas a lo largo de su carrera.
Judith I se expone en el Belvedere Alto de Viena. Este palacio barroco acoge no uno, sino tres museos diferentes que van del arte medieval al modernismo, pasando por el barroco.
02 Visita a la ¡®Princezna Hyacinta¡¯
PRAGA
La siguiente parada de la ruta del Art Nouveau no queda muy lejos. En Praga, el artista moravo Alphonse Mucha dej¨® ejemplos notables de dise?o gr¨¢fico y propaganda en este estilo. Algunas de sus im¨¢genes m¨¢s emblem¨¢ticas proceden de sus carteles para licores, cigarrillos y obras de teatro, con muchachas eslavas de mirada penetrante en posturas relajadas. Princezna Hyacinta era un p¨®ster publicitario de un ballet basado en un cuento de hadas. La actriz principal, con sus elocuentes ojos azules, posa contra un cielo de medianoche sosteniendo un extra?o artilugio realizado a base de jacintos de plata y tocada con una diadema de estrellas.
El Museo Mucha de Praga posee una impresionante colecci¨®n de sus pinturas, litograf¨ªas, paneles decorativos y dibujos.
03 Ba?os de Gell¨¦rt
BUDAPEST
La tercera pieza del tri¨¢ngulo centroeuropeo es la capital de Hungr¨ªa, donde el modernismo decora las fachadas y nos permite pasear entre bell¨ªsimas demostraciones, a cada cual m¨¢s original. Pero el s¨ªmbolo m¨¢s conocido del Art Nouveau en Budapest no es ninguna de estas, sino una espectacular piscina termal alicatada y rodeada de columnas que nos har¨¢ sentir como si estuvi¨¦ramos d¨¢ndonos un ba?o en el interior de una catedral. Flotando aqu¨ª es f¨¢cil sentirse como en otra ¨¦poca. Los ba?os est¨¢n junto al suntuoso Gell¨¦rt Hotel y se alimentan de los manantiales procedentes de la colina Gell¨¦rt, de propiedades curativas. La luz es tenue y los detalles decorativos y todo el ambiente est¨¢ concebido para llevar al visitante a esa especie de trance aletargante que muestran tantos cuadros modernistas.
Un masaje en el Gell¨¦rt Spa ayudar¨¢ a alcanzar el trance, sin duda.
04 Entrar al metro con Guimard
PAR?S
Para disfrutar del Art Nouveau en Par¨ªs no hay que entrar en los museos. Basta con buscar algunas de las m¨¢s bellas bocas de metro, esas que todo los turistas fotograf¨ªan. Las entradas del metro de Par¨ªs no solo son emblem¨¢ticas de este estilo, sino tambi¨¦n de la ciudad; cuesta creer que fueran tan criticadas al principio. Hechas de cristal y hierro forjado, y tan luminosas como las alas de algunos insectos, fueron dise?adas por Hector Guimard, quiz¨¢ el genio modernista m¨¢s subestimado de la historia. As¨ª, mientras que sus accesos al metro son tan famosos, ?qui¨¦n recuerda su nombre? Guimard muri¨® sin ning¨²n reconocimiento en Nueva York.
Desgraciadamente, muchas de las bocas han sido demolidas. La ¨²nica entrada original y totalmente intacta que queda est¨¢ en la estaci¨®n de Porte Dauphine, en la L¨ªnea 2.
05 La Casa Tassel
BRUSELAS
A menudo se habla de este edificio como la primera casa ¨ªntegramente art nouveau en su dise?o. Construida por Victor Horta para el cient¨ªfico belga ?mile Tassel, presume de sus l¨ªneas sinuosas y de su delicada ligereza modernista en estado puro. El exterior se curva en un elegante mirador y el interior utiliza con gran profusi¨®n el cristal para que la casa resulte luminosa. Hay murales, vidrieras, pilares de hierro que recuerdan ¨¢rboles delgados y motivos de mosaico. Horta dise?¨® todo, hasta los pomos de las puertas.
La casa Tassel est¨¢ en el n¨²mero 6 de Rue Paul-Emile Jansonstraat. Se abre a visitas en pocas ocasiones, pero solo el exterior ya merece la pena. En Bruselas hay otras tres casas construidas por Horta, una de las cuales (su casa taller; Rue Am¨¦ricaine 25) es tambi¨¦n el museo del artista, tambi¨¦n imprescindible para entender su obra y el modernismo en general.
06 Con una mujer fatal
LONDRES
Cruzamos el Canal de la Mancha hasta Londres, ciudad donde abundan los s¨ªmbolos del Art Nouveau, para fijar nuestra atenci¨®n en los retorcidos trazos de tinta de la mujer fatal de Aubrey Beardsley, sin¨®nimo de la decadencia del Aesthetic Movement, de gran influencia en el estilo modernista. Beardsley, coet¨¢neo de Oscar Wilde, fue un ilustrador que represent¨® lo sensual y lo grotesco. The Toilette of Salome, una t¨ªpica obra suya, muestra a una Salom¨¦ arregl¨¢ndose para consumar su venganza er¨®tica y criminal. Se la representa sonriendo bajo la borla de maquillaje del maligno payaso que la ayuda, con un libro de Sade en una estanter¨ªa al lado. El dibujo ilustr¨® la escandalosa obra Salom¨¦, de Wilde.
El Museo Brit¨¢nico exhibe una versi¨®n de la obra de Beardsley.
07 Willow Tea Rooms
GLASGOW
En Escocia buscamos las huellas del imprescindible Charles Rennie Mackintosh, el de la famosa silla de respaldo recto y la rosa estilizada, que alcanz¨® su apoteosis art¨ªstica en la ciudad de Glasgow con las Willow Tea Rooms de Sauchiehall Street (Sauchiehall significa callejuela de Sauces). Mackintosh fue el arquitecto del edificio y trabaj¨® en todos los aspectos de su dise?o, cucharillas y delantales incluidos. La verdadera crema de los salones de t¨¦ es la Room de Luxe, con su frescura blanca y plateada iluminada con un tono rosa p¨¢lido y otro p¨²rpura intenso; all¨ª tambi¨¦n se encontraban sus famosas sillas y vidrieras de tem¨¢tica bot¨¢nica.
Hay que dejarse caer por la encantadora Room de Luxe para probar unos bollos o comprar un libro (de dise?o, claro). Normalmente hay bastante cola pero merece la pena.
08 El maestro Gaud¨ª
BARCELONA
Volvemos al sur del continente para encontrarnos con el gran maestro del modernismo espa?ol. En Barcelona, el arquitecto Antonio Gaud¨ª ha dejado suficientes edificios y obras de arte como para articular una Ruta Gaud¨ª por la ciudad, aunque ahora nos centraremos en uno de sus edificios m¨¢s emblem¨¢ticos, ese que ning¨²n turista deja de visitar. La Casa Mil¨¤, una bestia ondulante, fue construida entre 1905 y 1910 como edificio de apartamentos y oficinas. M¨¢s conocida como La Pedrera (La Cantera) por su irregular fachada de piedra gris, ondea en un c¨¦ntrico chafl¨¢n barcelon¨¦s. Se trata del modernismo en su estado m¨¢s salvaje y exuberante, canalizado a trav¨¦s de la visi¨®n ¨²nica de Gaud¨ª y expresado en amplias curvas, formas org¨¢nicas inflamadas y giros inesperados. El efecto de ola queda enfatizado por los elaborados balcones de hierro forjado.
El edificio se encuentra entre los n¨²meros 261 y 265 del Carrer de Proven?a. Sin irnos muy lejos podremos disfrutar de otras obras maestras de Gaud¨ª, como la Casa Batll¨®.
09 La lib¨¦lula de Lalique
LISBOA
Sin dejar la pen¨ªnsula, encontramos, literalmente, una de las joyas del modernismo en Lisboa, y con forma de lib¨¦lula. Y es que esta especie era especialmente querida por los artistas art nouveau, joyeros de Tiffany incluidos. Se utiliz¨® en muchos dise?os y los patrones arabescos de sus alas se imitaron en la arquitectura. Los pavos reales y los escarabajos fueron otros de sus animales favoritos, por no mencionar a las mujeres enigm¨¢ticas y sensuales. El incre¨ªble broche en forma de lib¨¦lula (con alas articuladas) del innovador dise?ador de joyas y cristal Ren¨¦ Lalique lo integra todo en una rutilante diosa h¨ªbrida.
Tuvo un ¨¦xito arrollador en la Exposici¨®n Universal de Par¨ªs de 1900, donde fue presentada, y ahora se exhibe en la Fundaci¨®n Gulbenkian de Lisboa, junto a otras muchas joyas de Lalique. La joyer¨ªa fue uno de las artes que se vio favorecida por el modernismo, sobre todo gracias a los maestros franceses y belgas.
10 La capital del modernismo
RIGA
La verdadera capital del Art Nouveau no es ni Bruselas, ni Par¨ªs, ni Viena, sino la capital letona. La Unesco declar¨® el casco hist¨®rico de Riga como patrimonio mundial por su arquitectura modernista y es la ciudad del mundo con la mayor concentraci¨®n de edificios de este estilo. M¨¢s de 750 edificios modernistas que ocupan m¨¢s de un tercio del ¨¢rea central. Hay barrios tan enteramente modernistas que nos hacen sentir como si pase¨¢semos por una calle de finales del siglo XIX. El Art Nouveau no solo cre¨® un conjunto urbano uniforme y muy bello, sino que contribuy¨® a forjar el nacionalismo que llevar¨ªa a la independencia del pa¨ªs.
La libertad creativa que expresan las fachadas de los edificios reflejan tambi¨¦n el optimismo y prosperidad de una ¨¦poca en la que todav¨ªa formaban parte de la Rusia imperial.
11 Nuestras propias obras maestras
SALAMANCA, CARTAGENA, MELILLA
Y para concluir, dos recomendaciones para amantes del modernismo muy cerca de casa. La primera es una visita a la Casa Lis de Salamanca. Fue mandada construir por un pr¨®spero empresario de curtidos como residencia particular y hoy es la sede del Museo Art Nouveau y Art D¨¦co, que expone las colecciones donadas por el anticuario y coleccionista Manuel Ramos Andrade. Lo que m¨¢s llama la atenci¨®n son las vidrieras de la fachada sur, frente al r¨ªo, que dan a la casa una especial luminosidad.
La segunda recomendaci¨®n es darnos un paseo por algunas de las ciudades espa?olas donde el modernismo tuvo una especial importancia, como Cartagena (Murcia), donde el estilo triunf¨® en paralelo al auge de la explotaci¨®n de sus minas, o Melilla, donde lleg¨® de la mano de un disc¨ªpulo de Gaud¨ª, Enrique Nieto, autor de numerosos edificios, desde la sinagoga o la mezquita hasta diversos edificios para la Iglesia Cat¨®lica.
M¨¢s informaci¨®n en www.artnouveau.eu/es, 1000 lugares ¨²nicos y en www.lonelyplanet.es
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