20 playas para un ¡®selfie¡¯
Arena, sol y buen humor. Los mejores ingredientes de una escapada a la costa para retratarse con el mar de fondo
Con o sin palo telesc¨®pico, quiz¨¢ con tr¨ªpode o bluetooth, la autofoto se ha convertido en todo un arte de la representaci¨®n. A la operaci¨®n biquini vienen a a?adirse esta primavera los tutoriales para la elaboraci¨®n de selfies, en los que el tel¨®n de fondo es factor determinante. Y ah¨ª las playas, en plena naturaleza y ba?adas por luz de calidad, componen el photocall con el que proyectar una imagen optimista. Y seducir.
01 El castillo del mar
CALA JOVERA, TARRAGONA?
Pocos lugares tan ideales para el autorretrato de sabor medieval como el pueblo amurallado de Tamarit. Del empaque de esta fortaleza cerrada a las visitas ¡ªno as¨ª a las bodas, como la del futbolista Andr¨¦s Iniesta¡ª depend¨ªa el comercio de la comarca del Tarragon¨¦s all¨¢ por el siglo XI. El otrora fondeadero es hoy una cala ¡ªla Jovera¡ª con un morr¨®n p¨¦treo (al que se puede subir) que hace las delicias de los fot¨®grafos. De esta manera, figuran en el fondo del cuadro lo mismo ba?istas que elementos rom¨¢nicos y g¨®ticos del baluarte. Los hay que caminan estas playas recolectando cantos rodados de llamativa coloraci¨®n procedentes de la desembocadura del r¨ªo Gai¨¤. Conviene contar con el aparcamiento gratuito de la estaci¨®n de tren Altafulla-Tamarit, para pasear despu¨¦s 20 minutos por la playa. El arroz con bogavante espera a orillas del mar, en el Voramar / Cal Vitali (Altafulla; 977 65 06 30).
02 Desmesura de horizonte
CARNOTA, A CORU?A
La playa de Carnota, soberbia con marea menguante, es colosal. Infinitamente extensa como el mar abierto que, a golpes de olas, la barre a lo largo de siete kil¨®metros. Para inmortalizarse con el arenal m¨¢s dilatado de Galicia habr¨¢ que tirar en O Viso monta?a arriba direcci¨®n Paxareiras. Pasada la iglesia de San Mamede, a 3,2 kil¨®metros, hacer un cambio de sentido en el antiguo mirador y ya estamos en el de Louredo. Desde estos 300 metros de altitud, el Atl¨¢ntico parece tan azul como el cielo, pero mayor estupor causa el reflejo del sol de atardecida en las marismas seguido del molinete hipn¨®tico del faro de Finisterre. El restaurante A¡¯Morosa (http://a-morosa.com/) propone una actualizaci¨®n de la cl¨¢sica cocina gallega.
03 Ibiza, gama alta
NASSAU BEACH CLUB, PLAYA D¡¯EN BOSSA, IBIZA?
Quien pueda darse un capricho, que no pierda la oportunidad de pasar un d¨ªa de club en la playa m¨¢s tur¨ªstica de Ibiza. Mobiliario glamuroso (hamacas, camas balinesas y sof¨¢s), gastronom¨ªa molecular, c¨®cteles, servicio de camarero a pie de arena, m¨²sica lounge y deep house, boutique ibicenca, wifi gratuito, aplicaci¨®n de port¨¢til y, puestos a pedir, aparcacoches. Todos saben que no puede ser barato el Nassau (www.nassaubeachclub.com; cama balinesa para dos personas, 12 euros al d¨ªa; mojito, 13 euros), si bien el servicio y la calidad compensan el precio, y de ah¨ª saldr¨¢ el autorretrato con el que darles envidia a los dem¨¢s instagramers.
La playa d¡¯en Bossa, desde la inauguraci¨®n de los hoteles Usua?a Beach y HardRock, est¨¢ apostando por el cliente vip y hasta los ya construidos est¨¢n subiendo de categor¨ªa. Al Nassau Beach Club lo encontraremos en el extremo m¨¢s tranquilo, cerca de la bien erguida torre del Carregador, en la periferia del parque natural de las Salinas de Ibiza y Formentera.
04 El viento como paisaje
EL M?DANO, GRANADILLA DE ABONA, TENERIFE
Al amanecer, las formas sensuales de la Monta?a Roja y el mont¨ªculo Bocinegro estimulan a multitud de retratistas. En la composici¨®n se incluyen cometas y velas de kitesurfistas y windsurfistas, respectivamente, dispuestos en la zona acotada a partir casi del hotel Playa Surf Tenerife. Los ba?istas buscan el socaire del alisio junto a las edificaciones, que apantallan estupendamente. En la playa del Cabezo, el viento alcanza a¨²n mayor velocidad, por lo que suelen acudir deportistas de nivel avanzado. Para comer, Perlas del Mar (Los Abrigos; 922 17 00 14). Otra moderna sugerencia es el hotel Arenas del Mar (www.knhoteles.com).
05 Paralelos m¨¢s que evidentes
PLAYA DEL CAMELLO, SANTANDER, CANTABRIA
A todos les gusta acercarse en marea baja a la playa del Camello y fotografiarse junto a su gran roca, que evoca un rumiante del desierto escapado del zoo de la pen¨ªnsula de la Magdalena, territorio de focas, ping¨¹inos y leones marinos. Este popular arenal capitalino es tambi¨¦n cancha de juegos de pala, y una placa en el aparcamiento rememora la menci¨®n de este escollo en la novela Gloria, de Benito P¨¦rez Gald¨®s. Los que desean m¨¢s espacio recogen sus b¨¢rtulos y hacen mudanza a otros arenales del Sardinero.
06 Don natural
LAGA, IBARRANGELU, BIZKAIA
Tomando como punto de partida la playa de Laida, hay que conducir despacio, puesto que a mano izquierda aparecer¨¢n distintos apartaderos que ni pintados para el selfie. Delante se funde el monte Ogo?o, cuya cercan¨ªa buscan los surfistas, y un arenal del color de la arcilla, catalogado dentro de la reserva de la biosfera de Urdaibai. Laga es sin dudar un logro est¨¦tico recomendado para el paseo, incluso bajo la lluvia.
La mirada se pierde por encima de dunas que conservan una abundante flora, entre el arbolado de pinos, casi sin encontrar elementos disonantes. En mitad del arenal destaca la Piedra del Amor, y al fondo, la pintoresca Casa del Franc¨¦s. Siempre queda arena en pleamar. A la hora de la merienda, chocolate con pan tostado en el bar-playero Toki Alai.
07 El risco que enamora
FAMARA, TEGUISE, LANZAROTE
A nadie puede extra?ar que Pedro Almod¨®var introdujera este escenario ferozmente paisaj¨ªstico en su pel¨ªcula Los abrazos rotos (2009). ?C¨®mo entender esta playa sino como un observatorio privilegiado del risco de Famara ¡ªrayando los 500 metros de altitud¡ª, cuando no del archipi¨¦lago Chinijo, en especial la isla de La Graciosa? Su arena dorada se extiende por espacio de cinco kil¨®metros, impidiendo as¨ª el amontonamiento de ba?istas; las mismas dunas m¨®viles entre las que correteaba un ni?o llamado C¨¦sar Manrique. Ba?arse en estas aguas g¨¦lidas es arriesgado por las corrientes, como advierte la bandera roja met¨¢lica, permanente. Mejor pasear siendo testigos de los cursos de iniciaci¨®n al surf ¡ªCalima Surf (www.calimasurf.com) dispone de albergue en Famara¡ª antes de pasar al restaurante El Risco (www.restauranteelrisco.com).
08 Momento dunar
CABO DE TRAFALGAR, BARBATE, C?DIZ
Las Dunas es un local de visita preceptiva en la costa gaditana, lo mismo que el pueblo de Vejer de la Frontera o la playa naturista de Los Ca?os de Meca. Permanece abierto todo el a?o y atrae tanto por su techumbre de paja como por su vistoso mobiliario de madera tallada al que rodea un ambiente que definiremos como neoalternativo. Las hamburguesas de retinto acompa?adas con zumos y granizados naturales van parejos a las partidas de billar, hasta que el sol dora las dunas que conforman el t¨®mbolo del faro, declarado monumento natural; ondas arenosas que a menudo entierran la carretera de servicio. Una buena idea es rematar la jornada cenando en el restaurante Sajorami Beach (www.sajoramibeach.com; abre todos los d¨ªas).
09 De la que nadie habla
BOZO, VALD?S/LUARCA, ASTURIAS
Muy pocos saben localizar con exactitud el cabo de Busto: de ah¨ª su grado de preservaci¨®n en una costa asturiana tenida como la mejor conservada entre las espa?olas. A 1,1 kil¨®metros de la capilla localizada a la salida del pueblo de Busto, en direcci¨®n al faro, surge a mano izquierda el amplio aparcamiento del mirador del Tiro (no se?alizado), que hace especial honor durante los atardeceres. Desde la bancada de piedra se domina la fotog¨¦nica cala de Bozo, tapizada con cantos rodados y gravilla, protegida del nord¨¦s y, por tanto, indicada para disfrutar los d¨ªas de sol y playa.
Si queremos pisar la orilla, mejor bajar a pie por espacio de unos 300 metros. Despu¨¦s, qu¨¦ mejor que recorrer la senda costera hasta doblar el edificio del farero. La pasteler¨ªa Cabo Busto es una cita ineludible para adquirir, entre otros dulces, la tarta Asturias que elabora Jonathan Gonz¨¢lez.
10 Plantando el caballete
PORT BO, CALELLA DE PALAFRUGELL, GIRONA
Para captar el esp¨ªritu costabravense del Bajo Ampurd¨¢n solo hay que poner rumbo a Calella de Palafrugell ¡ªdonde Serrat se inspir¨® para componer Mediterr¨¢neo¡ª y buscar su playa ic¨®nica. El Port Bo y sus casas de pescadores del siglo XIX destilan el encanto de la mejor arquitectura popular, frente a las que descansan, varados, diversos llaguts. De este tradicional embarcadero sale una serie de piedras en forma de aguja, Es Codol, que se internan en el mar y desde las cuales el selfie con Les Voltes resulta definitivo. No es casual que a los pintores se hayan sumado autorretratistas aspirantes al trending topic. Quien busque una panor¨¢mica que abarque tambi¨¦n la playa del Canadell, que acuda a la terraza con bancos de la Casa Rosa.
11 Un Mediterr¨¢neo irreal
ES TALAIER, CIUTADELLA/CIUDADELA, MENORCA
La palabra maravilla no es en esta caleta un eufemismo o un superlativo: es el escenario de nuestros sue?os, minimalista, compuesta por una insuperable receta de pinares, arena blanca y un efecto ¨®ptico piscinero, de nadadores que, ingr¨¢vidos, parecen levitar. Sin duda, el autorretrato har¨¢ las veces tambi¨¦n de salvapantallas de ordenador. Dejar el coche en el aparcamiento (gratuito) del arenal de Son Saura; hasta junio no hay que madrugar para encontrar aparcamiento. Luego seguir 1,2 kil¨®metros por el Cam¨ª de Cavalls hacia el Este bordeando pinos y brezos, tomillos y juncos. Su nomenclatura alude a la atalaya de Artrutx, que se recorta en el otero. Otra ventaja a?adida de Es Talaier: los escollos que impiden la recalada de barcos de recreo. Una plaga en verano. Llevar agua y protector solar.
12 Verde, azul, rojo
PEDREGALEJO Y EL PALO, M?LAGA CAPITAL
Vaya l¨ªneas estilizadas las de estas embarcaciones de origen fenicio coloreadas en verdes, azules y rojos; proas con tajamares y ojos pintados en las bandas. Hoy las barcas de j¨¢bega (www.amigosjabega.org) se usan tanto para competiciones como para pasear a las V¨ªrgenes locales. Uno se hace un selfie junto a su proa y en las redes sociales geolocalizan inmediatamente los arenales malague?os. En Pedregalejo est¨¢ el chamba¨ªto (construcci¨®n techada) con j¨¢begas de regata de la Asociaci¨®n de Remo y Pala. La carpinter¨ªa de ribera la explican pormenorizadamente en el Ecomuseo de los Astilleros Nereo (650 07 84 83; www.astillerosnereo.es), donde todos se fotograf¨ªan con la j¨¢bega de pesca Rosario y Ana. En Nereo construyeron tambi¨¦n la Araceli y la Santa Cristina, conservadas en la carpa de la Asociaci¨®n de Pescadores del Litoral Este, en El Palo.
13 Neptuno en sus dominios
MELENARA, TELDE, GRAN CANARIA?
Esta playa urbana, en la que flamea la bandera azul, atrae a quienes han llegado con mucha antelaci¨®n al aeropuerto y desean despegar con buen sabor gran canario. Lo primero que ver¨¢n en el Atl¨¢ntico es una roca que apeana la estatua en bronce del dios Neptuno ¡ªhoy d¨ªa manco y sin tridente¡ª, firmada por Luis Arencibia Betancor, y a la que se puede acercar dando unas brazadas. Desde la misma orilla es factible incluir en la fotograf¨ªa a este gobernador de aguas y mares que busca reinventar el paisaje. Melenara cuenta adem¨¢s con un canal de ba?o acotado con boyas en las que poder recuperar el resuello. La estancia puede terminar, sin perder de vista la estatua, en el restaurante Los Corales (928 57 61 02; martes, cerrado), que confiere a las recetas tradicionales giros modernos.
14 Quedamos en los cubos
¡®LA ESTRELLA HERIDA¡¯, BARCELONA
Para dejar constancia del disfrute de un arenal, nada otorga mayor prestigio que hacerlo junto a una obra de arte, que adem¨¢s sirva de referente visual para no perderse. En el barrio de la Barceloneta resulta inconfundible La estrella herida (1992), escultura que afecta la forma de un minirrascacielos inclinado, firmada por la alemana Rebecca Horn. Sus cuatro cubos desalineados, desafiando la ley de la gravedad, est¨¢n erigidos sobre un plinto de hormig¨®n y son met¨¢fora de los ¡°cuartos de piso¡±, infraviviendas de 30 metros cuadrados que obligaban a los vecinos de la Barceloneta casi a vivir a la intemperie. Los autorretratos, por tanto, deber¨¢n adoptar un formato vertical. Para degustar arroces tradicionales, Can Sol¨¦ (www.restaurantcansole.com).
5 ?Cruceiros? Esto es Galicia
LANGOSTEIRA (FISTERRA, A CORU?A) Y A FONTA??A (VIGO, PONTEVEDRA)
En una instant¨¢nea playera no hay marchamo gallego m¨¢s idiosincr¨¢sico que un crucero de piedra. Erigida sobre una piedra de granito, A Cruz de Baixar tiene por nombre la cuesta que nos deposita en la playa de Langosteira, arenal deslumbrante y calmo. Pocos sospechar¨ªan este buc¨®lico encuadre de r¨ªa en el coraz¨®n de la Costa da Morte.
El contraste completo se yergue en A Fonta¨ª?a, concello de Vigo, un crucero rec¨®ndito donde los haya, que responde a la tipolog¨ªa de capela (capilla), y que nos acerca a las dunas recuperadas de O Vao, a la altura de la isla de Toralla. Aprovechar para conocer la villa romana.
16 El magnetismo de la r¨ªa
CA?O DE LA CULATA, CARTAYA, HUELVA
Su anchuroso y blanco arenal, como polvo de mariposa, acompa?a la desembocadura del r¨ªo Piedras y nos encara con el extremo de la flecha de El Rompido, declarada paraje natural. La lengua de arena arranca en Lepe y llega hasta la altura de Nuevo Portil, donde el Ca?o de la Culata. La foto de este ¨¢pice se ve animada con los ba?istas en un mar sin olas viendo el paso de barcos artesanales y de recreo rumbo a los puertos de El Rompido y El Terr¨®n. Dos transbordadores ayudan a los ba?istas que deseen saltar a la flecha para zambullirse en solitario.
17 Perspectiva acu¨¢tica
ERMITA DE SANTA B?RBARA, ZARAUTZ, GIPUZKOA
Otra playa a vista de dron gracias a la ubicaci¨®n de una ermita. Tras la visita guiada por el conjunto arqueol¨®gico monumental de Santa Mar¨ªa la Real podremos sumarnos al Camino de Santiago de la Costa GR-121, direcci¨®n Getaria. El repecho, muy pronunciado, de 175 metros, nos eleva a un escenario de vi?edos de chacol¨ª (junto a la bodega Santa B¨¢rbara). El campo visual desde la ermita de Santa B¨¢rbara resulta imponente. Nimbada por los ¨¢rboles, la playa zarauztarra descubre todo su se?or¨ªo cant¨¢brico ¡ªlos puntitos negros corresponden a surfistas¡ª hasta el campo dunar y, seguidamente, Talai Mendi como presencia monta?osa m¨¢s relevante. Para que la foto impacte es forzoso realizarla en horario de bajamar.
18 Una ola f¨®sil
PLAYA DEL ARCO, N?JAR, ALMER?A
El arco de Los Escullos, formado cuando el mar cubr¨ªa todas estas costas del Levante almeriense, es m¨¢s propio de los paisajes dalinianos de Cadaqu¨¦s (Girona) que del parque natural del Cabo de Gata. La roca puntiaguda ayuda a enmarcar un arenal de 350 metros que deja lugar a La Isleta del Moro, adonde iremos despu¨¦s al restaurante La Ola (www.restaurantelaola.es). El hecho de tener barco propio garantiza el mejor pescado fresco. Al ser la almeriense una luz muy poderosa, se recomienda acudir a ¨²ltima hora de la tarde.
19 Punto de fuga
PLAYA DEL DOSEL, CULLERA, VALENCIA
Al empezar el ascenso al cabo de Cullera, lo hacemos por el ¨²nico tramo en el que la provincia de Valencia se viste de acantilados. Al poco se observa, hasta el puerto de Valencia, la met¨¢fora de lo que se entiende por un continuo rectil¨ªneo de arena que abraza los patrones cl¨¢sicos del litoral levantino. En la playa del Dosel, gr¨¢vida de arena fina y dorada, vemos el punto de inflexi¨®n entre el acantilado y el cord¨®n dunar, delimitando el extremo sur, m¨¢s bien urbanizado, del parque natural de la Albufera. La sorpresa, a unos 20 minutos de caminata, es la zona naturista (con chiringuito) del Mareny de Sant Lloren?.
20 Museo con premio
COLL BAIX, ALC?DIA, MALLORCA
Uno de los parajes m¨¢s pintorescos de Mallorca conduce a esta cala plenamente monta?osa y salvaje del cabo Pinar, cuyo acceso hay que confirmar con la oficina de turismo de Alc¨²dia (www.alcudiamallorca.com). Solo por retratarla a mitad de la senda de bajada ya merece la pena. Combinar la visita con la estupenda galer¨ªa de retratos infantiles que alberga el museo de Sa Bassa Blanca (www.fundacionjakober.org; cita previa, excepto martes; entrada galer¨ªa infantil, 9 euros; los martes, gratuito).
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