Burbujas muy finas

Los vinos frizzantes est¨¢n de moda. Primero llegaron los italianos, con sus moscatos y spumanti, creando h¨¢bito. Pero vinos con carb¨®nico end¨®geno existen desde hace siglos. Plinio el Viejo, en su Naturalis Historia, cita numerosos vinos frizzantes, burbujeantes, generalmente blancos, que llegaron a tener gran aceptaci¨®n entre las clases populares por sus car¨¢cter festivo y refrescante. Vin p¨¦tillant, en Francia, perlwein o spritzig en Alemania, vinos de aguja en Espa?a, donde son conocidos desde antiguo, y que tuvieron en los a?os 60 del siglo pasado su ¨¦poca dorada.

Ahora vuelven con el nombre italianizado. Y, todo hay que decirlo, notablemente mejorados. La oferta de este tipo de vino, ligero, fresco, chispeante y dulz¨®n, ha ganado no solo en calidad, sino en presencia y diversidad. Los hay tintos, rosados y blancos, elaborados con variedades nobles como albari?o, verdejo, moscatel o tempranillo, en distintas zonas vitivin¨ªcolas, incluso con denominaci¨®n de origen.

Pueden tener el carb¨®nico natural, los mejores; o el gas a?adido, los m¨¢s baratos. Pero ambos deben ser j¨®venes, sin contacto con la madera, tener la burbuja ligera y fina, apenas perceptible, baja graduaci¨®n alcoh¨®lica por su fermentaci¨®n parcial, que oscila entre los 5? y 10?, dulces, sutilmente abocados, o semisecos, y siempre alegres, frescos y afrutados. Servidos muy fr¨ªos, a unos 5?C, resultan una compa?¨ªa muy agradable y divertida en los d¨ªas y noches calurosas del verano. Una opci¨®n que se beneficia del leve cosquilleo en la boca, la sonrisa del vino.