Del Mar Muerto a la Bauhaus
15 pistas imprescindibles en un recorrido de historia, playas y arquitectura por Israel y Palestina
En la cuna del juda¨ªsmo y de la cristiandad hay muchas formas de vivir momentos sublimes. Desde una plegaria en el Muro de las Lamentaciones hasta un vuelo sobre la ciudadela heroica de Masasa, pasando por experiencias m¨¢s profanas pero no menos sublimes, como hacer rafting en las aguas del Jord¨¢n, submarinismo en el Mar Rojo, senderismo en los Altos del Gol¨¢n, tomar el sol en las playas de Tel Aviv o descubrir verdes oasis entre los ¨¢ridos acantilados que rodean el Mar Muerto. 15 propuestas imprescindibles en un recorrido por Israel y Palestina.
01 Esplendor dorado en Jerusal¨¦n
Contemplar la c¨²pula dorada y reluciente que preside Jerusal¨¦n es la primera experiencia religiosa cuando uno contempla desde fuera la ciudad santa. Esa debi¨® de ser la intenci¨®n de los arquitectos an¨®nimos que la construyeron hace m¨¢s de 1.300 a?os: una c¨²pula ba?ada en oro sobre una base octagonal color turquesa. Es la joya del Monte del Templo, el s¨ªmbolo imperecedero de la ciudad, y uno de los edificios m¨¢s fotografiados del planeta. Seg¨²n dice la tradici¨®n jud¨ªa, aqu¨ª fue donde Abraham iba a sacrificar a su hijo y desde donde, seg¨²n la tradici¨®n isl¨¢mica, el profeta Mahoma ascendi¨® al cielo. La mayor¨ªa de los viajeros solo puede admirar el exterior del edificio, ya que solo los musulmanes tienen acceso al interior. Dicen que lo mejor es contemplarla desde el Monte de los Olivos, pero resulta imprescindible acercarse a primera hora de la ma?ana y pasear por la Explanada de las Mezquitas.
02 Descenso al fondo del planeta
El Mar Muerto es el punto m¨¢s bajo del planeta, un lugar diferente a todos, con una historia muy antigua y una extra?a belleza. Los riscos del desierto de Judea, partidos por ca?ones secos, se alzan sobre las aguas azul cobalto del Mar Muerto, bordeadas de blancos dep¨®sitos salinos, rojizos acantilados y mechones de vegetaci¨®n verde oscuro. En el oasis de Ein Gedi hay manantiales perennes que riegan una vegetaci¨®n tan frondosa que ha hecho pensar que aqu¨ª estuvieron los jardines del Ed¨¦n. En esta regi¨®n se puede caminar por ca?ones pronunciados hasta pozas de aguas cristalinas y cascadas antes de escalar a la meseta del desierto de Judea o de bajar a la costa para darse un ba?o salobre y tonificante. Al sur, por el monte Sodoma, nos esperan propuestas como rutas ciclistas por lechos de r¨ªos secos.
Las aguas del mar Muerto son famosas por sus altas concentraciones de sal, de bromo, de magnesio y de yodo, y por sus propiedades curativas. Adem¨¢s, el denso aire de la zona (la de mayor presi¨®n barom¨¦trica del mundo) tiene un 10 por ciento m¨¢s de ox¨ªgeno que a nivel del mar, algo que explica su efecto calmante, saludable y vigorizante. Una experiencia ¨²nica, que es un viaje en s¨ª mismo.
03 Las playas de Tel Aviv
En la ciudad de Tel Aviv, hace poco m¨¢s de un siglo no hab¨ªa nada y sus playas eran solo dunas de arena. Ahora es una ciudad en expansi¨®n, llena de bares, restaurantes y tiendas, y las playas son todav¨ªa el punto neur¨¢lgico: ba?istas que se broncean, nadan, hacen surf, navegan y juegan al matkot (paletas de playa).
Hay muchas playas y todas ellas tienen su atractivo (caf¨¦s con mesas en la arena, aguas poco profundas para beb¨¦s, secci¨®n segregada por sexos para jud¨ªos y musulmanes ortodoxos). Puestos a recomendar algunas: Hilton Beach es la playa gay oficiosa de la ciudad, abarrotada los fines de semana pero m¨¢s tranquila entre semana y perfecta para nadar o surfear al atardecer; Gordon Beach, en el centro, es la m¨¢s cercana a los grandes hoteles de playa, con muchos cuerpos luciendo bronceado y jugando al matkot; Alma Beach est¨¢ m¨¢s cerca de Jaffa y es la playa de los ni?os bien de Florentine. Pero la variedad es a¨²n mayor: para familias Metzitzim Beach; la preferida por los adolescentes, Jerusalem Beach; la m¨¢s culta, Banana Beach, y la playa religiosa, Nordau Beach, con segregaci¨®n por d¨ªas para hombres y mujeres.
04 Esqu¨ª, senderismo y vino en el Gol¨¢n
Desde la alt¨ªsima fortaleza de Nimrod, Etzba HaGalil (el Dedo de Galilea) se extiende como un mapa topogr¨¢fico. Incluso el imponente monte Herm¨®n, cubierto de nieve parte del a?o, se empeque?ece ante este baluarte de las Cruzadas. Se puede ascender a los picos del Herm¨®n o seguir por los wadis de las reservas naturales de Banias y Yehudiya de camino al r¨ªo Jord¨¢n y al mar de Galilea. Los suelos de basalto del Gol¨¢n son ideales para cultivar uva, y algunos de los mejores vinos artesanales de Israel surgen de estas cepas.
Pero la zona tiene mucho m¨¢s: en lo alto del monte Herm¨®n est¨¢ la ¨²nica estaci¨®n de esqu¨ª del pa¨ªs y la ruta del Gol¨¢n, marcada con hitos azules, blancos y verdes, serpentea a lo largo de 130 kil¨®metros por la parte oriental de los Altos. Se puede hacer a pie, pasando una noche al raso por el camino.
05 Bajo el Muro de las Lamentaciones
En Israel dicen que todas las piedras son en cierto modo sagradas, pero para los jud¨ªos las m¨¢s veneradas son las del Muro de las Lamentaciones, el muro de contenci¨®n oeste del Monte del Templo, de unos 2.000 a?os de historia.
Durante siglos, los jud¨ªos han venido aqu¨ª a rezar y a lamentar la destrucci¨®n del Primer y el Segundo Templo. Estas enormes piedras, erosionadas por incontables caricias, atraen las manos y frentes de los fieles que buscan una conexi¨®n profunda y directa con Dios.
Pero hay otra forma de ver el muro: haciendo un circuito por los t¨²neles a trav¨¦s de un pasaje de 488 metros que recorre la continuaci¨®n norte del muro. Los pasadizos, excavados por arque¨®logos, discurren por el nivel original que tuvo la calle (apodada ¡°del mercado¡± por los gu¨ªas, pues se cree que fue una zona comercial). Las piedras de los cimientos son enormes: una de ellas pesa 517 toneladas y tiene el tama?o de un minib¨²s. Los t¨²neles solo pueden visitarse en un circuito guiado que dura 75 minutos y ha de reservarse con al menos una semana de antelaci¨®n.
06 Semioscuridad en el Santo Sepulcro
La aut¨¦ntica experiencia sagrada llega con la visita a la iglesia del Santo Sepulcro. Construida en el lugar, seg¨²n Santa Elena (madre de Constantino I), de la crucifixi¨®n y sepultura de Cristo, el templo es el lugar m¨¢s sagrado para muchos cristianos. Rodeada por edificios anodinos en el Barrio Cristiano, los fieles la consideran el Calvario b¨ªblico o el G¨®lgota, donde se cree que clavaron a Jes¨²s en la cruz, muri¨® y resucit¨®. Hasta ella llegan peregrinos desde todos los rincones del mundo, a pesar de que su aspecto no es especialmente suntuoso. En c¨¢maras oscuras infundidas de espiritualidad, varios credos cristianos mantienen vivas aqu¨ª algunas de sus m¨¢s vejas tradiciones. Es posible unirse a la procesi¨®n de cl¨¦rigos con vestiduras resplandecientes y peregrinos con ropas sencillas que avanzan a paso lento y reverente por pasillos iluminados con velas y perfumados con incienso.
07 Armon¨ªa en los Jardines Baha¨ªes
Haifa es el mejor puerto natural de la costa israel¨ª y un importante centro cultural y art¨ªstico. Su principal atracci¨®n son los Jardines Baha¨ªes, una inspirada franja verde salpicada de flores que llega hasta las faldas del monte Carmelo. Con una fusi¨®n de simbolismo religioso, vistas imponentes y meticuloso trabajo de jardiner¨ªa, sus 19 bancales son una expresi¨®n sublime del empe?o humano por alcanzar la belleza. En el centro est¨¢ el santuario de Bab, con su c¨²pula dorada, mientras que hileras de parterres geom¨¦tricos, un c¨¦sped inmaculado, esculturas y fuentes descienden por el monte Carmelo y ofrecen a peregrinos y turistas una incre¨ªble sensaci¨®n de serenidad. En 2008, el complejo ¨Cjardines, santuarios y monumentos¨C fue declarado patrimonio mundial y es uno de los dos lugares sagrados para los baha¨ªes, un movimiento religioso surgido a mediados del siglo XIX que cree en la existencia de un Dios, la igualdad y la uni¨®n de los seres humanos, as¨ª como la unidad de todas las religiones.
Los jardines son la principal atracci¨®n de Haifa, pero hay que completarla con el museo Naval y de la Inmigraci¨®n Clandestina, el Mar¨ªtimo Nacional, la cueva de El¨ªas y el monasterio carmelita de Stella Maris.
08 Experiencia heroica en Masada
Los romanos acababan de destruir Jerusal¨¦n cuando un millar de jud¨ªos zelotes se refugiaron en una remota meseta con vistas al Mar Muerto. Al mirar hacia abajo desde su alt¨ªsimo reducto, a¨²n pueden verse ocho campamentos romanos, conectados por una muralla de casamatas. Cuando a principios del a?o 73 los romanos construyeron una rampa y rompieron la muralla, solo hallaron a un pu?ado de supervivientes; el resto prefiri¨® suicidarse antes que caer esclavos. Hoy Masada es un s¨ªmbolo de resistencia y hero¨ªsmo para el pueblo israel¨ª.
Hay varias formas de subir a la ciudadela. La m¨¢s c¨®moda, en funicular, lleva solo tres minutos, pero hay tambi¨¦n un sendero que asciende por la misma rampa de asedio de los romanos en 15 minutos, as¨ª como el famoso Camino de la Serpiente: un sinuoso itinerario por el flanco este de Masada desde el centro de visitantes (45 minutos). La forma m¨¢s espectacular de ver el yacimiento es desde el aire, mediante vuelos panor¨¢micos o saltando en paraca¨ªdas en t¨¢ndem.
09 Safed, epicentro de la c¨¢bala
El esp¨ªritu de los rabinos del siglo XVI que convirtieron Safed en el centro de la c¨¢bala (misticismo jud¨ªo) permanece en los callejones y antiguos templos del barrio de las Sinagogas, as¨ª como en el vecino barrio de los Artistas, donde diversas galer¨ªas ofrecen objetos ceremoniales creativos y alegres. El ambiente cabal¨ªstico se palpa en el cementerio de la ladera, donde reposan algunos de los grandes sabios del juda¨ªsmo, como Isaac Luria, llamado Ari, y Yosef Caro.
Safed est¨¢ en la Alta Galilea, encaramada en lo alto de una monta?a. Desde el siglo XVI es el epicentro de la C¨¢bala y aqu¨ª viven una mezcla de jud¨ªos jas¨ªdicos y devotos, pero tambi¨¦n apacibles hippies (igualmente devotos), muchos procedentes de Estados Unidos.
Como es de imaginar, el Sabbat se respeta rigurosamente: los viernes por la noche y los s¨¢bados hasta la puesta de sol reina un ambiente espiritual y de meditaci¨®n, y de escondidas sinagogas surgen alegres melod¨ªas jas¨ªdicas.
10 Cesarea
Unas ruinas romanas alucinantes permiten imaginar c¨®mo era la vida urbana hace dos milenios, cuando la multitud jaleaba en el anfiteatro mientras los esclavos se enfrentaban a animales salvajes y el teatro acog¨ªa a grandes de la m¨²sica (a¨²n lo hace). El parque nacional de Cesarea es una visita arqueol¨®gica imprescindible: fue una de las grandes ciudades de la Antig¨¹edad y lleg¨® a rivalizar con puertos como Alejandr¨ªa y Cartago. Pero adem¨¢s, Cesarea tuvo otra ¨¦poca muy interesante: la de la ciudadela cruzada.
Los restos de puerto de Herodes, construido para competir con el de Alejandr¨ªa, son uno de los lugares m¨¢s encantadores para comer o beber junto al mar. Para bucear bajo las aguas turquesas del puerto, se puede reservar una clase.
11 El rastro de Marco Polo
Marco Polo pas¨® por Acre hace unos 800 a?os y la ciudad ha cambiado muy poco desde entonces. Es la gran joya de Israel, una localidad amurallada junto al mar donde las olas rompen contra viejas torres y peque?os barcos pesqueros alineados en el puerto. Los callejones, mezquitas y caravasares con arcadas de la ciudad vieja nos hacen pensar en la era otomana y en la ¨¦poca de las Cruzadas, cuando era la plaza m¨¢s rica del Mediterr¨¢neo oriental y Marco Polo recal¨® en ella camino de China.
Se puede pasear por las estancias abovedadas donde com¨ªan los caballeros cristianos, seguir las huellas de los templarios por un t¨²nel asombroso o comer y tomar unas copas en el puerto pesquero. Acre es perfecta para una excursi¨®n desde Haifa. Todos los puntos de inter¨¦s est¨¢n intramuros y es f¨¢cil de recorrer.
12 El ¡®hummus¡¯ perfecto
Otra experiencia religiosa: comer hummus en Tierra Santa. Receta popular entre israel¨ªes, palestinos, beduinos y drusos, aqu¨ª se toma caliente, cremoso y se sirve con toda clase de hierbas. Eso s¨ª, en la antigua ¡°tierra de leche y miel¡± de la Biblia hay mucho m¨¢s que este pur¨¦ de garbanzos con tahina, habas, huevo, cebolla, pan de pita, falafel o, por qu¨¦ no, todo junto. Su gastronom¨ªa presenta influencias sefard¨ªes, marroqu¨ªes, polacas, h¨²ngaras, rusas o yemen¨ªes, entre otras. El resultado es una fusi¨®n dif¨ªcil de definir: cocina de inspiraci¨®n europea con una notable presencia de especias locales. Entre lo mejor: la pita, bien horneada, unas olivas para morirse de sabrosas, un caf¨¦ que casi forma parte de la Constituci¨®n del pa¨ªs (en Tel Aviv prepararlo es todo un arte) y el indiscutible hummus. Entre la fastfood local, el falafel es el rey, un tentempi¨¦ vegetariano realmente adictivo.
En la moderna Tel Aviv, en Jaffa o incluso en Nazaret, convertida en la estrella culinaria de Israel gracias a una nueva generaci¨®n de restaurantes, donde se puede disfrutar de esta cocina que mezcla sabores de Europa y Oriente Pr¨®ximo en evocadoras mansiones de su casco antiguo. Por ejemplo, corazones de alcachofa con hierbas frescas o carne con pi?ones silvestres de Galilea.
13 Paseo arquitect¨®nico en Tel Aviv
Los arquitectos jud¨ªos que huyeron de Alemania en la d¨¦cada de 1930 trajeron hasta Tel Aviv el nuevo y radical estilo de la Bauhaus (o Internacional). Su legado, unas 4.000 estructuras de l¨ªneas claras, con balcones curvados y ventanas term¨®metro que iluminan las escaleras, constituye el mayor conjunto de este estilo en el mundo, motivo por el cual la fue declarada patrimonio mundial en el 2003.
La Ciudad Blanca es f¨¢cil de detectar dentro de la moderna urbe israel¨ª, a pesar de las modificaciones y el deterioro que ha sufrido en los ¨²ltimos 70 a?os. Edificios de por las l¨ªneas horizontales, esquinas redondeadas, ventanas verticales y ausencia de ornamentaci¨®n. Muchos necesitan una mano de pintura, pero cientos de ellos ya han sido restaurados, recuperando su antiguo esplendor. Por ejemplo, el Cinema Hotel o la Casa Soskin, as¨ª como muchas construcciones de la avenida Rothschild. En el Bauhaus Centre se venden libros de arquitectura, planos de la ciudad y se ofrecen circuitos a pie por la zona.
Los amantes de la arquitectura tienen en Tel Aviv otros reclamos interesantes, como el vanguardista Museo del Dise?o de Holon, que abri¨® en 2012 y ya es un icono del Israel m¨¢s moderno, con exposiciones interactivas.
14 El Gran Ca?¨®n de Israel
El paisaje lunar de Makhtesh Ramon recuerda a Tatooine, el des¨¦rtico planeta de La Guerra de las galaxias. Por su espectacularidad y su similitud lo llaman el Gran Ca?¨®n de Israel, una espectacular atalaya con vistas panor¨¢micas y una red de recorridos senderistas de lo m¨¢s variado. La reserva natural de Ramon Makhtesh, que abarca el cr¨¢ter y las monta?as del N¨¦guev, es la zona protegida m¨¢s grande de Israel.
Este fen¨®meno geol¨®gico, en mitad del desierto del N¨¦guev es un ca?¨®n asim¨¦trico fruto de 200 millones de a?os de erosi¨®n. Es un tajo majestuoso en el paisaje, con formaciones rocosas ros¨¢ceas, un suelo de arenisca multicolor salpicado de f¨®siles y una fauna que incluye ¨®rices, gacelas, leopardos, ¨ªbices, buitres y onagros (caballos salvajes). Probablemente, una de las atracciones m¨¢s infravaloradas del pa¨ªs.
15 Un 'banksy' en Bel¨¦n
No esperen encontrar en Bel¨¦n un pueblito como el que representan los nacimientos navide?os. La realidad es muy diferente y, para muchos, decepcionante. Durante casi dos milenios los peregrinos han recorrido el camino que lleva al lugar donde los cristianos creen que naci¨® Jes¨²s. Las calles que rodean la iglesia de la Natividad (patrimonio mundial desde el 2012) y la plaza del Pesebre presentan edificios y callejones que poco han cambiado desde entonces, pero habr¨¢ que sortear, eso s¨ª, tanto a turistas que se afanan por seguir a su gu¨ªa como a los coches que atestan sus calles. La mayor¨ªa de los lugares sagrados son iglesias, pero tambi¨¦n hay un animado bazar y otros puntos de inter¨¦s cercanos, como el incre¨ªble Herodion, el palacio-fortaleza del rey Herodes que los ¨¢rabes conocieron durante siglos como la Monta?a del Para¨ªso.
Bel¨¦n no es solo pasado. El muro que separa la ciudad de Jerusal¨¦n se ha convertido en un lienzo para artistas callejeros, desde palestinos del lugar hasta el mism¨ªsimo Banksy, cuya obra sigue ah¨ª una d¨¦cada despu¨¦s.
M¨¢s informaci¨®n en www.lonelyplanet.es y en la gu¨ªa Israel y los Territorios Palestinos de Lonely Planet
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