En el s¨®tano de Elvis
La actriz Marta Fern¨¢ndez Muro sigui¨® los pasos de sus escritores preferidos por el sur de Estados Unidos
La actriz Marta Fern¨¢ndez Muro, una cara imprescindible del cine underground de la Transici¨®n, con papeles en Arrebato y La ley del deseo, compatibiliza ahora la televisi¨®n, donde aparece en Seis hermanas de TVE, y el teatro. Tiene en cartelera El eunuco, una versi¨®n alocada de la obra de Terencio. En los ochenta pas¨® dos a?os becada estudiando interpretaci¨®n en Nueva York. Desde all¨ª, aprovech¨® para hacer una escapada con ecos librescos.
Le tiraba el sur.
Ten¨ªa empe?o en ir al sur de Estados Unidos por la cosa literaria: por Faulkner, Carson McCullers, Truman Capote y, claro, como soy actriz, Tennessee Williams. Aprovech¨¦ que ten¨ªa una amiga de Madrid viviendo en Memphis, casada con un m¨¦dico.
As¨ª que empez¨® por all¨ª.
S¨ª, ellos viv¨ªan en una urbanizaci¨®n bastante privilegiada. Como yo no ten¨ªa coche, mientras ellos trabajaban, me quedaba por all¨ª y me dedicaba a pasear y mirar. Una noche aparecieron de repente unos se?ores con linternas. Era la patrulla de vigilancia de los vecinos, y ven¨ªan a preguntar qui¨¦n era esa se?ora que andaba curioseando en el barrio. Mi amiga contest¨® indignada que yo era espa?ola y que aqu¨ª eso es normal.
En Memphis est¨¢ Graceland, la mansi¨®n de Elvis. ?La visit¨®?
?Claro! Es como una casa del sur, con el t¨ªpico porche de columnas, y no tan lujosa a simple vista. En el s¨®tano hab¨ªa unos sof¨¢s de escay blanco, muy feos, y un mont¨®n de discos de oro. Daba bastante angustia, como un mausoleo con luces de ne¨®n. Lo que m¨¢s me impresion¨® fueron los trajes de Las Vegas, de cuando Elvis ya no era aquel chico fabuloso que hab¨ªa sido al principio. Pero lo que me m¨¢s me impact¨® de todo el viaje fue Nueva Orleans.
All¨ª s¨ª que se le acumular¨ªan las referencias literarias¡
Y cinematogr¨¢ficas. En el camino, pasas por esos pantanos con l¨ªquenes que te recuerdan a las pel¨ªculas del esclavismo. Y en Nueva Orleans tomamos un tranv¨ªa (?precisamente!) que te lleva por unas alamedas llenas de mansiones como las de Lo que el viento se llev¨®. Parece que est¨¢s viendo a Escarlata corretear por all¨ª. La arquitectura es fascinante, sobre todo en el barrio franc¨¦s. Todas esas construcciones con rejas fant¨¢sticas, soportales y terrazas.
Un festival de nostalgia.
Eso tambi¨¦n est¨¢ en la literatura sudista, esa nostalgia de lo que tuvieron y perdieron. Todos hablan de lo que han sido y ya no son.
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