10 cosas que solo podr¨¢s hacer en Tokio
De la locura del Robot Restaurant a un atrac¨®n de 'sushi' en Tsukiji, la gran lonja de pescado de la capital japonesa
Extravagante, disparatada, inabarcable e inexplicable. As¨ª es Tokio, donde todos parecen obsesionados por la vanguardia y por todo lo que huela a nuevo, aunque sigan acudiendo a los templos para conocer el futuro o practiquen tradiciones milenarias. Solo aqu¨ª pueden convivir j¨®venes vestidas con kimono y luchadores de sumo con barrios enteros dedicados al manga y a los ¨²ltimos videojuegos; solo en un lugar como este pod¨ªan surgir inventos como los v¨¢teres con m¨²sica a la carta, shows con bailarinas-robots o cojines brazo de novio para sustituir al acompa?ante habitual por otro m¨¢s silencioso. Lo tradicional y lo ¨²ltimo se pasean de la mano por las calles de la capital japonesa para que el viajero haga cosas que, probablemente, no podr¨¢ hacer en ning¨²n otro lugar del mundo.
01 Convertirse en un 'friki' del manga
Estamos en el para¨ªso del frikismo: Akihabara es el barrio raro por excelencia. Se le conoce tambi¨¦n como Akiba o la ciudad electr¨®nica, y su especialidad es vender todo lo imaginable en este ¨¢mbito: desde el mejor ordenador del mundo hasta los ¨²ltimos gadgets de usos desconcertantes. Hay miles de tiendas en el barrio; algunas inmensas, tipo gran almac¨¦n, como Yodobashi Akiba ¨Cnueve plantas y enormes descuentos¨C, pero tambi¨¦n otras cadenas m¨¢s especializadas con infinidad de sucursales y fant¨¢sticas promociones, como Sofmap o Laox, en donde ser¨¢ muy f¨¢cil que nos asesoren en varios idiomas.
Nuestro lado geek se despertar¨¢ aunque no queramos, pero si nos cansamos, siempre podemos retornar hasta nuestra ni?ez jugando al gashapon (que significa bolas de pl¨¢stico). Miles de adultos juegan durante horas en estas m¨¢quinas expendedoras donde se pueden ganar personajes manga o llaveros de pl¨¢stico. Para un occidental es dif¨ªcil entenderlo; para los japoneses es una m¨¢s de sus extra?as costumbres.
Frente a la creciente competencia de las grandes tiendas tecnol¨®gicas de Shinjuku e Ikebukuro, Akiba ha optado por especializarse cada vez m¨¢s en manga y en juegos. Estamos en el mundo de los otaku (frikis del manga) y del anime (dibujos animados japoneses). En el barrio podremos entrar a curiosear en alguna sucursal de Mandarake, cadena especializada cuya sucursal principal est¨¢ en Nakano: hay desde c¨®mics independientes (dojinshi) hasta manga infantil ¨Cel gato-robot Doraemon¨C o pornogr¨¢fico (hentai). Tambi¨¦n hay tiendas de manga de segunda mano, como la cadena de librer¨ªas Book Off, por toda la ciudad. Las otaku femeninas, subproducto del manga, tienen sus propios lugares de reuni¨®n, como Ikebukuru, Akihabara y Otome Rd.
El mundo manga nos llevar¨¢ a lugares incre¨ªbles para un occidental: desde sex shops que son verdaderos centros comerciales (dispensadores de bragas usadas incluidos), hasta museos sobre el tema, como el Museo Ghibli, el centro Yayoy o el Museo Yumeji Takehisa, que nos permitir¨¢n comprender c¨®mo surgi¨® el manga.
02 Atrac¨®n de 'sushi' en Tsukiji
La Lonja de Tsukiji es la m¨¢s grande del mundo. En noviembre se trasladar¨¢ a una nueva ubicaci¨®n, en Toyosu, en la bah¨ªa de Tokio, pero mientras tanto hay tiempo para visitar este incre¨ªble mercado de pescado en pleno centro. Por aqu¨ª pasa la mayor parte del marisco y el pescado de la ciudad antes de convertirse en sashimi o en sushi.
Hay que madrugar mucho: solo se admiten 120 visitantes diarios, en dos turnos, que contemplan la subasta desde una galer¨ªa, que posteriormente pueden disfrutar de un fabuloso desayuno de sushi. Eso s¨ª, a cualquier hora se puede disfrutar del ritmo fren¨¦tico de la lonja y darse una vuelta por las callejuelas de los alrededores, donde se venden desde utensilios de cocina hasta alimentos envasados y, por supuesto, pescado y algas secas. Es una de las zonas m¨¢s visitadas de la ciudad, todo un espect¨¢culo.
En la zona de subastas obligan a estar en silencio, no hacer fotos con flash y no tocar jam¨¢s el g¨¦nero. Para desayunar en los alrededores, el bar de sushi m¨¢s famoso es Daiwa Sushi, ante el que la gente hace largas colas para probar un producto de calidad incre¨ªble.
03 Bailar con robots
Tokio invita a las distracciones m¨¢s extra?as que uno pueda imaginarse, como participar en un baile loco entre androides en el Robot Restaurant de Shinjuku. Este espect¨¢culo es una muestra del Jap¨®n m¨¢s disparatado, con robots gigantes tripulados por mujeres en bikini y ne¨®n suficiente para iluminar todo el barrio. Ofrece shows de chicas (sin desnudos) y muchas risas.
Tambi¨¦n resultan llamativos para los extranjeros los caf¨¦s de doncellas, atendidos por camareras vestidas de doncellas que tratan a los clientes de go-shunjinsama (amo) entre risitas. Son toda una instituci¨®n en el barrio de Akiba. Por ejemplo, se puede ir a @Home y jugar con ellas al moe moe jankan (nuestro piedra, papel o tijera). Estos maid caf¨¦s, algo as¨ª como caf¨¦s de sirvientas, se encuadran en la tradici¨®n del cosplay, afici¨®n predilecta entre los tokiotas que consiste en disfrazarse de algo y actuar en todo momento como ese personaje.
04 ¡®Sampura¡¯ para llevar
Los amantes de la cocina japonesa que quieran aprovechar una visita a Tokio para hacerse con los mejores ingredientes locales, deben dirigirse a los depachika (secciones de alimentaci¨®n) de los grandes almacenes de la ciudad, como Matsuya, Mitsukoshi o Tarashimaya; suelen ocupar las plantas subterr¨¢neas. A modo de tiendas delicatesen, aqu¨ª se puede encontrar de todo, eso s¨ª, a unos precios menos asequibles. Desde sand¨ªas convertidas en producto de lujo, hasta t¨¦ de primera cosecha, trufas al estilo belga y, por supuesto, mostradores donde comer en el momento la mejor tempura. Todo impecable.
Para llevarse un recuerdo gourmet muy original (aunque no comestible), la calle Kappabashi, en Asukasa, cuanta con unas 150 tiendas especializadas en reproducciones en pl¨¢stico de alimentos. Desde huevos fritos con patatas hasta sofisticados platos japoneses, recreados en silicona para adornar escaparates de restaurantes y dar pistas al turista de lo que puede encontrar en la carta. Esta sampura, comida de pl¨¢stico, llama mucho la atenci¨®n por su realismo; no pocas veces uno dudar¨¢ si se trata (o no) de alimentos comestibles. Para afinar la vista, en algunas tiendas de Kappabashi ofrecen clases para aprender a realizar nuestro propio sampuru.
05 So?ar en c¨¢psulas
Los c¨¦lebres hoteles-c¨¢psula no son los hoteles m¨¢s c¨®modos del mundo, pero a todos los turistas les llaman la atenci¨®n. Normalmente son solo para hombres y tienen unas normas estrictas: quitarse los zapatos al entrar, guardar la ropa en taquillas y ponerse un kimono especial para moverse por las instalaciones. Son baratos y la sensaci¨®n es parecida a la de dormir en la litera de un tren, aunque la cama-c¨¢psula es algo m¨¢s amplia y m¨¢s c¨®moda. Por ejemplo, las del Capsule & Sauna Century, en lo alto de la colina de Dogenzaka.
Cuando viajamos en pareja, una opci¨®n econ¨®mica son los llamados hoteles del amor (rabuho). Los astron¨®micos alquileres obligan a muchos j¨®venes a vivir en la casa familiar hasta su boda y durante el noviazgo hacen buen uso de estos establecimientos con, frecuentemente, estrafalaria decoraci¨®n: evocan desde palacios lejanos hasta islas ex¨®ticas. En Dogenzaka, barrio de Shinbuya, hay uno de los mayores conjuntos de love hotels.
Para dormir barato (m¨¢s bien dormitar) tambi¨¦n se puede imitar a los tokiotas que pierden el ¨²ltimo tren de medianoche y no quieren (o pueden) pagar el prohibitivo precio de un taxi: acudir a un manga kissa, caf¨¦s-librer¨ªas de c¨®mics que ofrecen cub¨ªculos privados para visionar un DVD, consultar el correo electr¨®nico y, generalmente, dormir. Se paga una tarifa ¨Cmuy barata¨C por toda una noche que permite la estancia y algunos servicios como duchas, mantas y secadores. Una de las mejores cadenas es Gran Cyber Caf¨¦ Buagus, con establecimientos en Shinjuku, Shibuya y Roppongi.
06 Darse un ba?o de placer
En Tokio hay que dejar la timidez a un lado: los japoneses opinan que para comprender de verdad su cultura hay que darse un remoj¨®n colectivo. Los ba?os p¨²blicos nipones (sento) son toda una tradici¨®n y no solo para asearse, tambi¨¦n para cotillear un poco. Igual que los onsen (ba?os termales), funcionan como lugares de socializaci¨®n. Incluso ahora, que todo el mundo tiene ba?o en casa, se sigue acudiendo con amigos y familiares.
Eso s¨ª, no es lo mismo un sento que un onsen. Mientras que los onsen funcionan como los ba?os termales de otros pa¨ªses, donde el agua procede de un manantial y disponen de piscinas con agua fr¨ªa y caliente ¨Centre los mejores est¨¢n Jakotsu-yu, en un callej¨®n de Asakusa, el tradicional Asakusa Kannon y el kitsch Oedo Onsen Monogatari, ambientado como un pueblo del periodo Edo¨C, los ba?os p¨²blicos (sento) tienen otros usos. Por ejemplo, el SCAI the Bathhouse, en Ueno, tras 200 a?os como ba?o p¨²blico es hoy una galer¨ªa de arte contempor¨¢neo que conserva parte de la decoraci¨®n original.
07 Conocer el futuro en un templo sinto¨ªsta
El Tokio futurista y extravagante convive con tradiciones milenarias, como la afici¨®n de sus habitantes a las predicciones sobre el futuro, para las que acuden a los templos. En casi todos podremos recoger un omikuji (papel de la suerte), uno de los principales alicientes de la visita. Hay templos que tambi¨¦n cuentan con una fuente de los deseos. En Tokio, hay que visitar el Meiji-jingu, en Harajuku, el mayor de todos los templos, donde los omikuji est¨¢n tambi¨¦n en ingl¨¦s y se dispensan en maquinitas anal¨®gicas. Entre los mensajes hay algunos realmente duros, pero si no son de nuestro agrado, siempre podemos volver a coger otro.
Menji-jingu es un templo grandioso. Sus puertas (torii) dan acceso a unos silenciosos y magn¨ªficos jardines que fueron el regalo del emperador Meiji (1920) a la emperatriz Shoken. Bajo su mandato, Jap¨®n dej¨® de ser una naci¨®n aislada del exterior. Como casi toda la ciudad, fue destruido en gran parte durante la Segunda Guerra Mundial, pero en 1958 volvieron a levantarlo, con una r¨¦plica casi id¨¦ntica. Los fines de semana se celebran aqu¨ª muchas ceremonias de boda con parejas vestidas con kimonos, pero el mejor momento para pasearse es la primavera, con todos los cerezos en flor. Quienes lo visiten en A?o Nuevo encontrar¨¢n a millones de personas que se re¨²nen para celebrar dicha fecha al m¨¢s puro estilo shinto.
08 Sortear multitudes en Shibuya
La imagen m¨¢s t¨ªpica de Tokio es la de un cruce de peatones m¨²ltiple rodeado de neones y rascacielos. En Shibuya confluyen seis calles, lo que se conoce tambi¨¦n como Scramble (la espantada); se dice que es el cruce m¨¢s concurrido del planeta: a veces concentra a m¨¢s de mil personas cruzando a la vez en todas direcciones, pero sin chocarse. Es tambi¨¦n, evidentemente, uno de los m¨¢s fotografiados del mundo.
Pero Shibuya es tambi¨¦n el centro de la cultura joven, donde las chicas gyaru (muy bronceadas, maquilladas y con peinados exagerados) se pasean por los grandes almacenes. Se llega en metro y es una experiencia no apta para quienes tengan p¨¢nico a las multitudes. Las calles de los alrededores son perfectas para gastarnos los ahorros: en Bunkamura-dori y Jingu-dori hay decenas de complejos comerciales donde se vende lo ¨²ltimo de lo ¨²ltimo de lo ¨²ltimo: tiendas de discos, de ropa, complementos... Y entre Bunkamura-dori y Dogenzaka hallaremos multitud de clubes, bares y hoteles del amor.?
09 Chiringuitos a la japonesa
Para tomarse una copa en Tokio la mejor zona es Golden Gai, un laberinto de callejuelas y estrechos edificios de madera de dos pisos que resisten a los pies de grandes rascacielos. Despu¨¦s de la II Guerra Mundial acogi¨® un intenso mercado negro y fue el barrio de las prostitutas; actualmente est¨¢ repleto de min¨²sculos bares, cada uno m¨¢s particular y exc¨¦ntrico que el siguiente.
Que hayan sobrevivido a la voracidad inmobiliaria en Shinjuku dice mucho de la testarudez de los bohemios personajes que los regentan. Cuando los viejos propietarios se jubilan, otros m¨¢s j¨®venes toman el relevo proponiendo nuevos estilos. Algunos ejemplos: el Bar Plastic Mode, el Albatross G o el m¨ªtico La Jet¨¦e, dirigido por un aficionado al cine franc¨¦s. Los bares suelen ser tem¨¢ticos (desde m¨²sica punk hasta fotograf¨ªa) y atraen a todo tipo de p¨²blico. Los turistas no son siempre bienvenidos, pero hay que intentarlo. Una pista: los m¨¢s abiertos a los extranjeros y clientes no habituales suelen tener carteles en ingl¨¦s.?
10 Viajar al futuro en Odaiba
A las familias tokiotas les encanta ir a Odaiba, un grupo de islas artificiales en la bah¨ªa de Tokio a las que se llega a bordo de un monorra¨ªl sin conductor desde la estaci¨®n de Shimbashi, en el centro de la ciudad. Ofrecen una excelente panor¨¢mica de Tokio pero sus grandes atractivos son la noria m¨¢s grande del mundo y un parque tem¨¢tico dedicado exclusivamente a la tecnolog¨ªa.
La arquitectura de Okaido tambi¨¦n es diferente ¨Cse ama o se odia¨C e incluye detalles tan kitsch como una r¨¦plica de la neoyorquina Estatua de la Libertad. Un autob¨²s lanzadera gratuito hace el circuito alrededor de la isla, con autobuses rojos que pasan cada 15 minutos y paran en los lugares m¨¢s interesantes: el centro de emisiones de Fuji TV, con un peculiar edificio dise?ado por Kenzo Range; el Museo Nacional de Ciencias Emergentes e Innovaci¨®n (Miraican), perfecto para ir con ni?os que disfrutar¨¢n de las demostraciones de robots y miles de exposiciones sobre el espacio o el medio ambiente; el Museo de Ciencias Mar¨ªtimas (uno de los mejores de Tokio) o el Aqua City. Tambi¨¦n el Tokyo Joypolis, que re¨²ne (a cubierto) un mont¨®n de atracciones de realidad virtual, como experiencias de verdadero v¨¦rtigo para adultos cuyos efectos se realzan con pantallas de v¨ªdeo.
M¨¢s informaci¨®n en la Gu¨ªa Tokio de cerca y en www.lonelyplanet.es
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