Tejeda, bajo el icono grancanario

Los 44 kil¨®metros que separan Las Palmas de Gran Canaria del pueblo de Tejeda, ubicado en el interior de la isla, invitan a un recorrido sorprendente, propio de este continente en miniatura, gracias a los continuos y perceptibles cambios que van sucedi¨¦ndose ante nuestros ojos. El paisaje, la flora e incluso la climatolog¨ªa var¨ªan de pueblo en pueblo, entre cada villa, hasta alcanzar los 1.050 metros de altitud sobre del nivel del mar al llegar a nuestro destino: este municipio encantador incluido recientemente en la red de los pueblos m¨¢s bonitos de Espa?a.

Uno de los mayores atractivos de Tejeda radica en su patrimonio natural: situado en el interior de una caldera volc¨¢nica, entre barrancos y formaciones geol¨®gicas de gran belleza paisaj¨ªstica ¨Cuna ¡°tempestad petrificada¡±, en palabras de Unamuno¨C, este municipio posee lugares tan ic¨®nicos como el Roque Nublo, un monol¨ªtico afloramiento bas¨¢ltico de m¨¢s de 70 metros de altura, emblema grancanario, o el Bentayga, lugar de adoraci¨®n de los antiguos pobladores y ¨²ltimo basti¨®n de resistencia durante la conquista de la isla.

A unos siete kil¨®metros del pueblo, en la ruta hacia la cumbre, merece la pena detenerse a unos 1.560 metros de altitud para visitar el Parador de la Cruz de Tejeda, construido en 1937 y reformado recientemente. Desde las inmediaciones parten algunos de los antiguos caminos reales que, adentr¨¢ndose en las zonas de median¨ªas, har¨¢n las delicias de los aficionados al senderismo.

Continuando el ascenso llegaremos al Pico del Pozo de las Nieves, el punto m¨¢s elevado de la isla, a 1.949 metros de altitud. Debe su nombre a los neveros, pozos excavados en el siglo XVII en los que, durante las heladas ocasionales, se almacenaba la nieve compactada en bloques protegidos por capas de paja hasta el momento de ser transportados a la capital. Una vez all¨ª, los bloques de hielo se depositaba en la Never¨ªa de la Catedral para su venta. Dos de los tres neveros existentes han sido rehabilitados para su visita: el Pozo de los Can¨®nigos (construido en 1669) y el Pozo Grande (original de 1694), situados en zonas boscosas donde predomina el pino canario, ejemplar end¨¦mico de gran porte y belleza.

Tejeda tambi¨¦n es famoso por la gran cantidad de almendros que se cultivan en los alrededores. Variedades amargas ¡ªexplotadas para uso medicinal y cosm¨¦tico¡ª y dulce, la almendra forma parte de la cultura y las tradiciones de este pueblo, del que no podemos irnos sin antes probar su postre m¨¢s t¨ªpico: el bienmesabe. De hecho, el pueblo celebra cada a?o la Fiesta del Almendro en Flor, que este a?o pretend¨ªa convocar a m¨¢s de 10.000 visitantes durante un fin de semana.

D¨®nde comer

D¨¦jate llevar. Esta ensalader¨ªa y caf¨¦ lounge es una sana alternativa a los tambi¨¦n recomendables restaurantes del casco hist¨®rico, especializados en cocina tradicional canaria. Sopas, ensaladas y otros platos de diversas tradiciones gastron¨®micas ¡ªdesde tzatziki griego a cebiche peruano¡ª, as¨ª como zumos naturales y mucha simpat¨ªa, la de Nikos y Fernando, responsables del local, que cuidan al m¨¢ximo cada detalle. El resultado, un ambiente acogedor con posibilidad de pernoctar (tambi¨¦n alquilan habitaciones).

Dulcer¨ªa Nublo. Especializada en dulces de almendra, es el lugar ideal probar alguno de los mazapanes de Tejeda o su fabuloso bienmesabe (que incluso exportan a Alemania). Tambi¨¦n elaboran mermeladas caseras, hechas con las mejores frutas de temporada. Un referente repostero en la isla desde 1959.

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