Terrazas de vi?as verdes en Portugal
De Oporto a Barca d¡¯Alva, interminables bancales de vi?edos cambian de tonalidad, del pardo al dorado, seg¨²n la estaci¨®n
El coraz¨®n del Douro se conquista con la f¨®rmula del f¨ªsico Mark Hadley. Seg¨²n el cient¨ªfico, la serpenteante N-222 es la ruta perfecta: diez segundos en recta y uno en curva durante 27 kil¨®metros hasta desembocar en el puente de hierro de Pinh?o. R¨ªo abajo se llega, en un centenar de kil¨®metros, a Oporto y su desem?bocadura en el Atl¨¢ntico; r¨ªo arriba, otros tantos kil¨®metros hasta Barca d¡¯Alva, frontera con Espa?a, que renombra al r¨ªo de oro. Pinh?o, pues, est¨¢ en el centro de la zona vin¨ªcola m¨¢s antigua con denominaci¨®n de origen, la del Duero (1756), a secas.
Si por una ribera discurre el coche, por la otra sobrevive el ferrocarril. Hasta mediados de los ochenta se pod¨ªa ir de Oporto a la frontera, pero ahora el tren muere en Pocinho, donde el r¨ªo tiene la primera de las cinco compuertas, o ¨²ltima seg¨²n se mire, que lo hacen navegable. Es un transporte pl¨¢cido ¡ªy barato¡ª para llegar hasta la estaci¨®n de Pinh?o, forrada de mosaicos que representan los oficios del campo.
El paisaje del Douro se disfruta, s¨ª, por asfalto y tambi¨¦n por v¨ªa f¨¦rrea, pero se vive navegando r¨ªo arriba, r¨ªo abajo. El turismo fluvial del Douro creci¨® un 15,5% el pasado a?o; en cinco a?os navega el doble de embarcaciones, entre ellas los barcos-hoteles; aunque el 67% del viajero se contenta con un pase¨ªto por la ribera de Oporto, los cruceros de un d¨ªa han aumentado un 25% en el ¨²ltimo a?o.
Pinh?o tiene muelle para los barcos, que antes cargaban cubas y ahora turistas que descargan, milagrosamente, como tales, dependiendo del precio del garbeo. Los hay de 1.000 euros, en yate-hotel, con noches y un sinf¨ªn de libaciones incluidas, y tambi¨¦n de 35 euros; hasta el m¨¢s humilde de los paseos, por ejemplo el que va de Pinh?o a R¨¦gua y vuelta, incluye copas con vinos de la tierra.
El Friendship I, viejo velero de la Marina brit¨¢nica, surca las mansas aguas del Duero, verde como las terrazas que se inclinan hacia su cauce. Es un paisaje patrimonio mundial y todo eso, pero a diferencia de la mayor¨ªa de las bellezas naturales, ¨¦sta ha sido cincelada por el brazo del hombre.
Las quintas y su historia
Van pasando por el r¨ªo laderas a rayas verdes y marrones con repuntes de cal o del albero; son las quintas, las fincas, cada una con su historia de siglos: Quinta do Castro, Quinta de Santa B¨¢rbara, Quinta do Vallado, que fuera propiedad de Dona Antonia ¡ªno hay que decir m¨¢s¡ª, la matriarca del r¨ªo en el siglo XIX. Cre¨® un imperio, sobreviviendo a la filoxera, a un marido zascandil, a la Corte y a los ingleses que dominaban entonces, y ahora, el vino de Oporto. Fue un brit¨¢nico, el bar¨®n de Forrester, quien mape¨® todo el r¨ªo, poco antes de que se lo tragaran sus aguas.
En Peso de R¨¦gua, la capital de la comarca, hay que visitar el Museo del Vino para comprender la historia y etnolog¨ªa de la regi¨®n, y volver al barco corriendo sin mirar para atr¨¢s, pues la construcci¨®n de R¨¦gua es el otro ejemplo, el malo, de lo que puede hacer la codicia del hombre.
Gu¨ªa
Paseos fluviales
Dormir
? Pipadouro. Paseos desde 35 euros. www.pipadouro.pt.
? Roteiro do Douro. De Oporto a Barca d'Alva, frontera con Espa?a: dos d¨ªas, 195 euros. www.roteirododouro.com.
? Outros Tempos. Aricera. 68 euros. www.outrostempos.com.
? Vintage House hotel. Pinh?o. Desde 150 euros la habitaci¨®n doble. www.vintagehousehotel.com.
? Quinta Nova. Pinh?o. Unos 150 euros. www.quintanova.com/pt.
? Morgadio da Cal?ada. Provesende. Desde 100 euros. www.morgadiodacalcada.com.
Corriente arriba, y con m¨¢s catas de vinos, no hay barrera idiom¨¢tica que se interponga entre el pasaje, totalmente extranjero, con predominio de europeos y brasile?os. Rumbo a Tua se otea la mayor concentraci¨®n de quintas de todo el r¨ªo, Ron??o, Malvedos, Bom Retiro, Ves¨²vio, con vi?edos que trepan de los 50 a los 500 metros de altitud entre meandros y riachuelos. No hay vino m¨¢s dif¨ªcil que el de esta parte del Duero.
Las monta?as se derrumban sobre el lecho del r¨ªo, con vi?as tan inclinadas y estrechas que la vendimia se realiza a mano; la hect¨¢rea apenas rinde 4.000 kilos de uva, tres veces menos que en la vallisoletana Ribera del Duero. Los en¨®logos hacen malabares con las uvas que crecen mirando al sur, al norte o este o al noroeste. ¡°Las laderas a norte y sur te dan la concentraci¨®n¡±, explica el experto Miguel Potes, que viaja en el barco, ¡°las uvas al este y oeste dan la elegancia¡±. Muros de pizarra ¡ªsi se levantaron antes de la filoxera a mediados del XIX¡ª o de piedra allanan las terrazas, pero no del todo. ¡°Un m¨¢ximo de 40 grados, para que drene el agua, aunque no demasiado, para conseguir que se mantenga, y otra inclinaci¨®n lateral para reducir la erosi¨®n¡±.
El Friendship I atraca en el muelle de Pinh?o cuando al pasaje poco le falta para entonar el Amigos para siempre. Muy cerca del pueblo se levanta la Quinta do Bomfim, construida a finales del XIX por George Warre a semejanza de otra de la familia en India. La casa mantiene el encanto dom¨¦stico y la austeridad de la vida campestre. De la bodega de esta quinta sali¨® el Dow¡¯s 2011, el mejor vino del mundo, seg¨²n la revista Wine Spectator. La bodega ya es del siglo XXI, con todos los adelantos. Robots con pies de silicona pisan la uva de su lagar all¨¢ por el mes de septiembre.
Hay que trepar a los picos de las monta?as para apreciar la magnificencia de la obra del hombre, el sube y baja de los vi?edos alineados. Los caminitos son empinados y peligrosos, solo para un veh¨ªculo, aunque m¨¢s que suficientes, pues si apenas hay poblaci¨®n, menos a¨²n se mueve a motor.
Sin resuello se llega a Provesende, una aldea noble en otros tiempos a juzgar por sus blasones y sus mansiones de piedra gran¨ªtica. Provesende, conquistada por los ¨¢rabes, tiene cementerio romano, capilla rom¨¢nica, fuente barroca y 10 casonas manuelinas que podr¨ªan albergar a toda la vecindad, pero esta aldea sobre el r¨ªo puede tener el orgullo de que uno de sus vecinos, Joaquim Pinheiro de Azevedo, combati¨® con ¨¦xito a la filoxera y salv¨®, para la humanidad, el coraz¨®n vin¨ªcola m¨¢s antiguo del mundo. Aqu¨ª, en Provesende, comenz¨® la reconquista del coraz¨®n del Douro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.