Senderistas en el b¨²nker

Es un d¨ªa primaveral y me dispongo a ascender una discreta pe?a de la Sierra de Guadarrama, en el Sistema Central, Cabeza L¨ªjar. Despu¨¦s de tomar un autob¨²s (l¨ªnea 682) desde el intercambiador de Moncloa, en Madrid, hasta el pueblo de Guadarrama, al despuntar el sol comienzo a caminar en direcci¨®n al embalse de La Jarosa. Con una suave pendiente de ascenso, a trav¨¦s de una carretera asfaltada de tres kil¨®metros alcanzo, tras dejar la autov¨ªa A6 y el centro de tratamiento de aguas potables, la cabecera del embalse.

Una vegetaci¨®n exuberante y el m¨²ltiple trinar de la aves amenizan esta primera etapa. Abandono el embalse por su cabecera derecha para entrar por un sendero se?alizado con dos franjas horizontales de color blanco y verde y un punto rojo. A trav¨¦s de un moderado ascenso por un camino semiasfaltado llego al siguiente objetivo.

Hermosos ejemplares de pinos resineros y pi?oneros me acompa?an a ambos lados. En este punto se presentan cuatro senderos y debemos elegir el segundo por la izquierda. El siguiente kil¨®metro es un oasis de naturaleza en un trayecto horizontal paralelo a un arroyo. Los sonidos de sus cascadas estimulan los o¨ªdos, al mismo tiempo que los colores amarillos y blancos de las jaras y piornales relajan la mirada, aromatizada por las fragancias de la vegetaci¨®n circundante.

El siguiente tramo ¨Ctres kil¨®metros a trav¨¦s de una pista forestal serpenteante en moderado ascenso¨C nos lleva hasta la carretera que, procedente del alto de El Le¨®n, llega hasta el pueblo de Peguerinos. Es posible admirar a la derecha la Pe?ota, Siete Picos y el valle que se extiende a sus pies, y, m¨¢s arriba a la izquierda, Cuelgamuros y el embalse de La Jarosa. Se divisan tambi¨¦n las antenas del Puerto de los Leones, al fondo. La ruta contin¨²a por el camino de Peguerinos hacia la izquierda, pero antes, a unos treinta metros a la derecha, en una hondonada, se encuentra la fuente de Las Hondillas, donde conviene parar a beber y reponer fuerzas. En esta carretera aparecen las se?ales del sendero de Pe?a L¨ªjar (franjas horizontales blancas y verdes con puntos azules) y en unos dos kil¨®metros nos plantamos en el sendero de gran recorrido GR10, perfectamente identificado con las caracter¨ªsticas franjas horizontales blancas y rojas.

Directos al b¨²nker

Aqu¨ª dejamos la carretera y comienza un duro y empinado ascenso hasta nuestro objetivo. Ejemplares de ¨¢guilas imperiales en lontananza relajan este abrupto ascenso de 45 minutos. Por fin llegamos arriba y el premio de la cumbre incluye una sorpresa: este macizo est¨¢ coronado por un b¨²nker circular de la Guerra Civil espa?ola, reconvertido refugio y mirador.

Desde el v¨¦rtice geod¨¦sico ¨Ccilindro de hormig¨®n que se?ala exactamente la cumbre¨C, a casi 2.000 metros de altura, en los l¨ªmites de las provincias de Madrid, Segovia y ?vila, las vistas son impresionantes. Trazando una panor¨¢mica circular se suceden, por este orden, la cima del Almanzor, techo de la sierra de Gredos; el monte Casillas; los embalses de Valmayor, Navacerrada, Santillana, y, en d¨ªas muy claros, las cuatro torres de Madrid; los pueblos de Los Molinos, Collado Mediano y Villalba; el perfil de Cuerda Larga, Pe?alara, la Mujer Dormida y Malag¨®n, y la hoya del Espinar.

Pasadas unas tres horas, entre ascenso y disfrute cimero, es tiempo de regresar. Hay dos opciones: continuar por el GR10 hasta El Escorial, a trav¨¦s del monte Abantos, o darse la vuelta y retomar el mismo camino de subida en sentido contrario.

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