Los mejores parques nacionales europeos
De los Alpes italianos a las marismas de Do?ana, los 11 mejores parques nacionales del continente
Los espacios naturales, como las mejores cosas de la vida, son gratis: para disfrutarlos solo hace falta respeto por la naturaleza y un cierto sentido de la aventura. En Europa hay todo tipo de paisajes protegidos, desde los g¨¦lidos glaciares de Islandia hasta las soleadas marismas del r¨ªo Guadalquivir, en Do?ana.
De parque en parque, podremos explorar bosques repletos de leyendas, conocer el h¨¢bitat de las ¨²ltimas cabras salvajes de monta?a, ascender a cimas con las que han so?ado los alpinistas desde hace siglos o pisar hielos centenarios. Estos son 10 de los parques nacionales m¨¢s espectaculares del viejo continente.
1 El reino del quebrantahuesos
Ordesa y parque nacional de los Pirineos (Espa?a y Francia)
Separados por los Pirineos, estos dos parques surcados por cientos de senderos a trav¨¦s de sus valles comparten una fauna ¨²nica que incluye al ave rapaz m¨¢s grande de Europa, el quebrantahuesos. En terreno franc¨¦s, el parque de los Pirineos protege las cimas, circos glaciares y valles m¨¢s interesantes y valiosos de la vertiente norte pirenaica, en la que viven ¨¢guilas reales, buitres, osos pardos o marmotas. Aqu¨ª encontraremos macizos como el Midi d¡¯Ossau y el Vignemale, lagos fant¨¢sticos como el de Gaube, as¨ª como circos glaciares espectaculares, como son Gavarnie, Estaub¨¦ y Troumouse.
Al sur, el oscense valle de Ordesa conserva toda su grandiosa virginidad. Fue declarado parque nacional en 1918 y lleva casi un siglo siendo elogiado (y transitado) por monta?eros, escaladores, naturalistas, cient¨ªficos y turistas. Est¨¢ dominado, al fondo, por el macizo de Monte Perdido (3.355 metros) y las cimas de las Tres Sorores, desde donde derivan los valles de Ordesa, Pineta, A?isclo y Escua¨ªn. Un paisaje de grandes contrastes que van desde la extrema aridez de las zonas m¨¢s altas a los verdes valles cubiertos de bosques y prados, donde el agua forma cascadas y atraviesa ca?ones y barrancos.
2 Donde viven los gigantes
Jotunheimen (Noruega)
Al parque de Jotunheimen los noruegos le llaman el Hogar de los Gigantes porque re¨²ne 29 de las monta?as m¨¢s altas del pa¨ªs, incluyendo el Galdh?piggen (2.469 metros), techo del norte de Europa, y m¨¢s de 275 picos que superan los 2.000 metros.
Las altas cumbres y glaciares de este parque nacional de 1.151 kil¨®metros cuadrados, el m¨¢s grande de todos, son el destino natural m¨¢s apreciado, concurrido y, probablemente, m¨¢s espectacular de Noruega. Cientos de rutas de senderismo se abren paso a trav¨¦s sus valles y barrancos, dejando atr¨¢s lagos profundos, cascadas atronadoras y hasta 60 glaciares para alcanzar las cimas de sus gigantes: adem¨¢s del Galdhopiggen, el Glittertind (2.452 metros) y el Store Skagastolstind (2.403 metros).
Aqu¨ª encontramos tambi¨¦n la carretera m¨¢s espectacular de Noruega, la de Sognefjellet, que conecta Lustrafjorden con Lom y atraviesa el parque nacional, dando acceso a la mayor¨ªa de las cabezas de las rutas de senderismo. Es uno de los recorridos m¨¢s bellos del pa¨ªs.
3 Bosques b¨¢varos (y bohemios)
Parque Nacional de la Monta?a B¨¢vara (Alemania)
All¨ª donde se unen Baviera y Bohemia encontramos el bosque continuo m¨¢s grande de Europa, poblado por m¨¢s de 10.000 especies de animales. Un para¨ªso para el senderismo, el esqu¨ª de fondo y el ciclismo, en el que adem¨¢s est¨¢ permitida la acampada libre.
Junto con el Bosque Bohemio, extensi¨®n situada al otro lado de la frontera checa, el parque nacional del Bosque B¨¢varo dibuja un vasto y sugerente pasaje de colinas onduladas y redondeados picos cubiertos de ¨¢rboles, salpicado de extensiones de bosque virgen donde se refugian especies desaparecidas hace tiempo en el resto de Centroeuropa.
El parque es un para¨ªso para los amantes del aire libre, pues estos densos bosques est¨¢n surcados por cientos de kil¨®metros de senderos para excursionistas, cicloturistas y esquiadores campo a trav¨¦s (en invierno), algunos de los cuales conectan con una red similar al otro lado de la frontera.
4 El para¨ªso de los glaciares
Vatnaj?kull (Islandia)
El parque nacional de Vatnaj?kull es el m¨¢s grande de Europa: cubre el 12 por ciento de la superficie total del pa¨ªs y acoge una de las cascadas m¨¢s poderosas del continente, Dettifoss, principal atractivo desde la entrada sur de la reserva. Muchos visitantes vienen a Islandia solo para caminar por este glaciar y hacer espeleolog¨ªa en la masa de hielo m¨¢s grande de la isla.
El parque fue creado en 2008 y protege la capa de hielo de Vatnaj?kull, as¨ª como su escorrent¨ªa glaciar. La reserva incluye una cordillera volc¨¢nica subglacial y una garganta de 30 kil¨®metros esculpida por el formidable J?kulsa ¨¢ Fj?llum, el segundo r¨ªo m¨¢s largo del pa¨ªs, que nace en los hielos de Vatnaj?kull y fluye durante casi 200 kil¨®metros hasta desembocar el oc¨¦ano ?rtico, en J?xarfj?rdur.
5 ¡®Munros¡¯ y una bestia espectral
Cairngorms (Escocia)
El parque nacional de Cairngorms, el m¨¢s grande de Gran Breta?a, ocupa una gran meseta salpicada por cinco de los picos m¨¢s altos del pa¨ªs, incluyendo los 1.309 metros del Ben Macdui, adem¨¢s de 55 munros (monta?as que superan los 914 metros), bosques inmensos de ¨¢rboles aut¨®ctonos centenarios, cataratas estruendosas y m¨¢s flora y fauna silvestre de la que se puede imaginar.
Aqu¨ª vive (o eso dicen) el Fear Liath, una bestia espectral, y no es un parque apto para d¨¦biles de coraz¨®n: el principal reclamo de la zona es un funicular que te lleva hasta el borde de la meseta de Cairngorm, a 1.085 metros, en ocho minutos. Desde mayo hasta octubre se puede hacer una caminata guiada de 90 minutos hasta la cima del Cairn Gorm, o un descenso guiado en bicicleta. En invierno el centro de todo es la estaci¨®n de esqu¨ª, que sin ser Aspen o Val d¡¯Isere, cuenta con un dominio de 37 kil¨®metros esquiables y 19 pistas, que la convierten en la m¨¢s grande de Escocia.
6 La monta?a de los dioses
Olympus (Grecia)
En la mitolog¨ªa griega, los picos y gargantas de Olympus eran el hogar de los 12 dioses ol¨ªmpicos. Hoy, el ¨¢guila real contempla desde el cielo estas colinas que acogen a lobos, gatos monteses y, adem¨¢s, un mont¨®n de senderistas buscando la eternidad en el monte Olimpo. En 1937, la monta?a m¨¢s alta de Grecia se convirti¨®, tambi¨¦n, en su primer parque nacional. El tranquilo Litojoron, en la base, es un pueblo en forma de laberinto de callejuelas empedradas con casas con balcones de madera de estilo macedonio. Tras dejar atr¨¢s el desfiladero del r¨ªo Enipeas, por el este, aparecen las cumbres mellizas del Olimpo: Mitikas (2.919 metros) y Eskolio (2.912 metros).
Aunque los antiguos dioses, escondidos entre las nubes que envuelven ambas cimas, hace mucho que se fueron, la mitolog¨ªa asociada a la monta?a sigue alimentando la imaginaci¨®n de quienes la visitan. Es la m¨¢s alta del pa¨ªs y alberga 1.700 especies de plantas, algunas de ellas poco comunes y end¨¦micas. En sus laderas boscosas hay ¨¢rboles de hoja caduca, pinos y otras con¨ªferas. Aunque se puede subir en coche, la mayor¨ªa de los visitantes lo hace a pie.
Al norte est¨¢ la antigua Dion, un lugar sagrado donde los macedonios adoraban a los dioses del Olimpo. Antes de emprender su gesta oriental, Alejandro Magno ofreci¨® sacrificios aqu¨ª.
7 Las monta?as negras de Gales
Breacon Beacons
Recorremos uno de los tres parques nacionales galeses, el de Breacon Beacons, con 1.244 kil¨®metros cuadrados de extensi¨®n, desde Llandeilo (al oeste) hasta Hay-on-Wye, en el este. La mitad occidental del parque est¨¢ protegido como geoparque e incluye, adem¨¢s de la hist¨®rica extensi¨®n del Great Forest (Fforest Fawr), las llamadas Black Mountains y gran parte de los Brecon Beacons centrales junto con las tierras bajas que la rodean.
La mayor parte de esta reserva es un p¨¢ramo, con extensiones de bosque y pastos en los valles. Entre la red de senderos del parque destaca The Beacons Way, una ruta de 160 kil¨®metros que recorre la longitud del parque, desde Abergavenny hasta el pueblo de Bethelehem. Otro camino importante es el Taff Trail, que tambi¨¦n atraviesa los Beacons entre Brecon y Cardiff.
Adem¨¢s del senderismo, a los Beacons se viene a practicar la bicicleta de monta?a, la h¨ªpica, la navegaci¨®n, el windsurfing y la pesca en sus r¨ªos y embalses, la escalada en roca, el ala delta o la espeleolog¨ªa. El parque es especialmente conocido por sus cascadas, como la de Henrhyd Waterfall ¨Ccon 27 metros de ca¨ªda¨C y los saltos de Ystradfellte, as¨ª como por sus cuevas, como la de Ogof Ffynnon Ddu.
8 El parque del ¨ªbice
Gran Paradiso (Italia)
A este parque nacional, el m¨¢s antiguo de Italia, el nombre le hace justicia. Todo est¨¢ centrado en torno al Gran Paradiso, en el Valle de Aosta, la ¨²nica monta?a ¨ªntegramente en territorio italiano que supera los 4.000 metros, pero la protagonista real es una cabra salvaje, el ¨ªbice. Hoy es un reducto de alta monta?a para la conservaci¨®n natural, la investigaci¨®n cient¨ªfica y la preservaci¨®n cultural.
En su origen fue la reserva privada de caza de los Saboya, hasta que el rey V¨ªctor Manuel II lo cedi¨® al estado en 1922 para asegurar la protecci¨®n del ¨ªbice, en peligro de extinci¨®n. Su principal puerta de acceso es Cogne (1.534 metros), famosa por sus brocados (dentelles), que pueden comprarse en el March¨¦ Aux Puces. Hay excursiones f¨¢ciles por el parque, como el paseo de tres kil¨®metros hasta la localidad de Lilllaz por el sendero 23, donde hay un parque geol¨®gico y una cascada con una ca¨ªda de 150 metros. O como los senderos (22 y 23) que llevan al pueblo de Valnontey, donde se puede visitar el Giardino Alpino Paradisa, un jard¨ªn alpino con flora de monta?a y mariposas poco comunes.
9 Serpenteando entre aguas turquesas
Lagos de Plitvice (Croacia)
Es la perla del interior de Croacia, un paisaje buc¨®lico de bosques y lagos color turquesa totalmente merecedor de su declaraci¨®n como patrimonio mundial en 1979. Se puede ir desde Zadar o Zagreb en una excursi¨®n de medio d¨ªa, pero el parque da para much¨ªsimo m¨¢s. Aunque est¨¢ precioso todo el a?o, el parque nacional de los Lagos de Plitvice en primavera las cascadas bajan repletas de agua y, pasado el verano, la oto?ada ofrece un espect¨¢culo colorista con la ca¨ªda de la hoja. En invierno tambi¨¦n es maravilloso, pero la nieve a veces restringe los accesos y el transporte gratuito no funciona. La peor ¨¦poca ¨Cverano¨C coincide con la temporada alta, pero las cascadas se reducen a un chorrillo y hay colas interminables de turistas.
El conjunto del parque lo integra un grupo de 16 lagos cristalinos que vierten sus aguas unos sobre otros a trav¨¦s de un sistema de cascadas y cataratas: las aguas, ricas en minerales, esculpen la roca y depositan toba en formaciones rocosas en constante cambio. Nubes de mariposas revolotean sobre los 18 kil¨®metros de puentes peatonales y pasarelas de madera que, serpenteando, sortean los obst¨¢culos naturales y pasan por debajo y a trav¨¦s del estruendo acu¨¢tico. Se tardan m¨¢s de seis horas en explorar los lagos a pie, aunque se pueden combinar con ciertos trayectos en autobuses y barcas.
10 Naturaleza salvaje en el coraz¨®n de Europa
Parque Nacional Suizo
El orgullo de la regi¨®n suiza de Engadina es este parque nacional, de f¨¢cil acceso desde Scuol, Zernez y S-chanf. Fue el primero en crearse en los Alpes en 1914, poco antes de estallar la I Guerra Mundial y hasta hoy es el ¨²nico de Suiza, con el mayor rango de protecci¨®n que contempla la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (IUCN). Gracias a esta decisi¨®n pionera, los visitantes del parque nacional Suizo pueden recorrer hoy, a m¨¢s de 1.400 metros de altura, un territorio de 170 kil¨®metros cuadrados que mezcla r¨ªos salvajes cargados de fuerza y pendientes donde solo pueden habitar las cabras (a menudo se ven restos de las avalanchas de nieve que provocan). Un siglo despu¨¦s de su creaci¨®n se mantiene fiel a su filosof¨ªa conservacionista inicial, con el fin de proteger, investigar e informar.
Los senderos del parque, una red senderista de casi 80 kil¨®metros bien se?alizados, invitan a caminatas espectaculares, entre praderas alpinas salpicadas de flores y lagos de azul intenso, afilados desfiladeros, afloramientos rocosos y refugios alpinos donde cada verano los pastores elaboran queso con leche de vaca reci¨¦n orde?ada. Con una naturaleza en estado salvaje, ofrece, en definitiva, una visi¨®n inusual y privilegiada de la Suiza anterior al turismo. Con algo de suerte y buenos binoculares, se podr¨¢n avistar ¨ªbices, gamuzas, marmotas y ¨¢guilas reales.
Las rutas se puedes recorrer por cuenta propia, pero se aprende m¨¢s en los paseos guiados organizados por el centro de visitantes del parque nacional, de finales de junio a mediados de octubre.
11 Do?ana, las marismas del Guadalquivir
Huelva
Desde la costa atl¨¢ntica hacia el interior de Huelva se extiende uno de los entornos m¨¢s bellos y originales de Europa. El Parque Nacional de Do?ana (y el parque natural que lo bordea en gran parte) dan cobijo a 360 especies de aves y 37 de mam¨ªferos, algunas de ellas seriamente amenazadas como el lince ib¨¦rico y el ¨¢guila imperial espa?ola. Se trata, adem¨¢s, de un h¨¢bitat crucial para medio mill¨®n de aves migratorias.
Desde su creaci¨®n, el parque ha tenido una gran presi¨®n del turismo, la agricultura, la caza y las restricciones del uso de la tierra. Pese a ello, el entorno es singular y se puede visitar de forma muy completa. La ¨²nica forma de entrar en el parque nacional desde el lado occidental son los circuitos de 4 horas en veh¨ªculos todoterreno para 20-30 personas. La experiencia puede tener un aire a parque tem¨¢tico, pero los gu¨ªas informan en profundidad y hay muchas oportunidades para ver aves y otro tipo de fauna. Tambi¨¦n se puede pedalear o pasear por el tramo de 28 kil¨®metros de playa atl¨¢ntica situado entre Matalasca?as y la desembocadura del Guadalquivir, al que puede accederse en barco desde Sanl¨²car de Barrameda, en C¨¢diz.
La mejor temporada es la de la migraci¨®n, de marzo a mayo y de septiembre a noviembre, sobre todo para los amantes de la observaci¨®n de aves. Quienes busquen tranquilidad y naturaleza deben evitar el fin de semana de Pentecost¨¦s (siete semanas despu¨¦s del Domingo de Ramos), cuando la tranquila aldea de El Roc¨ªo se transforma en una explosi¨®n de bullicio, color y devoci¨®n religiosa. El resto del a?o es una aldea fantasma.
M¨¢s informaci¨®n en www.lonelyplanet.es
{ "active": true, "code": "1026105", "elementType": "offerExtension", "id": 66, "name": "TORLA", "service": "tripadvisor" }
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.