Diez maravillas romanas sin pisar Roma

Para viajar a la antigua Roma no hace falta visitar la capital italiana. Por toda Europa, el Norte de ?frica y Oriente Pr¨®ximo tambi¨¦n encontraremos todav¨ªa sus huellas, 2.000 a?os m¨¢s tarde, en restos monumentales que acaparan las fotos de los viajeros: desde ciudades completas, como Pompeya, a ba?os termales, teatros, palacios, anfiteatros, murallas y obras de ingenier¨ªa incre¨ªbles. Hemos seleccionado 10 yacimientos para regresar a la gran Roma¡­ sin pisarla.

01 Pompeya, la c¨¢psula del tiempo

ITALIA

Comenzaremos por uno de los vestigios m¨¢s famosos de la vida en la antigua Roma: Pompeya. Al pasear por las calles de esta antigua ciudad, inquietantemente bien conservadas, no se puede evitar ir echando vistazos al oscuro y amenazante cono del monte Vesubio, volc¨¢n a¨²n activo de 1.280 metros de altura. Se dice que el Vesubio explota a lo grande cada 2.000 a?os y su ¨²ltimo cataclismo se produjo en el a?o 79. Echando cuentas, la visita resulta todav¨ªa m¨¢s escalofriante.

Pompeya se llev¨® la peor parte de la ira incendiaria del Vesubio en el siglo I. La ciudad, fundada en torno al siglo VII antes de Cristo, se convirti¨® en el sitio de moda para las vacaciones en la bah¨ªa de N¨¢poles. En la explosi¨®n que la arras¨® por completo murieron miles de personas: Pompeya qued¨® sepultada bajo una capa de lapilli (piroclastos peque?os) durante cerca de 1.000 a?os, una especie de c¨¢psula del tiempo, aunque enterrada en terribles circunstancias.

Pompeya ten¨ªa una extensi¨®n de 66 hect¨¢reas y de lo excavado hasta ahora (quedan partes sin desenterrar) no se puede visitar todo en un d¨ªa.

Puesto que la mayor¨ªa de los millones de turistas que la visitan van a cotillear los frescos del burdel romano, hay suficientes callejuelas interesantes para alejarse del gent¨ªo. Pero, ?por d¨®nde empezar? Por el ancho foro, por ejemplo, entre cuyos pilares a¨²n se puede o¨ªr a los comerciantes vendiendo y a los fil¨®sofos, filosofando. Se puede deambular por calles de enormes y desgastados adoquines por las rodadas de los carros, o visitar el impresionante anfiteatro, el m¨¢s antiguo entre los que siguen en pie (150 a?os m¨¢s viejo que el famoso Coliseo de Roma). Y luego queda lo m¨¢s macabro: moldes de yeso de personas encogidas de miedo, realizados a partir de los fantasmales huecos que sus cuerpos dejaron en la ceniza.

Pompeya est¨¢ a unos 40 minutos en tren desde N¨¢poles o Sorrento, y la entrada al yacimiento se encuentra a solo 50 metros de la estaci¨®n.

02 Bath, un ba?o de belleza

REINO UNIDO

Todo empez¨® con el rey Bladud y sus cerdos leprosos: cuando las bestias se curaron al revolcarse en estas aguas, se descubri¨® el manantial curativo. Los romanos llegaron en el siglo I y las bautizaron como las aguas de la diosa Sulis. Actualmente, este enclave ingl¨¦s de majestuosos ba?os y templos a 90 minutos en tren de Londres se llama Bath (ba?o). Lo que a la localidad le falta en imaginaci¨®n respecto a su nombre se compensa con su magnificencia. Es patrimonio mundial de la Unesco y sus ba?os (hoy convertidos en museo) ofrecen una visi¨®n del pasado romano.

03 Timgad, s¨ªmbolo de Roma en ?frica

ARGELIA

En esta extraordinaria colonia militar romana, ubicada en la actual Argelia, cuesta apreciar el aspecto de conjunto de las ruinas por lo extenso de sus cuarteles, termas, capillas y columnatas. Esta ciudad, concebida como un cuadrado perfecto, se extendi¨® por nuevos territorios durante su apogeo (entre los siglos II y III) y constituye una muestra del poder romano en ?frica, aunque alberg¨® tambi¨¦n un fuerte bizantino. El elemento m¨¢s impresionante entre lo que queda en pie es el arco de Trajano, pero no hay que perderse el museo de Timgad.

Timgad est¨¢ en los montes Aur¨¦s. La ciudad de acceso es Batna, a unos 40 kil¨®metros de distancia.

04 Beit She¡¯an, las provincias romanas

ISRAEL

En Israel, la vida tras Jesucristo fue una ¨¦poca de esplendor y decadencia, algo que queda patente en las ruinas de Beit She¡¯an. Pueden verse calles con columnatas, un teatro con capacidad para 7.000 personas que se conserva casi igual que hace 1.800 a?os ¨Clos ba?os p¨²blicos originales quedan cerca de all¨ª¨C y dos casas de ba?os, adem¨¢s de enormes columnas de piedra que descansan en el sitio exacto donde se derrumbaron durante el terremoto que arras¨® la ciudad en el a?o 749.

Se puede llegar al yacimiento en autob¨²s desde Jerusal¨¦n, en unas dos horas. Sobre todo, no hay que perderse el espect¨¢culo multimedia al anochecer que devuelve las ruinas a la vida.

05 Baalbek, la ciudad del sol

L?BANO

Las ruinas de uno de los proyectos arquitect¨®nicos m¨¢s atrevidos del Imperio Romano no se encuentran en Roma, sino en el altiplano del valle de Bekaa, en L¨ªbano. Esta incre¨ªble colecci¨®n de templos colosales, que se transform¨® en la Ciudad Sagrada del Sol, eclipsa por su monumentalidad a cualquier otra construcci¨®n que intentaran realizar los antiguos romanos. Al subir las escaleras del templo de J¨²piter, el visitante se convierte en una hormiguita entre gigantescas columnas de granito. Bajo la gran entrada al templo de Baco es posible maravillarse con sus incre¨ªbles tallas y, luego, sentado sobre una de las gigantescas losas de caliza del peristilo, observar el alcance y la visi¨®n de este monumento, construido para gigantes.

La raz¨®n por la que los romanos decidieron construir sus templos m¨¢s ambiciosos tan alejados de su capital sigue siendo un misterio. Pero estos restos, muy bien conservados, que han sobrevivido a terremotos, pillajes y guerras a los largo de los siglos, conforman uno de los lugares m¨¢s fascinantes de Oriente Medio y una aut¨¦ntica maravilla de la ingenier¨ªa y la arquitectura de la antig¨¹edad.

Baalbek est¨¢ a dos horas en coche de Beirut. La seguridad en el valle para los viajeros cambia bastante, as¨ª que conviene informarse antes de viajar hasta all¨ª.

06 Split, historia viva del Adri¨¢tico

CROACIA

En muchas ciudades de Europa hay ruinas romanas, pero las de Split forman parte del moderno entramado de la ciudad. El palacio central de este animado puerto d¨¢lmata fue construido por el emperador Diocleciano, que import¨® el m¨¢rmol de Italia y Grecia, y trajo columnas y esfinges desde Egipto para decorar su majestuosa casa. Algunos de los callejones est¨¢n desiertos, otros est¨¢n llenos de bares y caf¨¦s, los vecinos cuelgan en ellos su colada y los ni?os juegan al futbol en el interior de los antiguos muros romanos.

A Split es muy f¨¢cil llegar en avi¨®n directo desde muchas ciudades europeas y hay numerosos ferris. Es un destino imprescindible de cualquier viaje por Croacia.

07 El muro de las maravillas

REINO UNIDO

Al recorrer el camino del Muro de Adriano, un sendero de 117 Kil¨®metros que cruza el norte de Inglaterra de costa a costa ¨Cdesde Wallsend, en el este, hasta Bowness-on-Solway, en el oeste¨C, se descubre lo interesados que estaban los romanos en mantener a los escoceses a raya. Levantado entre los a?os 122 y 128, y bautizado con el nombre del emperador que orden¨® su construcci¨®n, el Muro de Adriano fue una obra de ingenier¨ªa incre¨ªble. La estructura contaba con una puerta vigilada en cada milla romana.

Se pueden contemplar restos del muro en Housesteads, cerca de Hexham.

08 Museo Nacional del Bardo

T?NEZ

Con una espectacular colecci¨®n de mosaicos romanos, el Bardo es el museo m¨¢s importante de T¨²nez. En su interior se ofrece una v¨ªvida representaci¨®n de c¨®mo era la vida en el norte de ?frica en la antig¨¹edad gracias a sus mosaicos, muy bien conservados. Observar el m¨¢s famoso del museo, el de Virgilio, invita a la reflexi¨®n sobre el esplendor del imperio romano. Tambi¨¦n es posible ver una incre¨ªble colecci¨®n de objetos de valor incalculable recuperados por arque¨®logos submarinos de un pecio romano frente a la costa de T¨²nez.

El Bardo est¨¢ a cuatro kil¨®metros del centro de T¨²nez y se puede llegar en tranv¨ªa (l¨ªnea 4).

09 Un s¨ªmbolo segoviano (y del ingenio romano)

ESPA?A

Que un monumento romano tan espectacular como el Acueducto de Segovia haya sobrevivido en pleno coraz¨®n de una capital provincial es un milagro. En una visi¨®n totalmente incongruente, pues sus famosos arcos se alzan desde el casco urbano como si fueran una obra de Escher, repiti¨¦ndose hasta el infinito. Levantado por los romanos en el siglo I, sus 163 arcadas y sus 28 metros de altura (en el punto m¨¢s elevado) dejan con la boca abierta a todo el que visita la ciudad. Para descubrir una perspectiva distinta hay que subir las escaleras que hay al lado del monumento.

El AVE conecta Segovia con Madrid en 30 minutos.

10 El Djem, el coliseo africano

T?NEZ

?Qu¨¦ hicieron los romanos por nosotros? Bastantes cosas, probablemente, pero en El Djem, concretamente, construyeron una de las grandes maravillas del norte de ?frica. En su momento de m¨¢ximo esplendor, en el siglo III, este gran anfiteatro ten¨ªa cabida para 35.000 espectadores, que rug¨ªan pidiendo sangre mientras los gladiadores luchaban a golpe de m¨²sculo y metal contra animales salvajes, o combat¨ªan entre s¨ª para entretener al emperador. Era el tercer anfiteatro m¨¢s grande del Imperio y se conserva casi intacto, demostrando lo maravilloso que es el legado romano.

A diferencia del Coliseo, en el que claramente se inspir¨®, el gran teatro de El Djem se alza sobre la localidad hom¨®nima que lo rodea, formada por las t¨ªpicas casas ¨¢rabes, bajas y de techo plano. A¨²n puede imaginarse el subid¨®n de adrenalina que deb¨ªa de dar cuando se liberaban las bestias en la arena. Y si les parece haberlo visto antes, tranquilidad, no est¨¢n delirando: apareci¨® en dos pel¨ªculas tan distintas como archiconocidas, Gladiador y La vida de Brian.

El anfiteatro domina el centro de la localidad tunecina de El Djem que se puede visitar en una excursi¨®n desde Susa o Sfax.

M¨¢s informaci¨®n en Los 500 mejores lugares para viajar, de Lonely Planet, y en www.lonelyplanet.es