Espacio para la creaci¨®n en Gran Canaria

Igual que Fitzcarraldo se empe?¨® en subir un barco por una monta?a del Amazonas en la c¨¦lebre pel¨ªcula de Werner Herzog, el m¨²sico y director de orquesta alem¨¢n Justus Frantz se compr¨® una monta?a de Gran Canaria en 1970 para construir, en su cima, un espacio para la creaci¨®n y la cultura. Desde hace 43 a?os, la Finca Justus Frantz, situada en la urbanizaci¨®n Monte Le¨®n de Maspalomas, ha sido lugar de encuentro para muchas celebridades, y desde 2013 es una villa abierta a todo el que la quiera conocer.

En 1970 la monta?a se llamaba Monte Santo por una leyenda sobre dos reyes prehisp¨¢nicos que firmaron la paz en su cima. Fueron, probablemente, las dos primeras personalidades que se dieron cita en la cumbre. Desde 1973, a?o en que se construy¨® la finca de Frantz, han recalado en ella grandes nombres de la m¨²sica como Leonard Bernstein, Herbert von Karajan, Christoph Eschenbach y Arvo P?rt. El canciller alem¨¢n Helmut Schmidt se aloj¨® de forma ininterrumpida durante 33 a?os. Carla Bruni, Naomi Campbell, Claudia Schiffer, Miranda Rijnsburger y Judith Masc¨® se fotografiaron aqu¨ª en sus a?os de top models. Steffi Graf jug¨® en su cancha de tenis. Fernando Rey, Terence Stamp y Corinne Cl¨¦ry rodaron en 1976. Tambi¨¦n han pasado por ella el rey Juan Carlos I, monarcas saud¨ªes, pol¨ªticos y empresarios como Adnan Khashoggi, el presidente franc¨¦s Val¨¦ry Giscard d'Estaing, el del Bundesbank alem¨¢n, Klar Klasen, y Hans Matth?fer, ministro de finanzas de Alemania entre 1978 y 1982.

La villa ocupa una superficie de 920 metros cuadrados en lo alto de las 25 hect¨¢reas de terreno de la monta?a, entre los barrancos de Chamorisc¨¢n y Ayagaures. Cuenta con nueve habitaciones para un m¨¢ximo de 21 hu¨¦spedes. El precio de la doble est¨¢ndar con media pensi¨®n es de 270 euros. Est¨¢ a diez minutos en coche de las dunas de Maspalomas, escondida entre una vegetaci¨®n que Justus Frantz ha confeccionado con las especies descubiertas en sus viajes por el mundo. Hay que tomar la desviaci¨®n 46 de la GC-1, enlazar con la GC-503 y desviarse a Monta?a La Data Alta. Dos kil¨®metros despu¨¦s un cartel se?ala el acceso a la finca. A la cima llegas por una cuesta empedrada a base de grandes teniques de 250 metros de largo que recuerda a las v¨ªas romanas. Ocho lagunas reciben el agua de la cercana presa de Ayagaures. Justus Frantz ha reconvertido las dos cuevas de la propiedad en bodegas del vino que ¨¦l mismo produce.

¡°Habite aqu¨ª la paz, que lo malo quede fuera¡±. Esta frase, en lat¨ªn, preside el port¨®n de entrada. El arquitecto de la casa es el alem¨¢n Friedrich Wilhelm Kraemer y la luz natural un habitante m¨¢s. La construcci¨®n, de estilo moderno, cuenta con dos niveles. En la planta alta, el vest¨ªbulo de entrada es un patio central de planta rectangular. Aqu¨ª est¨¢n la mayor¨ªa de las habitaciones, la cocina y el comedor, presidido por una mesa de madera con capacidad para diez comensales y decorada con frutas y rosas. La sofisticaci¨®n de la cocina es un elemento diferenciador. Hoy, la propuesta gastron¨®mica que sale de ella es cherne a la sal con calabaza y pera con un aderezo de vainilla, batata con an¨ªs, espinacas con melocot¨®n y salsa de yogurt. De postre, n¨ªsperos y albaricoques caramelizados con helado de vainilla y sabayones y tartas caseras de albaricoque o fresa.

En las habitaciones destacan los ba?os dise?ados por Philippe Starck para la reforma de 2004, revestidos con preciada canter¨ªa de Arucas y Ayagaures. La planta baja de la villa la ocupa una suite, el sal¨®n de los pianos ¨Chay seis en total en la casa¨C y el jard¨ªn principal, una explanada de c¨¦sped de trescientos metros cuadrados donde se sirven los desayunos. Unos escalones de piedra llevan a la zona para barbacoas, que suele acoger cenas al atardecer con vistas al barranco de Chamorisc¨¢n. Al otro lado de la casa est¨¢ la piscina donde se pueden hacer largos o reposar al sol en sus escalones. La temperatura del agua oscila siempre entre 25 y 27 grados.

¡°Hicieron falta tres mil camiones con tierra para allanar el terreno; en aquel entonces (principios de los a?os 70) para llamar desde Maspalomas a Alemania ten¨ªas que avisar con seis horas de antelaci¨®n¡±, recuerda Justus Frantz de la ¨¦poca de construcci¨®n de la finca, en la que se?ala al dios griego Kair¨®s como su inspirador: ¡°representa la decisi¨®n que tomas en el lugar y momento oportunos¡±. Mientras habla en la piscina se defiende de los ataques con agua de Ju, su hijo de diez a?os, fruto de su matrimonio con la violinista Ksenia Dubrovskaya. Cuenta Frantz que tras un encuentro en la villa en 1974 entre los presidentes Helmut Schmidt (Alemania) y Giscard d'Estaing (Francia) se impuls¨® el proceso de moneda ¨²nica europea que deriv¨® en el actual euro. Tambi¨¦n, que Leonard Bernstein compuso gran parte de su ¨²ltima obra en la casa de t¨¦ junto a la piscina. Lo confirma el cocinero gallego Jos¨¦ Rey, que estuvo al frente de la cocina de la finca entre 1973 y 2015: ¡°Berni dorm¨ªa de d¨ªa y trabajaba de noche, tem¨ªa que quemara la caba?a de lo mucho que fumaba¡°, asegura.

Si recorres los senderos adyacentes a la piscina pasear¨¢s entre el canto de p¨¢jaros confiados, oler¨¢s a pino, ver¨¢s enormes lagartos al sol y oir¨¢s burros relinchando. Te rodean palmeras, esterlizias, adelfas, higueras, ¨¢rboles de la yuca, rododendros, geranios, orqu¨ªdeas, ibiscos, parras, cardonales, n¨ªsperos, tuneras, aguacateros, mangos, limoneros, naranjos, papayeros, ficus, plantas del curry, crotos, ibiscos, buganvillas. Desde el interior de la casa llega el Allegro de la Primavera que abre Las cuatro estaciones de Vivaldi. Se podr¨ªa pensar que se trata de m¨²sica ambiente, pero en realidad es Dubrovskaya, la mujer de Frantz, ensayando para un concierto que ofrecer¨¢ en Suiza dentro de cuatro d¨ªas.

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