Siete escapadas espa?olas con arte
Del edificio de inspiraci¨®n volc¨¢nica de Herzog & de Meuron para el Tenerife Espacio de las Artes (TEA), a la colecci¨®n de Helga de Alvear, en C¨¢ceres
Tengo amigos extranjeros que se r¨ªen del fatalismo espa?ol cuando nos oyen quejarnos de que hay por aqu¨ª demasiadas editoriales o sobran centros de arte contempor¨¢neo. Lo normal, piensan ellos, ser¨ªa en todo caso quejarse de su falta. Y algo de raz¨®n tienen: porque es verdad que, al calor del boom del ladrillo y el codiciado efecto llamada del Guggenheim, muchos pol¨ªticos locales se subieron con prisas al carro contempor¨¢neo y encargaron contenedores brillantes y caros que luego se olvidaron de dotar de fondos. Pero hoy por hoy el panorama del arte actual en Espa?a es rico y variado y est¨¢ descentralizado. Tambi¨¦n en eso el salto ha sido sorprendente para un pa¨ªs que al morir Franco apenas ten¨ªa uno o dos museos y casi nulo apoyo p¨²blico. Hubo excesos y falt¨® coordinaci¨®n, pero viajar por Espa?a hoy permite conocer todo tipo de centros privados y p¨²blicos, publicitados o casi secretos, de una variedad y una calidad en continente y contenidos envidiable.
El barbero de Picasso
Se puede empezar con dos cl¨¢sicos del arte moderno, familiares para todos: Picasso y Mir¨®. Ambos tienen buena representaci¨®n en Barcelona, Madrid y M¨¢laga, pero para subir nota se pueden hacer excursiones a dos museos casi secretos y ver una cara m¨¢s ¨ªntima de los dos artistas: cerca de Madrid, en el pueblo medieval de Buitrago de Lozoya, est¨¢ el peque?o Museo Picasso (plaza de Picasso, 1; entrada gratuita; cierra los lunes), formado por la colecci¨®n de Eugenio Arias, el exiliado espa?ol que fue su barbero, amigo y confidente desde 1945. Al morir, tuvo la generosidad de donar a su pueblo natal todos los regalos que le fue haciendo Picasso durante d¨¦cadas. A falta de grandes lienzos o esculturas, la colecci¨®n es interesant¨ªsima porque, tirando de dibujos, dedicatorias, cer¨¢micas, pirograbados y esculturas, permite imaginar la vida del ¨²ltimo Picasso: el del retiro en la Costa Azul, el de Fran?oise y Jacqueline, el de los toros en Nimes y la cer¨¢mica de Vallauris. Tambi¨¦n el de la dudosa corte de aduladores de los ¨²ltimos a?os y el que roz¨® al final de su vida, ol¨ªmpicamente, el kitsch mediterrane¨ªsta. Arias afeit¨® y cort¨® a domicilio el escaso pelo de Picasso durante 25 a?os, pero la verdad es que la ceremonia era solo la excusa para charlar en espa?ol sobre cualquier tema. Quedan fotos muy hermosas de David Douglas Duncan que muestran a ambos practicando toreo de sal¨®n en el taller de La Californie, junto a una divertida ?Jacqueline, a altas horas de la noche.
Mir¨®, Sert y Moneo
Esa misma cara ¨ªntima de un artista que a veces damos ya por visto puede verse en la otra Fundaci¨®n Mir¨®: la que lleva su nombre y el de su mujer, Pilar Juncosa (Saridakis, 29; 6 euros; cerrado los lunes). A las afueras de Palma de Mallorca, permite visitar la que fue su casa desde 1955 y el espl¨¦ndido taller dise?ado por su amigo Josep Llu¨ªs Sert: una obra maestra poco conocida del Movimiento Moderno en Espa?a que Sert, represaliado por el franquismo y dirigiendo la Facultad de Arquitectura de Harvard entonces, no pudo firmar oficialmente. El interior se conserva como Mir¨® lo mantuvo cuando lo usaba, y desde ¨¦l se llega a Son Boter, el bonito casal que compr¨® m¨¢s adelante, con su explanada y sus pinos frente al mar. Y a la ampliaci¨®n proyectada en 1992 por Rafael Moneo, disc¨ªpulo directo de Sert, con la colecci¨®n de obra propia y la privada, correspondencia y archivos donados por Mir¨® y Pilar Juncosa. Es imprescindible para conocer los ¨²ltimos a?os del pintor: hay, por ejemplo, cartas estupendas en las que pide a Sert que recuerde aislar bien el suelo de baldosas de La Bisbal para no pintar con los pies fr¨ªos, ¡°cosa sumamente desagradable¡¡±.
Atardecer con James Turrell
En una dehesa de pinos cerca de Vejer de la Frontera, en C¨¢diz, est¨¢ la Fundaci¨®n NMAC de Arte y Naturaleza (5 euros; lunes, cerrado), un sitio ¨²nico en su g¨¦nero en Espa?a y uno de los centros de arte actual al aire libre m¨¢s sobresalientes del mundo, casi un equivalente espa?ol al fabuloso Inhotim brasile?o. Aqu¨ª falta la selva h¨²meda, pero el paisaje es espl¨¦ndido en su g¨¦nero y parte indivisible de las obras creadas espec¨ªficamente por artistas como Marina Abramovic, Maurizio Cattelan, Olafur Eliasson, Susana Solano, Sol LeWitt o James Turrell.
La idea es explorar las relaciones del arte con el medio natural desde los a?os setenta: del land art y el earth art (el arte como parte del paisaje) a los proyectos site-specific (obras creadas para un lugar concreto). La colecci¨®n se disemina por el terreno y los 11 barracones renovados de un antiguo complejo militar. Su perfil semicil¨ªndrico es ya una se?a de identidad, tanto como la visita al atardecer a la obra de James Turrell, Second Wind, 2005 (de la serie Sky Spaces), una gran estupa semienterrada que amplifica nuestra percepci¨®n de los colores y la atm¨®sfera del crep¨²sculo.
Visiones extreme?as
En pleno casco viejo de C¨¢ceres est¨¢ desde 2010 la Fundaci¨®n Helga de Alvear (Pizarro, 8; entrada gratuita; lunes, cerrado), con la colecci¨®n privada de arte contempor¨¢neo m¨¢s completa e internacional de Espa?a. Alvear es toda una hist¨®rica entre los galeristas. Ha estado en el n¨²cleo duro del circuito internacional durante d¨¦cadas, y eso le permiti¨® comprar a tiempo piezas espectaculares de Dan Flavin, o de Louise Bourgeois, Smithson, Matta-?Clark y Jeff Wall, que ya ning¨²n centro espa?ol podr¨ªa permitirse. Los arquitectos Tu?¨®n + Mansilla (hasta la prematura muerte del segundo, quiz¨¢ los m¨¢s muse¨ªsticos en Espa?a, con un Premio Mies van der Rohe por el Musac de Le¨®n y el proyecto del Museo de Colecciones Reales de Madrid en marcha) acondicionaron un palacete historicista como sede, y avanza el anexo de nueva planta que permitir¨¢ dar m¨¢s juego a sus fondos. La visita se puede completar pasando por el hotel y restaurante Atrio, de Jos¨¦ Polo y To?o P¨¦rez. Tu?¨®n + Mansilla transformaron para ellos unas casas del casco viejo en un engranaje delicado de comedores, patios y galer¨ªas abiertas, espacios di¨¢fanos y elegantes donde cuelgan obras contempor¨¢neas de la colecci¨®n de los due?os.
Por otra parte, lo justo es recordar que tanta vanguardia no ha llegado a un terreno virgen: tiene enfrente la muy s¨®lida programaci¨®n de la galer¨ªa Casa Sin Fin (Pizarro, 15; C¨¢ceres), que inaugura flamante nueva sede en Madrid (en la calle del Doctor Fourquet, 8). Y a 17 kil¨®metros de C¨¢ceres, en Malpartida, est¨¢ desde 1976 el m¨ªtico y pionero Museo Vostell (2,50 euros; lunes, cerrado), un antiguo lavadero de lanas en medio de la dehesa extreme?a y del paraje espectacular y alucinado de Los Barruecos. Es otro de los museos contempor¨¢neos y secretos m¨¢s peculiares de Espa?a, fundamental por sus fondos de arte relacionado con el movimiento Fluxus, ¡°ese cactus en el culo del mundo del arte¡±, que dijo su cofundador Ben Vautier.
Un t¨¢ndem esencial
Tambi¨¦n en un entorno rural, cerca de Pamplona, en el pueblo de Alzuza, el Museo Oteiza (calle de la Cuesta, 24; 4 euros; lunes, cerrado) recuerda a uno de los escultores fundamentales de la segunda mitad del XX. Tiene una vasta colecci¨®n de su obra, incluyendo los experimentos de su laboratorio de tizas, dibujos y collages. El museo es obra de su amigo y colaborador S¨¢enz de Oiza, que ide¨® un gran cubo de hormig¨®n rojo, monumental pero parco, que integra tambi¨¦n el caser¨ªo donde vivi¨® el escultor desde 1975. Los dos vol¨²menes se asoman al horizonte desde la ladera de Alzuza y el conjunto es indispensable para conocer el trabajo de uno de los t¨¢ndems creativos m¨¢s interesantes de la vanguardia espa?ola tras la guerra.
Luminosidad tinerfe?a
No todo el mundo recuerda que Herzog & De Meuron, autores del contenedor de arte m¨¢s publicitado de las ¨²ltimas d¨¦cadas, la Tate Modern de Londres, construyeron en 2008 en Santa Cruz de Tenerife un gran espacio cultural, el TEA (Avenida de San Sebasti¨¢n, 10; 7 euros; lunes, cerrado), con salas de exposiciones, biblioteca y centro de fotograf¨ªa. Negro como la roca volc¨¢nica de la isla, permeable y abierto a un clima clemente, el centro es un edificio luminoso y din¨¢mico muy distinto del monolito-fortaleza a orillas del T¨¢mesis que les hizo famosos en todo el mundo. La luz proverbial de las islas inunda la gran biblioteca y llega tamizada a las salas de exposiciones y a las plazas y patios interiores, pensados como zonas de tr¨¢nsito y tambi¨¦n de intercambio y encuentro, muy acordes con el car¨¢cter solar y abierto de la ciudad. Desde el TEA merece la pena dar el salto hasta El Tanque (Fuente de Santa Cruz, s/n), un espacio relativamente veterano (abri¨® en 1997) que recupera un gran dep¨®sito industrial de combustible de una antigua refiner¨ªa. El cilindro inmenso de metal oscuro y sus pilares gigantescos son una verdadera sorpresa: su aire colosal y retrofuturista (?o es posapocal¨ªptico?) lo convierte en una de las salas de exposiciones m¨¢s apabullantes y (a su manera) hermosas de Europa.
Madrid siempre tiene arte
Y al final o al principio del viaje nunca est¨¢ de m¨¢s darse una vuelta por Madrid, que concentra el grueso de las galer¨ªas comerciales de arte contempor¨¢neo y donde a lo largo del a?o sobrar¨¢n excusas para repasar la programaci¨®n de centros p¨²blicos y privados. Los m¨¢s madrugadores pillar¨¢n todav¨ªa, a principios de a?o, los ¨²ltimos d¨ªas de la gran expo dedicada a Marcel Broodthaers en el Reina Sof¨ªa, coproducida junto al MOMA. En febrero, Arco seguir¨¢ siendo un buen momento para tomarle el pulso al arte de su pa¨ªs invitado este a?o, Argentina, y visitar convocatorias paralelas como JustMad o Casa Leibniz. A lo largo del a?o, La Casa Encendida propondr¨¢ su programaci¨®n animada y din¨¢mica y muestras interesantes como las dedicadas a Jeanne Tripier o Antonio Ballester. Y el curso arrancar¨¢ fuerte en septiembre con el fin de semana de Apertura, la iniciativa conjunta de las mejores galer¨ªas de Madrid para inaugurar durante un mismo fin de semana sus exposiciones, con horarios ampliados, visitas guiadas, desayunos y aperitivos.
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