Fabada radiactiva
El cr¨ªtico y perdiodista Marcelo Panozzo, afincado en Buenos Aires, es un enamorado de Gij¨®n
Fue director art¨ªstico del prestigioso Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, el Bafici, y ahora trabaja en patrimonio cultural. Marcelo Panozzo, nacido en Quilmes, la ciudad de la cerveza, al sur de la capital argentina, es un visitante asiduo de los buenos festivales de cine, de ah¨ª su debilidad por Gij¨®n.
?Lleg¨® all¨ª gracias al cine?
S¨ª. Fui por primera vez cuando era programador del Bafici, en 2001. Le¨ª en el Rock?delux argentino una cr¨®nica muy interesante del Festival de Gij¨®n y cuando me invitaron a acudir no lo dud¨¦. Despu¨¦s fui jurado y trabaj¨¦ como editor del peri¨®dico que publican durante el festival. Hice muchos amigos y he vuelto a visitarlos varias veces. Cuando me jubile, mi Florida va a ser Gij¨®n.
?Qu¨¦ tiene la ciudad para deslumbrarle tanto?
A veces viajo para reproducir mis propias rutinas en escenograf¨ªas diferentes. En Gij¨®n fue tan f¨¢cil y tan placentero llevar esa vida trasplantada. Me gusta frecuentar la librer¨ªa Paradiso, que es genial; ir a trabajar al caf¨¦-librer¨ªa Toma 3, comprar el pan, comer oricios en la sidrer¨ªa El Globo¡
Al ser de Buenos Aires, ?no se le queda un poco peque?o Gij¨®n?
Hay que entender que Gij¨®n me resulta un sue?o precisamente por eso: pensemos en lo gigantesco y salvaje que es Buenos Aires y en esta idea de ciudad de cuento de hadas peque?ita y con enanitos gru?ones que es Gij¨®n.
Y adem¨¢s, tan cerca del mar y de la naturaleza.
Pues nunca los visito. Soy muy urbanita. Cuando me jubile, mi pisito dar¨¢ al paseo de Bego?a.
?Y qu¨¦ lugares frecuentar¨¢?
El Dindurra, un caf¨¦ de viejetes que me encanta. Y si a¨²n me quedan fuerzas, los bares nocturnos de la zona de Cimadevilla. All¨ª pinchan mis amigos: siempre algo de New Order y tambi¨¦n, c¨®mo no, de Nacho Vegas.
Guarde algo de energ¨ªa para digerir fabadas.
Soy m¨¢s de pote asturiano, a base de verduras y restos: me siento militante de la cocina pobre. Pero he de hacer justicia: la fabada que cocina la madre de mi amigo Fran Gayo me encanta; es brutal, violenta, de un rojo radiactivo.
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