Un Madrid de papel
Ruta por las mejores papeler¨ªas de la ciudad, en las que el placer de la buena letra sigue atrayendo a sus fieles
Hace muchos a?os y en una galaxia muy lejana la gente ten¨ªa letra, buena o mala, pero ¨²nica e inconfundible, y no hab¨ªa nada como comprar la primera pluma, cargarla de tinta color a?il y luego probarla en papel, cuanto m¨¢s poroso mejor. Despu¨¦s de eso ya cre¨ªas que pod¨ªas escribir el Pulitzer. Ahora con el ordenador ya no tenemos ni pu?o ni letra y cuando nos toca escribir algo a mano no reconocemos esas colas de rata que cruzan la p¨¢gina. Igual que estamos recuperando el lettering (la letra dibujada), y se est¨¢n poniendo de moda el zentangle (dibujo de patrones repetitivos) y el scrapbooking (libro de recortes para preservar fotos y recuerdos de forma creativa), ha llegado el momento de recuperar nuestra letra y tambi¨¦n las papeler¨ªas y su magia. En Madrid siguen ah¨ª las de siempre, esas a las que nos quedamos pegados mirando la estrella polar de una Montblanc o la flecha ultras¨®nica de una Parker.
Salazar, en pleno centro de Chamber¨ª (Luchana 9), est¨¢ a puntito de cumplir los 112 a?os. La recordar¨¦is enseguida, es la que tiene las cabezas de hucha de porcelana en el enorme y abigarrado escaparate. Chinos y negritos, reproducciones de las originales que las hermanas Ana y Fernanda est¨¢n encantadas de encargar. Las hermanas son las hijas de Elena Salazar (Fernanda naci¨® encima de la papeler¨ªa), quien atendi¨® la tienda hasta cumplidos los 86 y conoci¨® el establecimiento cuando a¨²n era un estanco y se reun¨ªa una tertulia alrededor del magistrado Cuesta. Ahora encontrar¨¦is eso que ya cre¨ªais que no exist¨ªa en ninguna parte: recambios de plumas, calendarios de adviento, apural¨¢pices, timbrados en relieve, plumas de ave, cantoneras. Cuando vay¨¢is pod¨¦is coincidir con Forges o Gerardo Vera, o leer sus dedicatorias en el libro de firmas.
Muy cerca est¨¢ Depapel, en Justiniano, 7. Se inaugur¨® en 1983, cuando Chantall y Cristina Luengo decidieron abrir una puerta al maravilloso universo del papel despu¨¦s de visitar las ferias de Shangh¨¢i y Francfort. Dejaros seducir por el papel de aguas y los pliegos de encuadernaci¨®n que traen de Alemania o Nepal, cuadernos, libretas y cajas exquisitas y preciosas. Es de los pocos sitios donde encontrar los pliegos y ejemplares ¨²nicos de Montserrat Bux¨®. Muy frecuentada por dise?adores y arquitectos, est¨¢n especializadas en manipulado y envoltorio de regalos, no importa ni tama?o ni forma, desde tablas de surf a relojes de cuco. Cristina es tambi¨¦n la que dise?a los christmas y customiza los escaparates seg¨²n la temporada, como si fueran escenarios un poco locos.
Origami
Tambi¨¦n especializada en papel es Palmapapel, en el n¨²mero 34 de la calle de La Palma. Ah¨ª abri¨® Cristina Mart¨ªn su local hace 15 a?os, siendo la primera en vender papel ecol¨®gico y reciclado con el que a¨²n trabaja en la elaboraci¨®n de cuadernos y libretas artesanales en la trastienda. Adem¨¢s de traer materiales de Italia, Jap¨®n o Inglaterra con los que fabrica pantallas de l¨¢mparas o cartas de restaurante, es de las pocas en tener papel para origami en Madrid. Por Palmapapel pasan fot¨®grafos, escritores y decoradores, pero de quien mejor recuerdo tiene Cristina es de Lorenzo Caprile, su ¡°hado padrino¡±, quien ojal¨¢ ilumine su nuevo proyecto de l¨ªnea de dise?o propio, que arranca en febrero.
Sacrist¨¢n, en pleno centro (Mayor, 27), es otra de las veteranas. Abri¨® sus puertas en 1915 de la mano de la familia Sacrist¨¢n (originalmente era un estanco) y fue de las primeras en importar plumas desde Estados Unidos. Actualmente pertenece a Jes¨²s Ramos y sus hijos Javier y Cristina, pero contin¨²an con la especialidad de la casa: estilogr¨¢ficas y plumas de las mejores marcas, con una atenci¨®n al cliente individualizada (Alec Baldwin incluido) y env¨ªo de piezas o reparaciones o plumas dif¨ªciles de encontrar a cualquier punto de Espa?a o Am¨¦rica.
Jeco, en la calle de Pelayo, 38, es el Arca de No¨¦ de los pintores y de cualquier aficionado a las bellas artes: dos plantas enormes repletas de bastidores, ¨®leos, acuarelas, l¨¢pices de grafito y pinceles. El local original abri¨® despu¨¦s de la guerra en la calle Hortaleza y Mar¨ªa Jes¨²s, la actual due?a y tercera generaci¨®n de las cuatro que llevan atendiendo el local, recuerda ver a su abuelo Jes¨²s Barriopedro fabricando los colores a mano. Antes se hac¨ªan por encargo, mezclando zinc y pigmento a pelo en unos recipientes de la casa que Mar¨ªa Jes¨²s reconoce haber visto en el Museo Sorolla. Tambi¨¦n recuerda cuando de peque?a caminaba por encima de los lienzos de Gordillo al llevarle las pinturas al estudio, porque por aqu¨ª han pasado y siguen pasando todos y los mejores: Antonio L¨®pez, Toral, ?rculo o Macarr¨®n.
Justo a la vuelta y fondo con fondo, en Hortaleza, 82, est¨¢ Jeco Arte Urbano, especializada en material para ilustradores y grafiteros. ?nicos en importar los rotuladores japoneses Copic (¡°el Ferrari de los rotuladores¡±, como les llama Paco, el encargado), ofrecen tambi¨¦n sprays para material textil, sprays acr¨ªlicos no t¨®xicos, chalk paint (?tambi¨¦n en rotulador!), rotus acualerables de Tombow y markers de Winsor&Newton en mil y un tonos. Hay m¨¢s colores aqu¨ª que en un sue?o lis¨¦rgico.
Y para los que se han subido al carro de la slowlife (la vida lenta) o quieren desestresarse del ajetreo diario, nada como dedicar las tardes de invierno al scrapbooking. La mayor¨ªa de las tiendas dedicadas al scrap y al do it yourself (h¨¢galo usted mismo) est¨¢n en Internet, pero en Madrid contamos con Delipapel, en San Mateo, 9, un espacio abierto hace dos a?os por Mar¨ªa Riesco donde encontramos todo lo necesario para desatar nuestra creatividad y la de los m¨¢s peque?os de la familia (tambi¨¦n proveen a otras tiendas). Tiene la exclusiva de Martha Stewart (troqueladoras, stencils para estampar con plantillas y papel para decorar superficies con im¨¢genes de papel, o decoupage), pintura a la tiza Fleur (la m¨¢s cubriente del mercado), pintura magn¨¦tica (magnetiza cualquier superficie como si fuera un im¨¢n) y los mil productos habituales para el scrap: cintas decorativas, sellos, botones, cuadernos, piezas de madera. Imparten tambi¨¦n talleres y ofrecen servicios a empresas para personalizar regalos ¡°hechos a mano¡±.
As¨ª que papeler¨ªas no faltan, solo tenemos que aprovechar el a?o que empieza para pasar de tanto ordenador y abrir un cuaderno nuevo con una p¨¢gina en blanco para nuestra propia letra.
Esther Garc¨ªa Llovet es autora de la novela C¨®mo dejar de escribir (Anagrama).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.