Las Canteras, 365 d¨ªas de playa
M¨¢s de tres kil¨®metros de arena y una temperatura media de 22 grados. Surf, m¨²sica en vivo, mojitos y terrazas en la gran playa urbana de Las Palmas de Gran Canaria
Vibra con energ¨ªa los 365 d¨ªas del a?o. Las Canteras es la estrella de Las Palmas de Gran Canaria. Un icono playero y urbano de la Uni¨®n Europea que disfruta de un clima bonancible y de un portento llamado La Barra, a 150 metros mar adentro. De esta barra de arrecife se extra¨ªa la piedra con que se labraban las piletas filtradoras de agua potable. Hoy tiene la virtud de generar en marea baja una piscina como hay pocas; ideal para iniciarse en el paddle surf o a bordo de un kayak transparente.
El ocio playero queda patente en la pulcritud y las ofertas deportiva, cultural y gastron¨®mica, y tambi¨¦n impresionan sus certificaciones: Q de calidad tur¨ªstica (con compromiso de calidad en destino), bandera azul y normas UNE 17001 e ISO 14001. El sector de accesibilidad universal, por su parte, acaricia la escultura de C¨¦sar Manrique La mujer y su sombra.
Entre los 3,1 kil¨®metros de longitud completa de Las Canteras, el sector de La C¨ªcer depara satisfacciones por su devoci¨®n al surf y su pista de skate. Pero no solo: ¨²ltimamente cobra auge cosmopolita por la proliferaci¨®n de una fauna de n¨®madas digitales, blogueros, dise?adores, instagramers y trabajadores remotos, con su estilo de vida personal. Se entienden con la mirada y un gesto. Procedentes qui¨¦n sabe si de Chiang Mai (Tailandia), Perth (Australia) o Miami, se les ve confraternizar en el centro art¨ªstico La F¨¢brica, o bien degustando fusiones en la cantina La Bikina.
NYC Taxi RockBar es un im¨¢n para los amantes de la m¨²sica, y el Mumbai Sunset anima a sentarse en su terraza con un mojito
Los 12 tipos de olas que rompen en la bah¨ªa favorecen la presencia de firmas como Oceanside: escuela, albergue, tienda y agencia de viajes. NYC Taxi RockBar es un im¨¢n para los que disfrutan de buena m¨²sica con una cerveza en la mano. Menci¨®n necesaria pide el Mumbai Sunset Bar, que anima a sentarse en la terraza con un mojito Tentation al tiempo que se lee en la pared la frase m¨¢s votada en Facebook. Tambi¨¦n podemos entrar en su garaje revestido con alfombras de India.
El Mumbai, lo mismo que el NYC TAXI, est¨¢ adscrito al ciclo de conciertos Playa Viva que se celebra los fines de semana, al aire libre, y que tantos ¨¦xitos est¨¢ cosechando. Quien disfrute con Xoel L¨®pez o Sidonie, ya sabe en qu¨¦ frecuencia musical se sintoniza la playa capitalina.
Un faro sinf¨®nico
Desde el auditorio Alfredo Kraus, emplazado en el extremo oeste, se recorre con la mirada toda la orla de arena, proporcionando a los tres volcanes de La Isleta el mejor fondo. Nadie como el arquitecto ?scar Tusquets para integrar en la rompiente este faro acastillado repleto de alegor¨ªas del escultor Juan Bordes a Las Canteras y al oc¨¦ano. Su imponente sala sinf¨®nica se incluye en la visita guiada.
La se?alizaci¨®n representa un rasgo distintivo de la playa, visto el flujo perpetuo de caminantes. Todo anima a recorrer el arco central playero, llamado Pe?a la Vieja, cuya helader¨ªa hom¨®nima rinde culto a lo artesano y a sabores ex¨®ticos. Cerca queda el Basal Grill & Beach.
Un total de 22 a?os llevan dando la hora y la temperatura (?22 grados de media!) relojes digitales que ya forman parte del imaginario palmense. Del placer bals¨¢mico de este paseo mar¨ªtimo tiene mucho que ver el veto a mascotas y a cualquier veh¨ªculo rodante que pueda entrecruzarse con el peat¨®n. Algo inusitado.
En El Charc¨®n surge, semioculta en la calle de Jos¨¦ Franchy Roca, la casa-torre¨®n de Don Amaranto (1897), exponente de vivienda burguesa de recreo. Amaranto fue poeta y abogado, autor de unas d¨¦cimas bien tra¨ªdas: ¡°All¨ª en aquellas riberas?/ ?se cansa uno de vivir??/ Quien no se quiera morir?/ que se vaya a Las Canteras¡±. Su complemento arquitect¨®nico, en Playa Grande, es la cl¨ªnica San Jos¨¦ (1895), en la que obreros enfermos disfrutaban sin saberlo de la talasoterapia.
Las rutas con gafas y tubo, tanto diurnas como nocturnas, se organizan para ver chuchos y carmelitas, peces parecidos a las morenas. Las gu¨ªan, ayudados de su libro de campo Vida submarina. Playa de Las Canteras, Maite Asensio y Fernando Tuya, licenciados en Ciencias del Mar, responsables de Snorkeling Experience. Parte de las 150 especies marinas las veremos antes en un mural que recibe en pleamar las olas de Playa Chica.
Las Palmas de Gran Canaria
Atl¨¢ntica y racionalista
Las Palmas de Gran Canaria ha sido declarada Ciudad Atl¨¢ntica 2017, t¨ªtulo que otorga la Comisi¨®n Europea. Si buscamos un encuentro con el patrimonio, la primera parada puede ser el hist¨®rico y empedrado barrio de Vegueta. Llama la atenci¨®n el Museo Canario y la expresi¨®n de espanto congelado en el tiempo de sus momias abor¨ªgenes. La plaza de Santa Ana fue tomada como ejemplo arquitect¨®nico en Am¨¦rica. De la catedral, con interior palmeriforme, pasamos a la Casa de Col¨®n, cuyos patios y guacamayos dan pistas sobre la historia colombina.En la salas del Centro Atl¨¢ntico de Arte Moderno, proyectadas por S¨¢enz de Oiza y que tanto invitan a so?ar con formas, se pueden ver hasta junio las esculturas olfativo-ac¨²sticas de Oswaldo Maci¨¢. Los domingos se instala en la plaza del Pilar Nuevo un mercado de artesan¨ªa amenizado con m¨²sica folcl¨®rica. En las Casas Consistoriales, solo los domingos, podremos admirar las arpilleras del pintor Manuel Millares. Si nos atrae la gastronom¨ªa l¨ªquida, a 300 metros ascendemos a La Azotea de Benito. Muchos olvidan el barrio de San Crist¨®bal y sus casas de pescadores pintadas de vivos colores junto a restaurantes de pescado. Uno muy recomendable es el Bienmesabe Ciudad del Mar. Al estructurarse las fachadas de la calle Mayor de Triana en dos plantas, y presentar numerosos r¨®tulos publicitarios las bajas, conviene mantener siempre la vista bien erguida (modernistas son los n¨²meros 22, 78, 80, 82 y 98). Eso s¨ª, para cenar los fines de semana en el restaurante Qu¨¦ Leche (+34 607 91 78 03) hay que reservar con 10 d¨ªas de adelanto. El modernismo, de nuevo, tiene su t¨®tem arquitect¨®nico en el quiosco del parque de San Telmo. Dentro del recinto Pueblo Canario, junto a los jardines del hotel Santa Catalina, se ubica el imprescindible Museo N¨¦stor, consagrado a uno de los ¨²ltimos pintores simbolistas, N¨¦stor Mart¨ªn-Fern¨¢ndez de la Torre (1887-1938). Seducen de su legado los ¨®leos que conforman su extraordinario Poema del Atl¨¢ntico.Lo de que la capital grancanaria es una de las ciudades racionalistas esenciales no es balad¨ª. Lo atestigua la ruta por los edificios dise?ados en buena medida por el hermano de N¨¦stor, Miguel. Donde m¨¢s se aprecia el sello de la Bauhaus es en Ciudad Jard¨ªn, con un centenar de ejemplos datados en los a?os treinta. Adem¨¢s, buena parte de todo lo dicho puede verse con la guagua (autob¨²s) tur¨ªstica como medio de transporte.
Caminamos por Playa Grande, el eje tur¨ªstico y centro org¨¢nico de Las Canteras. Su arena, profusa, luce m¨¢s rubia que en el resto de la playa y la protegen ceniceros-cucurucho, o papeleras en forma de toldo. Aqu¨ª lucen esculturas de arena, all¨ª los ba?istas juegan al tenis playa. Y quien puede permit¨ªrselo, se encarama a la octava planta del hotel Cristina, la manera ¨®ptima de disfrutar desde la habitaci¨®n con los ¨²ltimos zarpados del sol. A la hora de la cena, el Kitchen Lovers (+34 928 98 76 10) pone encanto italiano y una carta breve pero fresca, en la que destaca la degustaci¨®n del chef por 30 euros (bebidas aparte). M¨¢s informal es la oferta culinaria del gastromercado del Puerto, f¨¦rrea osamenta de 1891 levantada por el equipo t¨¦cnico que erigi¨® dos a?os antes la Torre Eiffel y que los viernes resulta el afterwork preferido por los residentes. Mientras esperamos mesa en el Maketto Sushi Bar, podemos saborear en Tapas & Rokeri la caballa ahumada que sirve no sin campechan¨ªa la noruega Anette.
El ambiente tradicional y gastron¨®mico impregna La Puntilla. Desde la escultura del malogrado pescador apodado El Chacalote fijamos la atenci¨®n en los barquillos elevados sobre burras de madera. Y, entreverados, jugadores de bingo, de parch¨ªs, a veces de cr¨ªquet, en nada incompatibles con los novatos del Real Club Victoria windsurfeando o remando sobre tabla.
Qu¨¦ mejor que el expositor del restaurante La Marinera para empaparse del saber ictiol¨®gico canario, de gustosa sonoridad, sea el medregal, la fula de altura, el abae o el agiote. A la vista, las monta?as de G¨¢ldar y Arucas, con suerte del Roque Nublo siluete¨¢ndose. En Las Canteras hay tres balnearios con vestuarios y duchas gratuitos.
A pocos minutos a pie queda el castillo de la Luz, una de las construcciones defensivas estelares del archipi¨¦lago. Su deslumbrante rehabilitaci¨®n, firmada por el equipo Nieto Sobejano, sirve de contenedor a la obra de un cl¨¢sico de la escultura espa?ola, Mart¨ªn Chirino (1925), vecino de La Isleta.
La isla en 7 excursiones
1 Arucas y Teror
Paseando por Arucas, llama la atenci¨®n el trabajo de canter¨ªa en las fachadas. Vale la pena fijarse en la catedral neog¨®tica labrada en piedra local, en el centro de interpretaci¨®n del Labrante (Cantero) y en el jard¨ªn de la Marquesa. La localidad de Teror destaca por sus calles empedradas y balcones de madera. De su mercadillo dominical no hay que dejarse el Rinc¨®n del Artesano.
2 Artenara por Moya
Artenara ofrece una vista de toda la caldera volc¨¢nica. Hay varias maneras de subir al pueblo m¨¢s alto de la isla, entre ellas por Moya. Tomar una cerveza delante de las olas del Roque de Moya, antes de subir al centro del municipio enclavado en una impresionante quebrada. Y de all¨ª al bosque de laurisilva mejor conservado de Gran Canaria, y posterior parada gastron¨®mica en Fontanales.Artenara tiene como carta de presentaci¨®n el Museo Etnogr¨¢fico Casas-Cueva (abre todos los d¨ªas; gratuito) y combina el mirador de Unamuno con las cuevas-vivienda o la troglod¨ªtica Virgen de la Cuevita. Una cerveza en el mirador de La Cilla y regreso por Gu¨ªa para conocer la Casa del Queso (cierra lunes y viernes).
3 Gu¨ªa, Cueva Pintada y Sardina
Tras visitar el colorista casco viejo de Santa Mar¨ªa de Gu¨ªa y hacer una degustaci¨®n en La Quesera, tomamos el coche hasta el impresionante granero aborigen, de nombre Cenobio de Valer¨®n. Pocas experiencias complementan mejor este silo que la Cueva Pintada de G¨¢ldar, ejemplo de arte canario coet¨¢neo al desembarco de los europeos. A las pinturas las rodean 60 viviendas prehisp¨¢nicas. Despu¨¦s, parada gastron¨®mica en La Trastienda de Chago (+34 928 89 72 54). Y al final, un paseo entre las barcas del puerto de Sardina.
4 Valle de Agaete
Un enclave extenso, f¨¦rtil y bien conservado. A la entrada del valle de Agaete, en la iglesia de la Inmaculada Concepci¨®n, aparte del artesonado se expone un maravilloso tr¨ªptico flamenco del siglo XVI. Cerca, la finca La Laja organiza visitas guiadas por uno de los cafetales m¨¢s septentrionales del mundo. A la hora de dormir, el hotel rural Las Longueras es una buena opci¨®n. Para disfrutar de la playa nudista de Guayedra, no est¨¢ de m¨¢s reservar en los alojamientos tipo caba?a de Redondo de Guayedra.
5 A Tejeda desde Santa Luc¨ªa
Subiendo a Santa Luc¨ªa de Tirajana nos detenemos en el centro de interpretaci¨®n de La Fortaleza, que recrea el ¨²ltimo foco de resistencia aborigen (1483). Una vez en la monta?a, emprenderemos un recorrido circular de 20 minutos. En lo alto de la caldera volc¨¢nica se puede tocar el Roque Nublo, s¨ªmbolo de identidad grancanaria, para bajar despu¨¦s a un pueblo con encanto, Tejeda, dotado con mirador y un centro de interpretaci¨®n de plantas medicinales. Tambi¨¦n est¨¢n la Dulcer¨ªa Nublo y 14 restaurantes.desviamos al mirador de La Sorrueda sobre la presa de Tirajana para detenernos 6 Maspalomas Un manto de dunas m¨®viles al que se suma un palmeral, la charca, un faro monumental y un cintur¨®n de hoteles conforman Maspalomas. En la playa hay sector naturista. El Palmitos Park dispone de delfinario, acuario (dulce y salado), aviario y reptilario.
7 De Ag¨¹imes a Guayadeque
Cerca del aeropuerto se encuentra Ag¨¹imes. Su importancia como sede episcopal durante siglos ten¨ªa necesariamente que ir acompa?ado de un interesante conjunto monumental. El de Guayadeque es un barranco de significaci¨®n etnogr¨¢fica por su uso troglod¨ªtico. Se pueden visitar el museo (+34 928 17 20 26) y el poblado de Cueva Bermeja. En el restaurante Tagoror, vino en mano, apreciaremos las entra?as rocosas despu¨¦s de dar la vuelta al risco en 15 minutos contemplando la cueva.
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