10 grandes viajes para hacer una vez en la vida
La sabana africana, las islas Gal¨¢pagos, la Ant¨¢rtida o Jap¨®n. Destinos para quienes buscan experiencias dif¨ªciles de superar
Qui¨¦n no ha so?ado alguna vez en un d¨ªa de perros en la oficina con mandarlo todo a paseo e irse a dar la vuelta al mundo? O quiz¨¢ perderse en la Ant¨¢rtida, recorrer durante semanas Jap¨®n de norte a sur, cruzar el Atl¨¢ntico en velero¡ Hacer realidad ese gran sue?o viajero que siempre hemos idealizado, pero para el que nunca encontramos hueco (que si los estudios, que si la hipoteca, que si los ni?os, que si el trabajo¡). Un a?o sab¨¢tico es la opci¨®n perfecta, pero con un mes entero en muchos casos vale. O cuando dejamos de trabajar (seg¨²n las estad¨ªsticas, cada a?o son m¨¢s los espa?oles que se jubilan antes de la edad legal; en concreto, en 2016 un 44,6% de los jubilados lo hicieron antes de lo que les corresponder¨ªa). ?Eres uno de ellos? Bienvenido a ese cada vez m¨¢s numeroso grupo de gente que puede encontrar tiempo para un viaje largo. Por si ha llegado el momento, aqu¨ª van 10 ideas muy variadas para esa gran escapada que solo har¨ªas una vez en la vida.
El Camino Franc¨¦s, el m¨¢s conocido, es aconsejable si el caminante a Santiago no quiere estar mucho tiempo solo
1 La vuelta al mundo
Circunvalar el planeta es uno de los sue?os recurrentes que por lo general solo se pueden hacer realidad en dos momentos de la vida: o cuando eres joven y no tienes un duro, pero tampoco nada que perder¡, o cuando has llegado a una edad en que ya has ahorrado dinero y tampoco tienes nada que perder. Una vez tomada la decisi¨®n, hay muchas formas de encarar la aventura. Para planificar la operaci¨®n est¨¢n, por ejemplo, los bonos Round-the-World (RTW), billetes de avi¨®n con m¨²ltiples paradas para montar una ruta alrededor de la Tierra que tienen un precio entre 2.000 y 5.000 euros, dependiendo de las escalas que queramos hacer y las compa?¨ªas a¨¦reas que elijamos. Los ofrecen los tres grandes consorcios a¨¦reos: OneWorld, SkyTeam y Star Alliance. El ¨²nico requisito es dise?ar la ruta siempre en el mismo sentido, de este a oeste o viceversa. En sus webs se encuentra informaci¨®n sobre condiciones y tarifas y un planificador de itinerarios para dar la vuelta al mundo. En Internet hay tambi¨¦n multitud de blogs de viajeros que ya cumplieron ese sue?o y dan consejos y cantidad de datos pr¨¢cticos para reproducir la aventura. Aconsejable tambi¨¦n el libro C¨®mo preparar un gran viaje, de la Editorial Viajera. Asimismo, hay agencias especializadas en organizar una vuelta al mundo; entre ellas, Round the World Flights, Round the World Experts y Travel Nation (todas de habla inglesa).
2 El Camino de Santiago
Es un cl¨¢sico, pero nunca falla. La aventura vital de caminar durante cientos de kil¨®metros hacia la tumba del ap¨®stol no tiene edad, pero s¨ª necesita de tiempo. Una aventura que le ha cambiado la vida a mucha gente porque es m¨¢s que una simple marcha senderista. La magia de caminar por una ruta llena de historia y arte; el reto de andar durante d¨ªas y d¨ªas soportando ampollas, tendinitis, fr¨ªo y calor; el hecho de compartir momentos especiales en albergues con gente desconocida que anhela el mismo sue?o que t¨², y la emoci¨®n de entrar por fin en el Obradoiro compostelano tras haber superado mil penalidades hacen de este viaje la aventura perfecta para momentos personales especiales. Y como m¨¢s se siente esa emoci¨®n es haciendo el Camino completo, de un tir¨®n, para que d¨¦ tiempo a empaparse de su magia. El Camino Franc¨¦s, el m¨¢s conocido y transitado, es aconsejable si el caminante no quiere estar mucho tiempo solo. La mejor ¨¦poca es mayo, junio y septiembre; en verano es altamente desaconsejable: lleno de gente y un calor que te mueres. Si se busca una experiencia m¨¢s solitaria, el Camino del Norte o el Portugu¨¦s, que son en general bastante menos transitados. La V¨ªa de la Plata es muy bella en primavera.
Un safari en ?frica es una aventura sin edad ni requisitos especiales cuya log¨ªstica hace que sea muy participativo
3 La sabana africana en cami¨®n
La sola menci¨®n de esas dos palabras ¡ªsafari y ?frica¡ª excita la imaginaci¨®n de cualquier viajero. Si adem¨¢s se viaja en un cami¨®n especial todoterreno, adaptado para las pistas africanas, y se duerme la mayor¨ªa de las noches en acampada en mitad de la naturaleza m¨¢s salvaje escuchando el rugido de los animales, el ¨¦xito de la aventura est¨¢ garantizado. Es adem¨¢s un periplo sin edad y sin requisitos especiales: he visto gente madura que jam¨¢s hab¨ªa dormido en una tienda de campa?a, y que lo m¨¢s salvaje que hab¨ªa visto en su vida era el Safari Park, disfrutar como ni?os de los atardeceres de ?frica, del polvo de la sabana y de las incomodidades de una letrina rodeada de hienas hasta el punto de caer rendidos ante la magia de ?frica. La propia log¨ªstica de estos viajes hace que sean muy participativos y muy aconsejables incluso para apuntarse en plan solteros: al cabo de un par de d¨ªas viajando en la cabina adaptada de un cami¨®n, compartiendo an¨¦cdotas y experiencias, nadie es extra?o en el grupo. Hay programas por Kenia y Tanzania con final en Zanz¨ªbar, por Uganda o por Botsuana y Zimbabue ¡ªmis favoritos¡ª con salida y/o llegada a las cataratas Victoria. En Espa?a los organizan Ratpanat, Kananga y Ankawa.
4 Jap¨®n
Una cultura tan diferente que har¨¢ las delicias de cualquiera que viaje para conocer y aprender. Pese a las dificultades del idioma (es muy f¨¢cil moverse en transporte p¨²blico por Jap¨®n), es un destino m¨¢s que recomendable para ir por cuenta propia, sin necesidad de grupo organizado. Jap¨®n ofrece cultura, exotismo, buena gastronom¨ªa y un poco de todo para hacer: naturaleza, playas, templos, grandes ciudades¡ Adem¨¢s, eso de que Jap¨®n es tremendamente caro es un mito; ocurri¨® en los noventa, cuando su econom¨ªa y su moneda estaban disparadas, pero ahora Jap¨®n no es mucho m¨¢s caro que cualquier otro destino. Dir¨ªa que incluso en algunos aspectos, como por ejemplo la comida y los restaurantes, es m¨¢s barato que Espa?a. Varias compa?¨ªas a¨¦reas vuelan tanto al aeropuerto de Osaka como al de Tokio (por ejemplo, Turkish Airlines, v¨ªa Estambul), lo que permite hacer un recorrido lineal y aprovechar mejor el tiempo. Otro consejo es adquirir el JR Pass, el pase de viajes ilimitados de los ferrocarriles japoneses. Permite ahorrar mucho dinero en transporte; pero, ?ojo!, solo se puede comprar fuera de Jap¨®n (en agencias especializadas, como por ejemplo Viajes HIS).
5 Angkor (Camboya)
Si solo tienes tiempo y dinero para visitar unas ruinas arqueol¨®gicas en tu vida, elige Angkor. Cualquier adjetivo que se le quiera aplicar a la antigua capital del reino jemer se queda corto. Y eso que, seg¨²n a qu¨¦ horas y en qu¨¦ d¨ªas, las masas de visitantes saturan las ruinas hasta el punto de que los ¨¢rboles no dejan ver el bosque. Y aun as¨ª, nada rompe el encantamiento que te queda tras la visita a un lugar ¨²nico en el mundo. Porque por su tama?o ¡ªunos mil restos arqueol¨®gicos¡ª, por ubicaci¨®n ¡ªen mitad de una selva tupida¡ª y por su calidad escult¨®rica y constructiva, los templos de Angkor pueden ser considerados como una de las maravillas de la Antig¨¹edad, a la altura de las pir¨¢mides de Egipto o las grandes ciudades p¨¦treas de Per¨² y M¨¦xico. La antigua capital real de Camboya muestra ocho siglos de historia de Indochina esculpidos en columnas, estupas, frisos y relieves. Las ruinas se extienden a lo largo de unos 410 kil¨®metros cuadrados en la jungla noroeste de Camboya, en las cercan¨ªas del lago Tonle Sap y a unos 130 kil¨®metros de la frontera con Tailandia.
6 Islas Gal¨¢pagos
Si hay un lugar en el imaginario colectivo que asociamos al arca de No¨¦ son las islas Gal¨¢pagos. Ese enorme zoo natural a cielo abierto que visit¨® Darwin en 1835 en su viaje a bordo del Beagle, lleno de iguanas, tortugas gigantes, lobos de mar y todo tipo de animales end¨¦micos que sestean al calor de los paisajes volc¨¢nicos. Bien, pues cuando por fin logras llegar all¨ª te das cuenta de que no era un invento de los folletos tur¨ªsticos: el archipi¨¦lago de Col¨®n es exactamente as¨ª, tan espectacular como lo hab¨ªamos so?ado siempre. Un sitio raro, extra?o, que no se parece a ning¨²n otro que hayamos podido ver antes.
Para visitarlo hay que contactar con el hotel o el barco elegidos y reservar plaza para las fechas deseadas. Luego se hace el prerregistro (obligatorio) a trav¨¦s de una web del Gobierno ecuatoriano detallando las fechas y d¨®nde nos vamos a alojar. En un plazo de tiempo recibes un e-mail autoriz¨¢ndote la entrada a Gal¨¢pagos. El n¨²mero m¨¢ximo de visitantes que admiten las islas son 110.00 al a?o (aunque algunos a?os esta cifra se dispara hasta 200.000). Los vuelos salen desde Guayaquil, en la costa continental ecuatoriana, hacia los aeropuertos isle?os de San Crist¨®bal, Baltra e Isabela.
7 Europa, ?por qu¨¦ no?
Lo normal es aprovechar ese viaje de unavezenlavida para hacer esa locura que nunca pudiste hacer antes¡ y que nunca m¨¢s vas a repetir. Pero no todo el mundo sue?a con irse a las ant¨ªpodas o con pegarse 14 horas de avi¨®n. En Europa hay muchas cosas que hacer tambi¨¦n. Por ejemplo, alquilar un coche y recorrer la Toscana y todo el norte de Italia: un viaje maravilloso en primavera o en oto?o. O la ind¨®mita y fascinante Islandia. O hacer un circuito cl¨¢sico de Viena, Budapest y Praga en hoteles de lujo, un plan que nunca falla. Par¨ªs y Londres tampoco son mala opci¨®n, aunque es verdad que a esas dos ciudades se puede ir un fin de semana en un vuelo low cost por menos dinero del que uno se gastar¨ªa qued¨¢ndose en casa.
8 La Ant¨¢rtida
La Ant¨¢rtida es el viaje de los viajes. En todos los sentidos, incluido el econ¨®mico. La juerga no sale por menos de 5.000 euros por cabeza, por lo que se antoja una aventura para esa edad en la que la palabra millennials te suena a programa de software. Las escasas navieras que ofrecen este recorrido zarpan de Ushuaia (Argentina) y salen por el canal de Beagle en direcci¨®n al paso de Drake y la pen¨ªnsula Ant¨¢rtica. Cada d¨ªa ¡ªma?ana y tarde¡ª, la tripulaci¨®n hace descender las barcas auxiliares y se baja por turnos a tierra. No puede haber m¨¢s de 100 personas al mismo tiempo en la costa. Una vez en ella, tampoco puedes moverte libremente: hay lugares y sendas se?aladas para no molestar demasiado a los ping¨¹inos y cormoranes, que en el verano austral estar¨¢n criando. Durante las horas de traves¨ªa hay conferencias a cargo de expertos bi¨®logos y ge¨®logos sobre la fauna, la mineralog¨ªa y la historia de la Ant¨¢rtida. Cuando te acomodas en uno de los sillones de las cubiertas acristaladas o te acodan en la borda, te ves rodeado por un cinemascope de glaciares, icebergs, picos nevados y aguas g¨¦lidas por las que saltan ballenas, ping¨¹inos, orcas, focas¡ que te dejan boquiabierto. No hay un solo rinc¨®n de la Ant¨¢rtida que decepcione.
9 Cruzar el Atl¨¢ntico a vela, aun sin t¨ªtulo de capit¨¢n
No hay que ser un lobo de mar para cruzar el Atl¨¢ntico a vela. Ni tener el t¨ªtulo de capit¨¢n de yate. Te llevan. Lo cual no quita ni un ¨¢pice de m¨¦rito a la aventura de llegar a Am¨¦rica como lo hizo Col¨®n. Hay varias empresas especializadas en el turismo n¨¢utico y en alquiler de barcos que tienen que mover las naves que chartean de un mar a otro, seg¨²n temporada. En noviembre se van del Mediterr¨¢neo al Caribe. Y en primavera hacen el recorrido inverso. Aprovechan esos viajes en vac¨ªo para vender plazas a viajeros sin titulaci¨®n n¨¢utica que quieran vivir la experiencia de cruzar el Atl¨¢ntico a vela. Algunos contemplan la posibilidad de unirse a ellos en Canarias, acortando los d¨ªas de navegaci¨®n. Durante la traves¨ªa, los pasajeros ayudan en las tareas del barco y tienen tiempo de sobra para escribir sus diarios de a bordo y disfrutar de una experiencia ¨²nica en la vida. La de estar rodeados por la inmensidad azul de un oc¨¦ano.
10 Un crucero diferente
Irse de crucero no significa necesariamente pasar una semana bailando la conga y comiendo en el buf¨¦ con otros 5.000 cruceristas. Hay cruceros-expedici¨®n en barcos peque?os que atraviesan zonas remotas imposibles de ver de otra manera y en los que la nave es solo el veh¨ªculo que permite vivir experiencias ¨²nicas, no el fin en s¨ª del viaje. Uno de los m¨¢s espectaculares es el que organiza la compa?¨ªa chilena Australis entre Punta Arenas y Ushuaia por los canales patag¨®nicos. La mejor ¡ªy casi ¨²nica¡ª manera de descubrir esta incre¨ªble e inaccesible regi¨®n de la Tierra del Fuego. El colof¨®n del recorrido es ¡ªsi el tiempo lo permite¡ª desembarcar en el cabo de Hornos.
Otro que no decepciona para disfrutar de la naturaleza en estado puro es el de Alaska. La gran especialista en este destino es la naviera Holland America, que ofrece m¨¢s de 17 salidas anuales entre mayo y septiembre de diversa duraci¨®n, desde 7 hasta 20 d¨ªas, visitando los grandes glaciares, entre ellos el Hubbard, una de las lenguas de hielo m¨¢s activas del mundo, con unos incre¨ªbles 411 metros de altura en su frente. No es una juerga barata (en realidad no lo es por ning¨²n territorio extremo), pero los hay desde 1.000 euros por persona en camarote interior; eso s¨ª, hay que sumarle el vuelo hasta Vancouver, en Canad¨¢, que es de donde salen los barcos. Otro crucero memorable es el que recorre las islas Svalbard, que pertenecen a Noruega, pero est¨¢n a solo 900 kil¨®metros del Polo Norte. El buque polar Plancius circunvala el archipi¨¦lago en viajes de una semana, con salida y llegada en Longyearbyen, su capital (SAS llega hasta all¨ª v¨ªa Tromso).
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