La leyenda de San Andr¨¦s de Teixido
Excursi¨®n desde la villa marinera de Cedeira hasta el conocido santuario coru?¨¦s

La tradici¨®n gallega tiene una peculiar y estrecha relaci¨®n con la muerte (no por casualidad circula por aqu¨ª la Santa Compa?a), pero curiosamente est¨¢ cargada de recomendaciones ancestrales que son los vivos quienes deben cumplir. Una de ellas es la que manda peregrinar al menos una vez en la vida a San Andr¨¦s de Teixido, una ermita escondida en el interior de las R¨ªas Altas.
Y.. ?cu¨ªdese mucho de no hacerlo! porque ¨Cy aqu¨ª viene la rega?ina de la tradici¨®n-: ¡°A San Andr¨¦s de Teixido vai de morto o que non foi de vivo¡±; o lo que es lo mismo: a San Andr¨¦s de Teixido va finalmente de muerto el que no fue de vivo. Y a lo peor le toca hacerlo ya como alma en pena o reencarnado en un lagarto, sapo o culebra...
As¨ª que, tome nota, prepare la mochila y no se haga el remol¨®n: empiece a pensar en su pr¨®ximo peregrinaje a San Andr¨¦s de Teixido. Aqu¨ª damos algunas pistas para el viaje.
Puede, por ejemplo, empezarlo en Cedeira, villa marinera de bello urbanismo y afamada lonja donde dejarse llevar por los placeres m¨¢s terrenales: buen vino y buen comer. Vivos y muertos coinciden en alabar los exquisitos calamares y los sabrosos percebes que se pescan en la r¨ªa, que a buen seguro har¨¢n m¨¢s llevadera la peregrinaci¨®n.

Luego siga las se?alizaciones a la salida del pueblo: 12 kil¨®metros separan Cedeira del santuario de San Andr¨¦s de Teixido. La carretera asciende por la empinada sierra de A Capelada, donde trotan as bestas: caballos salvajes, peque?os y robustos, acostumbrados a cabalgar en estos montes donde el viento vive en guerra con el mar y la tierra.
Entre caballos, acantilados y modernos molinos que dan forma a uno de los parques e¨®licos m¨¢s potentes de la pen¨ªnsula se alcanza el santuario. Cuenta la leyenda que el ap¨®stol San Andr¨¦s se despert¨® triste una ma?ana. Su templo estaba en un lugar tan inh¨®spito que no atra¨ªa a los peregrinos, quienes prefer¨ªan visitar la tumba del ap¨®stol Santiago, en Compostela, antes que la suya. Conmovido, Dios le hizo una concesi¨®n: "Ve tranquilo, Andr¨¦s, pues no has de ser menos que Santiago. Desde hoy, prometo que nadie ha de entrar en el reino de los cielos sin antes haberte visitado. Y si no lo hiciera en vida, habr¨¢ de acudir de muerto". De ah¨ª la tradici¨®n de peregrinar a este santuario, tambi¨¦n conocido como ¡°San Andr¨¦s do Cabo de Mondo¡± (San Andr¨¦s del fin del mundo).
Una vez all¨ª hay que respetar varias tradiciones: la primera, comprar figuritas de pan en algunas de las tiendas de souvenirs religiosos. Luego, entrar en la ermita y rogar la bendici¨®n de San Andr¨¦s. Despu¨¦s, ir en busca de la fuente del Santo donde, dicen, hay que beber de los tres ca?os sin apoyar las manos en la pared de la fuente. Tras pedir los deseos se arroja al agua una miga de pan. Si flota, los deseos se har¨¢n realidad, pero si se hunde... ?uf!¡ mejor no le digo lo que puede pasar si se hunde.
Tras mojar los labios en la fuente (se recomienda no tragar el agua pues no es potable), hay que bajar hasta la orilla del mar en busca de la herba namoradeira (hierba de enamorar) o clavel marino y de los xuncos de ben parir, (los juncos del buen parir) y volver al santuario con el ramo. Se dice que para lograr el amor de quien se desee no hay m¨¢s que ponerle un p¨¦talo de la herba namoradeira en el bolso o bolsillo sin que la amada/o se percate... y la pasi¨®n est¨¢ asegurada.
No todo iban a ser almas en pena en Teixido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
