Corea del Sur en 11 saltos
De Pyeongchang, sede de los pr¨®ximos Juegos Ol¨ªmpicos de invierno, a Se¨²l, la capital o la aldea tradicional radicional de Hahoe, las mejores pistas en el pa¨ªs asi¨¢tico de moda
Hasta ahora era casi una desconocida, pero los pr¨®ximos Juegos Ol¨ªmpicos de invierno, que arrancan el pr¨®ximo 9 de febrero en Pyeongchang, ser¨¢n el empuj¨®n definitivo para que muchos pongan en el mapa este pa¨ªs del extremo Oriente. Su bandera nacional, un c¨ªrculo azul y rojo, simboliza la mezcla fluida entre lo antiguo y lo moderno, y ondear¨¢ en las diferentes competiciones.
Eclipsada por sus grandes y famosos vecinos, como Jap¨®n o China, Corea del Sur es tambi¨¦n un s¨ªmbolo, m¨¢s discreto, de la modernidad asi¨¢tica, un pa¨ªs que goza de las ventajas de la plena industrializaci¨®n y la alta tecnolog¨ªa, pero manteniendo el culto a sus tradiciones y a las costumbres asi¨¢ticas m¨¢s antiguas.
Su tama?o (asequible) y las excelentes infraestructuras permiten alejarse de las grandes ciudades como Se¨²l y Busan y acceder a la tranquilidad rural en apenas una hora, algo que invita a caminar por frondosos parques nacionales culminados en altas monta?as; hacer rafting en r¨ªos; practicar surf en sus 2.400 kil¨®metros de costa; navegar hasta islas remotas o saborear la serenidad de un retiro en un templo budista.
Un contraste con el futurista lavado de cara que ha experimentado su capital, Se¨²l, con motivo de la celebraci¨®n de los juegos de 2018, con intervenciones urbanas como Seoullo 7017, un nuevo parque lineal repleto de caf¨¦s, bares y librer¨ªas, o una nueva l¨ªnea de trenes de alta velocidad.
1 Esquiar en Pyeongchang
Pyeongchang organizar¨¢ los Juegos Ol¨ªmpicos de Invierno 2018, cuyas pruebas se celebrar¨¢n en las estaciones de esqu¨ª de Alpensia y Yongpyong y en la zona costera de Gangneung. Muy pr¨®ximas entre s¨ª, Alpensia y Yongpyong cuentan con much¨ªsimas pistas, incluidas varias indicadas para familias y principiantes, adem¨¢s de una buena oferta de ultramodernos alojamientos e instalaciones de ocio.
Al margen de las olimpiadas de invierno, la regi¨®n de Pyeongchang (a unos 180 km al sudeste de Se¨²l), es una popular zona de excursionismo y esqu¨ª para los Corea del Sur nos, unida ahora por un tren de alta velocidad que tarda solo unos 80 minutos en llegar desde la capital. Caminatas en verano, deportes de nieve en invierno y un entorno de monta?a perfecto todo el a?o.
2. Cheonggyecheon, un oasis en el centro Se¨²l
La demolici¨®n de una autopista elevada en la capital de Corea del Sur y la posterior excavaci¨®n del terreno hizo brotar un antiguo riachuelo escondido: el descubrimiento (y el posterior acondicionamiento de la zona) ha transformado el centro de Se¨²l en un parque ribere?o que permite disfrutar de un agradable par¨¦ntesis entre el frenes¨ª comercial circundante. El arte callejero decora las orillas del cauce urbano, que suelen acoger diversos eventos culturales, como un espectacular festival de faroles en el mes de noviembre durante el que se lanzan al agua miles de gigantes y coloridas esculturas de papel iluminadas. Un interesante museo relata la historia del Cheonggyecheon, un espacio que tanto los coreanos como los turistas aprovechan para relajarse, refrescarse los pies en el agua y, por la noche, disfrutar del espect¨¢culo de luces.
3. Changdeokgung, palacio de la eterna virtud
Una de las visitas tur¨ªsticas imprescindibles en Se¨²l es el palacio de la Ilustre Virtud ¨Ctambi¨¦n llamado palacio del Este¨C, ubicado dentro de un gran parque de la capital coreana. Se construy¨® a principios del siglo XV en Se¨²l como palacete secundario del de Gyeongbukgung, aunque supera a su hermano mayor en belleza y elegancia. Declarado patrimonio mundial, la secci¨®n con m¨¢s encanto es el Huwon, un jard¨ªn secreto que es toda una oda a la horticultura palaciega. Hace falta reservar con mucha antelaci¨®n para conseguir plaza en los circuitos con luna llena que se organizan durante los meses m¨¢s c¨¢lidos.
4. Festival del Barro de Boryeong
Cada julio, miles de personas se congregan en Boryeong prestos a zambullirse en gigantescas piscinas de barro. La excusa oficial es que este lodo tiene propiedades reparadoras, pero basta mirar alrededor para comprobar que el principal objetivo de los asistentes es pasarlo bomba. M¨¢s all¨¢ del fango, este famoso festival incluye conciertos, raves y fuegos artificiales. Boryeong est¨¢ a unos 120 kil¨®metros al sur de Se¨²l, cerca de la costa del mar Amarillo y durante el festival atrae a m¨¢s de dos millones de visitantes.
5. Vida tradicional en Jeonju Hanok Maeul
Esta es, probablemente, la versi¨®n m¨¢s fiel de un pueblo t¨ªpico de Corea del Sur que puede visitarse en la actualidad. Las casas con tejados de pizarra de Jeonju, unas 800, representan las artes tradicionales, como la fabricaci¨®n a mano de abanicos de papel o la producci¨®n de soju (vodka local). Los amantes del buen comer deben tambi¨¦n saber que es la cuna del bibimbap (arroz, huevo, carne y verduras con salsa de chile) y aqu¨ª encontrar¨¢n la versi¨®n definitiva de este plato. Para quien dese¨¦ pasar aqu¨ª la noche, hay pensiones tradicionales donde es costumbre dormir sobre un yo (colcha) en una habitaci¨®n con ondol (calefacci¨®n radiante). Una de ellas la regenta el nieto del emperador Gojong.
6. Mujeres-buzo en Jeju
A pie es como mejor se aprecia el espectacular paisaje volc¨¢nico de Jeju-do, la isla m¨¢s grande de Corea del Sur y, desde 2011, una de las Siete maravillas naturales del mundo. La ascensi¨®n al Hallasan, el pico m¨¢s alto del pa¨ªs, es muy accesible, y con buen tiempo ofrece vistas espectaculares. El Jeju Olle Trail, una red de 26 senderos de una (o media) jornada, recorre el litoral y el interior de la isla, y otras tres cercanas. Para saborear sus encantos, lo mejor es quedarse un d¨ªa tras una caminata.
Pero por lo que realmente es conocida la isla en Corea del Sur es por las haenyeo (mujeres buzo). Por toda la costa hay estatuas en su honor y no es raro observarlas en acci¨®n junto a la orilla o en el mar. Durante siglos, las mujeres de Jeju han recurrido al buceo libre para recoger algas y capturar marisco, pulpos, pepinos y erizos de mar. Siempre organizadas en cooperativas y dispuestas a compartir la captura, se sirven de un equipo rudimentario que no incluye botellas de aire. Hasta hace poco ni siquiera utilizaban trajes de neopreno, aunque hiciera mal tiempo o se sumergieran durante horas. Se dice que son capaces de aguantar la respiraci¨®n bajo el agua un m¨¢ximo de dos minutos y de alcanzar una profundidad de 20 metros.
Actualmente, solo se mantienen activas unas 5.000 haenyeo en Jeju (frente a las 30.000 de la d¨¦cada de 1950) y parece una profesi¨®n destinada a desaparecer. Sin embargo, una escuela de Hallim est¨¢ ayudando a preservar su legado ense?ando sus tradicionales t¨¦cnicas de buceo libre.
7. Visitando la fortaleza de Hwaseong, en Suwon
Uno de los lugares m¨¢s famosos y visitados del pa¨ªs es esta fortaleza declarada patrimonio mundial. Gravemente da?ada durante la colonizaci¨®n de principios del siglo XX y la posterior guerra de Corea, las obras de restauraci¨®n de esta fortaleza comenzaron en los a?os 70 y est¨¢n pr¨¢cticamente finalizadas. Gracias a un documento de 1801 se han podido reconstruir con bastante precisi¨®n hist¨®rica el Hwaseong Haenggung (retiro real) y la muralla, de 5,52 kil¨®metros, con un paseo que recorre sus cuatro imponentes puertas.
El fuerte est¨¢ en la ciudad de Suwon y combina elementos tradicionales del estilo occidental y del estilo oriental, lo que la diferencia de otras fortificaciones hist¨®ricas.
8. Busan, la segunda capital Corea
Es la segunda ciudad m¨¢s grande de Corea del Sur y tiene todo lo que uno podr¨ªa desear, pero sin la congesti¨®n de Se¨²l. Monta?as, playas, comida callejera y marisco a tutipl¨¦n la convierten en una de las urbes m¨¢s infravaloradas de la regi¨®n. Si al viajero le gustan los calamares bien frescos y el soju, bebida tradicional coreana, servido en un bar tienda de campa?a, no deber¨ªa perderse Busan.
Adem¨¢s, su festival Internacional de cine, cada vez m¨¢s popular, cuenta con un nuevo atractivo: el Busan Cinema Centre, un proeza arquitect¨®nica equipada con la pantalla m¨¢s grande del pa¨ªs o, dicho de otro modo, otro ejemplo del dinamismo de esta ciudad portuaria del sur del pa¨ªs.
Busan vive de cara al mar y concretamente mirando a la playa de Haeundae, la m¨¢s famosa del pa¨ªs. La playa est¨¢ unida a la isla Dongbaekseom, ocupada por el parque Dongbaek, un sitio perfecto para pasear o practicar deporte. Sobre las rocas se levanta una estatua que es la versi¨®n coreana de la sierenita danesa.
9. Bulguksa, un encuentro con la historia
Para descubrir la rica historia de Corea del Sur es casi obligado visitar la ciudad de Gyeongju, en la costa este, tambi¨¦n conocida como el museo sin paredes. Cuesta escoger un ¨²nico tesoro aqu¨ª, pero uno de ellos debe ser Bulguksa, patrimonio mundial, ya que guarda siete tesoros nacionales tras sus muros. C¨¦nit de la llamada arquitectura de Silla, este complejo de templos budistas incre¨ªblemente sofisticado es un monumento a la destreza de sus maestros artesanos, e incluye pagodas, puentes y bellos paisajes ondulados circundantes.
10. Aldea tradicional de Hahoe
El hanok es la vivienda tradicional coreana, construida con materiales naturales como la piedra y la madera. Se pueden encontrar en casi cualquier ciudad del pa¨ªs, especialmente en Se¨²l y Jeonju, o en la aldea de Hahoe, un encantador asentamiento hist¨®rico pr¨®ximo a Andong, donde podr¨ªamos creer que hemos retrocedido en el tiempo. La experiencia es perfecta para todo el que tenga inter¨¦s por saber c¨®mo era la vida en Corea del Sur antes del siglo XX y de que la tecnolog¨ªa cambiara todo para siempre. En Hahoe viven m¨¢s de 200 personas que conservan un estilo tradicional e incluso reciben invitados en sus minbak (casas particulares con habitaciones en alquiler). En definitiva, toda una experiencia.
11. Estancia en un templo en Guinsa
A las 3.30 suena la campana. El desayuno, austero, se toma en silencio para poder reflexionar sobre el dolor que supone inclinarse 108 veces frente a Buda. Despu¨¦s, se vuelve a meditar. Esta vez para reflexionar sobre la entrega del cuerpo y la mente en busca de la paz interior.
Dicen que es el templo budista m¨¢s hermoso de Corea del Sur y aunque a primera vista podr¨ªa parecer similar a muchos otros, se encuentra en un valle precioso, estrecho y rodeado de monta?as por todas partes.
Templestay (un programa de estancias en templos) es el ant¨ªdoto perfecto para el ritmo fren¨¦tico de la Corea del Sur moderna, y no hay mejor lugar para aislarse que el complejo de Guinsa.
M¨¢s informaci¨®n en www.lonelyplanet.es
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