Hospitalidad en la V¨ªa de la Plata

Mar¨ªa Eugenia Garc¨ªa de S¨¢rraga tiene muy claro que su posada no es una posada cualquiera. La vivienda decimon¨®nica que adquiri¨® y rehabilit¨® en un arimez del arroyo Campe¨¢n, hito franciscano de la V¨ªa de la Plata, es una acreditada posada real de las 41 catalogadas por la Junta de Castilla y Le¨®n. Para qu¨¦ sufrir el estr¨¦s de una gran ciudad como Madrid si se pod¨ªa reconstruir una vida de sosiego y hospitalidad para los huidos precisamente del asfalto capitalino.

La facundia de Mar¨ªa Eugenia no acaba aqu¨ª. En defensa de su realengo apuntala cada rinc¨®n de la casa, cada viga, vano, dintel o hastial, con la autenticidad hist¨®rica de los materiales que pudo salvar. Aqu¨ª se conserva este sillar, all¨¢ esta m¨¦nsula, acull¨¢ las tapicer¨ªas estampadas, las pinturas cl¨¢sicas, los muebles antiguos o los objetos rescatados en almonedas apreciadas por la propietaria. Todo obedece a un patr¨®n decorativo acorde con la alcurnia que se les supone a las posadas reales.

En cuanto al orden hospitalario, no parece que el nivel de las instalaciones, muy b¨¢sico para una estancia prolongada, pueda constituir la justificaci¨®n necesaria para una escapada urbana, aunque hay ¨¢reas de la casa, como el sal¨®n comedor, con una amplitud m¨¢s que suficiente para el relax o la conversaci¨®n tranquila cuando hay pocos hu¨¦spedes.

El patio trasero se habilita ¨²nicamente en verano, ya que el fr¨ªo al descubierto lo hace impracticable en invierno. Las habitaciones reciben un tratamiento m¨¢s ambicioso, con una personalidad propia definida por sus apelativos: Cantagrillos, El Fraile, La Galana, El Convento, Los Arenales, Las Salinas. Las seis acaudalan un interiorismo diferenciado, una comodidad superior a la esperada gracias a los colchones viscoel¨¢sticos, as¨ª como un silencio que merece por s¨ª mismo el viaje. Dan ganas de quedarse otro d¨ªa solo por terminar el libro que se est¨¢ leyendo.

Salvo por encargo, la propietaria no ofrece alimentaci¨®n y bebidas m¨¢s all¨¢ de un buen desayuno con huevos de la casa. A cambio, recomienda una cena honrada en la localidad pr¨®xima de Casaseca de Campe¨¢n, donde Enrique Quintano regenta con su apellido uno de los mejores bares gastron¨®micos (Camino de Peleas 2; 980 56 09 53) de Espa?a.