12 curiosidades del Camino de Santiago que, probablemente, no conoces
El primer peregrino de la historia, albergues en los que se reserva online y otras peculiaridades del viaje rumbo a Compostela
El viaje rumbo al oeste, siguiendo las flechas amarillas que llevan a Santiago de Compostela ¡ªy a la tumba del ap¨®stol Santiago¡ª, descubre el norte de la Pen¨ªnsula a trav¨¦s de parajes cargados de historia y belleza. Ya sea por el Camino de la Costa, el Franc¨¦s, el Vasco-Riojano, el Lebaniego o cualquier otra ruta jacobea, a pie, en bicicleta o a caballo, el Camino de Santiago es una experiencia ¨²nica y enriquecedora. Aqu¨ª una docena de curiosidades.
1. El trazado primigenio
Corr¨ªa el a?o 829, seg¨²n la leyenda. Un pastor encuentra un extra?o sepulcro en un remoto lugar de Galicia. Lo comunica al obispo Teodomiro, y este, al rey Alfonso II el Casto, que por entonces gobernaba un peque?o reino cristiano aislado entre monta?as. El rey astur decide ir personalmente a comprobar el hallazgo, que puede suponer un cambio dr¨¢stico en la situaci¨®n de aislamiento de su reino. Re¨²ne a su s¨¦quito y toma el que en aquellos tiempos era el ¨²nico camino de Oviedo a Galicia, que circulaba por Grado, Cornellana, Salas y el puerto del Palo hasta entrar en Galicia por A Fonsagrada. Es lo que ahora llamamos Camino Primitivo, considerado, por tanto, el m¨¢s antiguo de los caminos de peregrinaci¨®n a Compostela.
La fuente del Vino recuerda que en la Edad Media a ning¨²n ?peregrino se le negaba un trozo de pan y un vaso de vino
2. ?Por qu¨¦ hay tantos caminos de Santiago?
Porque desde el descubrimiento del supuesto sepulcro del disc¨ªpulo de Jes¨²s en Galicia, cada viajero hizo su propio camino, desde la puerta de su casa hasta Compostela. Algunas de las rutas y v¨ªas se fueron haciendo m¨¢s populares y transitadas por diversos motivos (seguridad, facilidad de avituallamiento), pero nunca tuvieron la exclusiva del apelativo Camino de Santiago. En 1993, la Unesco incluy¨® el Camino de Santiago en la lista de patrimonio mundial y para poner orden en el caos se decidi¨® que el galard¨®n recayera sobre el Camino Franc¨¦s, el m¨¢s transitado en la Antig¨¹edad. Hoy sigue siendo el m¨¢s frecuentado. En 2015 se ampli¨® el t¨ªtulo de patrimonio mundial al Camino del Norte, con sus diferentes variantes. Pero en realidad el Camino de Santiago empieza en la puerta de tu casa.
Gu¨ªa
3. La eclosi¨®n de los albergues privados
Si algo ha cambiado la faz de los Caminos, sobre todo el Franc¨¦s, en los ¨²ltimos a?os ha sido la proliferaci¨®n de albergues privados. Nadie ha querido dejar pasar la oportunidad. Cualquier caser¨®n al pie de la ruta es susceptible de convertirse en un albergue, m¨¢s parecidos ya a los hostales mochileros de una ciudad europea que a los tradicionales albergues que hab¨ªa en el Camino hace 10 a?os. Un dato: en el municipio de Sarria (Lugo), en el tramo gallego del Camino Franc¨¦s, hay nada menos que 30 albergues (27 privados y 3 p¨²blicos). Siete de ellos, seguidos uno tras otro en la r¨²a Maior.
4. Organizar las etapas por?Internet
Las memorables cenas comunitarias, que muy pocos albergues todav¨ªa mantienen, se han visto afectadas por un nuevo elemento: el tel¨¦fono m¨®vil y el wifi. ¡°Antes se compart¨ªa m¨¢s, ahora hay gente que est¨¢ menos presente en la cena y m¨¢s pendiente del m¨®vil¡±, reconoc¨ªa con tristeza un hospitalero. Las nuevas tecnolog¨ªas han provocado adem¨¢s un cambio de h¨¢bitos: ahora se reserva alojamiento por Booking, se mandan mails para pedir camas, se conecta por Facebook para solicitar plaza en los albergues¡ La sensaci¨®n general es que est¨¢ todo m¨¢s pactado, m¨¢s estudiado, m¨¢s organizado. De hecho, hay p¨¢ginas en Internet que te montan todo el Camino: t¨² les dices cu¨¢ntos d¨ªas y qu¨¦ quieres pagar y te van reservando los albergues y las conexiones de las maletas entre ellos.
5. Una prueba del reto
La Compostela es el documento que certifica haber hecho el Camino por devotionis affectu, voti vel pietatis causa (por devoci¨®n, por un voto o por piedad). Se trata de un pergamino en lat¨ªn que expide la Oficina del Peregrino de Santiago en nombre de la Iglesia, y que solo se entrega a quien demuestre, mediante la credencial del peregrino, haber completado los 100 ¨²ltimos kil¨®metros a pie o a caballo o los ¨²ltimos 200 en bicicleta. Y siempre que aseguren haber hecho la peregrinaci¨®n por motivos religiosos. Existe un documento diferente ¡ªel certificado de acogida a la ciudad de Compostela¡ª para quienes hagan el Camino por motivos que no sean los religiosos. Algo as¨ª como el certificado de la peregrinaci¨®n por lo civil.
6. La biblia del Camino
Desde el resurgir de las peregrinaciones a Compostela a partir de la d¨¦cada de 1990 se han escrito infinidad de gu¨ªas, novelas, ensayos y tratados sobre el fen¨®meno jacobeo. Pero todas beben de un modo u otro de la misma fuente, el estudio m¨¢s riguroso y detallado que se ha hecho sobre el tema. Se trata de Las peregrinaciones a Santiago de Compostela, un monumento literario escrito por tres medievalistas de prestigio internacional, Luis V¨¢zquez de Parga, Jos¨¦ Mar¨ªa Lacarra y Juan Ur¨ªa Riu. Publicada por primera vez en 1948, consta de tres tomos que se convirtieron en fuente indispensable para el estudio y conocimiento del fen¨®meno de las peregrinaciones a Compostela y del Camino de Santiago. La obra estuvo pr¨¢cticamente descatalogada hasta que con la nueva era dorada del Camino se volvieron a imprimir varias ediciones.
7. ?Qui¨¦n fue el primer peregrino?
Nunca se sabr¨¢, pero la historia le ha dado este t¨ªtulo a un tal Gotescalco, arzobispo de Le Puy, quien viaj¨® desde Aquitania en el a?o 950 acompa?ado de una gran comitiva. Aquel viaje impuls¨® despu¨¦s la gran corriente de peregrinos procedente de Francia. En el a?o 961, un noble franc¨¦s, Raimundo II, marqu¨¦s de Gothia, fue asesinado en el Camino, pero ning¨²n documento aclara las circunstancias. Muchos siglos despu¨¦s, en 1668, el pr¨ªncipe italiano Cosme de M¨¦dicis emprender¨ªa uno de los primeros viajes de peregrinaci¨®n tur¨ªstica documentados. Acompa?ado de 40 personas, visit¨® Santiago para continuar despu¨¦s por mar a las islas Brit¨¢nicas. Tambi¨¦n existi¨® la peregrinaci¨®n por delegaci¨®n. Un documento de 1312 detalla c¨®mo el franc¨¦s Yves Lebreton cumpli¨® los requisitos de la peregrinaci¨®n en nombre de la condesa de Artois.
8. Ap¨®stol perdido, ap¨®stol reaparecido
En 1558, temiendo un ataque de los piratas ingleses comandados por Francis Drake contra la tumba del ap¨®stol, san Clemente, arzobispo de Compostela, escondi¨® el arca con los restos del ap¨®stol. Tan bien lo hizo que estuvieron perdidos m¨¢s de 300 a?os. Reaparecieron en 1878, durante unas obras de reforma en el altar mayor de la catedral compostelana emprendidas por el cardenal Pay¨¢ y Rico, cuando los trabajadores perforaron una b¨®veda oculta y encontraron los restos ¨®seos de tres varones. En 1884, el papa Le¨®n XIII aval¨® cuatro a?os de trabajos cient¨ªficos con la bula Deus Omnipotens, en la que reconoc¨ªa que esos restos encontrados eran efectivamente los del ap¨®stol y dos de sus disc¨ªpulos.
9. Agua y vino
Nada m¨¢s pasar Ayegui, y poco antes del monasterio de Irache, en Navarra, est¨¢ la famosa fuente del Vino, un grifo milagroso que Bodegas Irache mantiene abierto, junto a otro de agua, en recuerdo de aquel gratificante y reparador fruto de la vid que serv¨ªa de combustible a los primitivos caminantes, recuperando as¨ª al menos la mitad de la ofrenda hospitalaria tradicional en el medievo, cuando a ning¨²n peregrino se le negaba un trozo de pan y un vaso de vino. La fuente tiene incluso una webcam para ver el tiempo real a los peregrinos que reponen fuerzas en ella.
10. El pueblo que resurgi¨® con?el Camino
El poder revitalizador que est¨¢ teniendo esta nueva edad dorada de los Caminos se manifiesta en Foncebad¨®n, un pueblo de los montes de Le¨®n, poco antes de llegar a la Cruz de Fierro. En 1990, Foncebad¨®n era un pueblo abandonado y en ruinas. Hoy cuenta con dos restaurantes, tres albergues privados, otro parroquial, un hostal y un supermercado. Y casi todas las casas de su calle Real se han rehabilitado. El Camino, como en la Edad Media, vuelve a ser tambi¨¦n motor econ¨®mico y de repoblaci¨®n.
11. El puente m¨¢s honroso
En el siglo XV se pusieron de moda las peregrinaciones caballerescas. Uno de sus episodios m¨¢s famosos ocurri¨® en el puente sobre el r¨ªo ?rbigo (Le¨®n), uno de los m¨¢s bellos del Camino Franc¨¦s. En julio de 1434, a?o jubilar, el caballero leon¨¦s Suero de Qui?ones se plant¨® en el puente y ret¨® a todo caballero que quisiera cruzarlo a romper tres lanzas contra ¨¦l. Durante un mes, don Suero y sus mantenedores guerrearon con quien se pon¨ªa a su alcance. Parece ser que solo result¨® muerto un litigante. Cumplida la bravuconer¨ªa, a la que se conoce como del Paso Honroso, peregrinaron a Santiago.
12. ?Qui¨¦n invent¨® las flechas amarillas?
Las flechas amarillas que unifican los Caminos de Santiago y que se han convertido en su icono m¨¢s universal comenzaron a pintarlas en la d¨¦cada de 1980 ¡ª?cuando el Camino de Santiago era un gran desconocido y apenas hab¨ªa estudios sobre esa tradici¨®n¡ª dos grandes impulsores de la peregrinaci¨®n jacobea: El¨ªas Vali?a, cura de O Cebreiro, primera localidad gallega del Camino Franc¨¦s, y Andr¨¦s Mu?oz, logopeda navarro y presidente de la Asociaci¨®n de Amigos del Camino de Navarra, quien entreg¨® buena parte de su vida a la mejora y conservaci¨®n del Camino Franc¨¦s y la V¨ªa de la Plata. Desde entonces, diversas asociaciones de Amigos del Camino han remarcado, mejorado y mantenido la se?alizaci¨®n en sus respectivas zonas de influencia.
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