Tiburones en Maldivas

Ra¨²l P¨¦rez estar¨¢ hasta el 29 de diciembre en el teatro Arlequ¨ªn de Madrid mostrando la realidad tal como ¨¦l la ve, es decir, su Raulidad virtual. Y todo ello a trav¨¦s del gran abanico de personajes de actualidad que es capaz de encarnar. Entre funci¨®n y funci¨®n, nos cont¨® su luna de miel en las islas Maldivas.

Parece un destino perfecto para un viaje de novios.

Lo era, porque ante todo busc¨¢bamos desconexi¨®n. Estar tranquilos en la habitaci¨®n del alojamiento maravilloso que encontramos y tener el mar a nuestros pies.

?Desconect¨® incluso de Internet?

Ten¨ªamos muchas limitaciones, porque solo hab¨ªa wifi en la habitaci¨®n. Apenas us¨¢bamos el m¨®vil para estar en contacto con la familia y poco m¨¢s.

?Se fueron con alg¨²n plan pensado o iban a la aventura?

No ten¨ªamos nada pensado. Lo que hicimos fue ir a la playa y, en alguna ocasi¨®n, practicamos snorkel para ver la fauna y flora marinas.

?Qu¨¦ se ve en el fondo del mar?

Vimos de todo: rayas, tortugas y tiburones peque?os, aunque lo que consideraban all¨ª peque?o med¨ªa en realidad dos metros. Tambi¨¦n arrecifes de corales en tonos rosados, marrones¡­ Es muy impresionante la sensaci¨®n de vac¨ªo cuando se termina el arrecife: girabas la cabeza y de nuevo lo que ve¨ªas era una inmensidad azul.

?La idea de ed¨¦n est¨¢ all¨ª?

S¨ª. Hab¨ªa algunas escenas paradisiacas: de noche la playa era estrecha, porque estaba cubierta por el mar, pero al levantarte por la ma?ana descubr¨ªas, gracias a la bajada de la marea, que era un arenal enorme. Vimos algunas bodas celebradas all¨ª mismo.

?Conoci¨® gente durante el viaje?

En el desayuno, que era en el restaurante del hotel, charl¨¢bamos con otras parejas, pero nada muy profundo. Todos ¨ªbamos a lo mismo: a desconectar. No hab¨ªa grupos, as¨ª que aunque el hotel estaba completo no daba la sensaci¨®n de turismo de masas.

?Se llev¨® alg¨²n libro al para¨ªso?

Me llev¨¦ Open, las memorias de [el tenista] Andre Agassi.