Gonzalo Azumendi, un fot¨®grafo de viajes en acci¨®n

La fotograf¨ªa y los viajes son dos grandes pasiones de Gonzalo Azumendi. Uniendo ambas, el fot¨®grafo de viajes (que ha firmado en m¨²ltiples ocasiones las im¨¢genes de portada de El Viajero y de otras muchas publicaciones especializadas) se ha lanzado a relatar algunas de sus aventuras profesionales por el mundo en su canal de YouTube: Universo Azumendi. "Mis v¨ªdeos no tienen intenci¨®n did¨¢ctica, simplemente quiero transmitir la emoci¨®n que me mueve como fot¨®grafo. Y si de paso el espectador pasa un rato ameno y se r¨ªe, mejor que mejor", dice Azumendi.

Y claro, de paso nos lleva de viaje por el mundo. Algunas de estas aventuras le han llevado a Finlandia para retratar osos o a Fuerteventura, donde muestra alg¨²n truco sobre c¨®mo fotografiar animales en un episodio dedicado a las ardillas que se encuentran en la cumbre del volc¨¢n Calder¨®n Hondo.

Trufados de bromas, los v¨ªdeos duran unos dos minutos y desvelan algunas claves del trabajo fotogr¨¢fico. En Tokio, por ejemplo, Azumendi muestra c¨®mo realiza fotos callejeras retratando a personas en el abarrotado barrio de Kabukicho o en el famoso paso de peatones de Shibuya. "Me gustan los lugares donde ocurran cosas, donde haya gente, tr¨¢nsito, actividad. Ciudades como la capital japonesa o Bangkok son mi terreno preferido para trabajar y llegan a ser casi m¨¢gicas las situaciones espont¨¢neas que uno vive cuando se libera de los t¨®picos y est¨¢ abierto a lo que pueda surgir", explica.

?Y cu¨¢l es la clave de una buena fotograf¨ªa de viajes? "Debe tener algo nuestro, un toque personal. Tanto si uno es profesional como si es aficionado. Las mejores fotos hay que buscarlas, no acomodarse, no llegar a un sitio y disparar la imagen cl¨¢sica sin pensar¡­ Debemos ir un poquito m¨¢s all¨¢ y hacer una reflexi¨®n. ?Qu¨¦ voy a hacer para que mi foto sea distinta? Porque si no, todos acabamos haciendo las mismas fotos de los mismos lugares", dice.

Gonzalo Azumendi se aficion¨® hace treinta a?os a la fotograf¨ªa cuando se dedicaba a otra de sus aficiones, la escalada. Mientras sus compa?eros de expedici¨®n se concentraban en la monta?a, a ¨¦l le ped¨ªa el cuerpo captar las escenas que viv¨ªa con su objetivo. Normalmente trabaja con un equipo peque?o, sobre todo en ciudad, para no cargar la bolsa y mantener la agilidad: una c¨¢mara (y otra de repuesto en el hotel), dos objetivos (uno profesional de 24-70 mm, que equivaldr¨ªa a uno de 18-55 mm en las c¨¢maras m¨¢s amateur, y otro de 17-35 mm) y un tr¨ªpode. Y una energ¨ªa contagiosa que parece inagotable.?

Desde hace algo m¨¢s de un a?o, incorpor¨® a su equipo una peque?a c¨¢mara de v¨ªdeo que se instala en la cabeza, fija a un poste cercano o donde pueda para documentar su trabajo."En nuestros viajes los fot¨®grafos pasamos tambi¨¦n ratos muy solitarios, esperando el momento justo de disparar. Desde que llevo la videoc¨¢mara de acci¨®n le hablo a ella y as¨ª me divierto". ?

En sus v¨ªdeos se pueden descubrir las dos caras de Ibiza (los arenales de d¨ªa y las fiestas, de noche) y las playas del Faro de Trafalgar y de la Barrosa, en C¨¢diz. Tambi¨¦n ha fotografiado el descenso en trineos tirados por perros en el Pla de Beret (Valle de Ar¨¢n), la madrugadora ofrenda de alimentos a los monjes budistas en Chiang Mai (Tailandia) y el ajetreo en las escaleras frente al Museo de Arte de Filadelfia (Estados Unidos) que populariz¨® la pel¨ªcula Rocky.

Al final de cada episodio se da la informaci¨®n t¨¦cnica de algunas de las fotograf¨ªas y c¨®mo se han publicado en revistas de viajes.