Guimar?es, donde naci¨® Portugal

Para ser una ciudad milenaria, Guimar?es, cuna de Portugal, est¨¢ como nueva. Fue declarada patrimonio mundial en 2001, fue Capital de la Cultura Europea en 2012 y cada d¨ªa se pone m¨¢s mona e interesante. Los turistas que llegan en autocar ¡ªes una excursi¨®n cl¨¢sica desde Oporto, a solo 55 kil¨®metros¡ª, al ver sus calles perfectamente limpias y empedradas, llenas de balcones floridos, restaurancitos y comercios cucos, piensan que menuda cabezada se han pegado, porque este lugar parece Francia.

10.00?Dulce gula ma?anera

Lo c¨®modo es visitar Guimar?es de arriba abajo. En lo alto est¨¢n el castillo (1) del siglo?X y la iglesia de San Miguel (2), donde en 1109 fue bautizado Afonso Henriques, el primer rey de Portugal. Por esto y por otras muchas cosas que precisar¨ªan de m¨¢s espacio para explicar) se dice que ¡°aqu¨ª nasceu [naci¨®] Portugal¡±. Un poco m¨¢s abajo est¨¢ el palacio de los Duques de Braganza (3). Tiene unos tremendos artesonados en forma de carabela invertida, un claustro g¨®tico para dislocarse el cuello y una capilla del mismo estilo en la galer¨ªa superior; un lugar extra?o para poner un templo, pero m¨¢s cerca del cielo que a ras de suelo, eso s¨ª. Luego se sigue bajando por la Rua de Santa Maria (4), la calle m¨¢s t¨ªpica y fotografiada. En el n¨²mero 44 hay que parar en Divina Gula (5) para probar las tortas y douradinhas que hacen con las viejas recetas de las clarisas, monjas a las que se llev¨® la desamortizaci¨®n y a las que el dios del az¨²car tenga en su gloria.

11.00?El jub¨®n de Jo?o I

La Rua de Santa Maria desemboca en el Largo da Oliveira (6), el coraz¨®n del casco hist¨®rico, plaza mayor que preside el ic¨®nico Padr?o do Salado?(7), un templete construido en 1342 para celebrar la victoria de los portugueses y los castellanos sobre los musulmanes a orillas del r¨ªo gaditano. Al lado, pegado a la iglesia de Nuestra Se?ora de la Oliveira (8), est¨¢ el Museo Alberto Sampaio (9) (R. Alfredo Guimar?es, 4800-407), un formidable dep¨®sito de tesoros sacros, y no tan sacros, como el jub¨®n acolchado que se puso Jo?o I para amortiguar los golpes y los roces de la armadura en la batalla de Aljubarrota. ?M¨¢s de seis kilos pesaba! Saramago dec¨ªa que era uno de los m¨¢s bellos museos que conoc¨ªa.

12.00?Entre arte moderno

Tras la sobredosis de historia, apetece visitar dos modernos museos fuera del casco antiguo: el CIAJG ¡ªCentro Internacional das Artes Jos¨¦ de Guimar?es¡ª (10), inaugurado en 2012, y la Casa da Mem¨®ria?(11), en 2016. El ?CIAJG?es espectacular por fuera, con su revestimiento de lat¨®n cromado, obra del estudio Pit¨¢goras Arquitectos, y no digamos por dentro: solo por ver la colecci¨®n de arte tribal africano que ha reunido el escultor y pintor Jos¨¦ de Guimar?es vale la pena visitar esta ciudad. A 200 metros est¨¢ la Casa da Mem¨®ria, que bien podr¨ªa llamarse F¨¢brica da Mem¨®ria, porque antes de convertirse en un museo colorista e interactivo que explica el pasado y el presente de Guimar?es fue una factor¨ªa de pl¨¢sticos.

13.30?Polvo para comer

Joven y coqueto, como muchos de los negocios del centro hist¨®rico, el restaurante Rep¨²blica do Polvo (12) (+351 253 068 326) sirve excelente polvo (pulpo en portugu¨¦s), pero el bacalao del chef lo supera. Cocina moderna de fusi¨®n, con variados y ricos ceviches, elaboran en el restaurante 34 (13) (+351 934 249 966), que est¨¢ pidiendo a gritos una estrella Michelin como la que ya tiene A Cozinha?(14). Quien prefiera platos caseros, ricos y baratos, ir¨¢ a Cantinho dos Sabores (15) (+351 253 095 645), un local peque?o y siempre a tope con men¨² por cinco euros.

16.00?Salto a la Edad del Hierro

Se puede hacer la digesti¨®n subiendo en telef¨¦rico al Monte da Penha (16), el punto m¨¢s elevado del municipio (617 metros). Y tambi¨¦n la siesta, porque all¨ª hay un santuario sin demasiado inter¨¦s. Casi mejor acercarse en coche a la Cit?nia de Briteiros (17), a 15 kil¨®metros de Guimar?es. Es un castro celta de la Edad del Hierro asombrosamente bien conservado, en un monte de robles y alcornoques cuajado de setas. Sus habitantes, los br¨¢caros, ten¨ªan bonitas vistas, dos ba?os de vapor y, encima, boletus para comer. La tercera opci¨®n es quedarse en Guimar?es y ver la alucinante cuadr¨ªcula que forman los tanques de Couros (18) (Largo do Cidade): docenas de balsas de granito donde antiguamente se curaban pieles, sumergi¨¦ndolas en agua con cal y con excrementos de paloma, como en un zoco moruno.

18.00?Aceites y quesos

Hora de comprar un recuerdo que no sea el ubicuo y un tanto cargante gallo de Barcelos. En Oliva da Pra?a?(19) (Dr. Ant¨®nio Mota Rego, 13) hay ¨®ptimos aceites, degustaciones gratuitas y una amabilidad exagerada, muy portuguesa. Lo mismo, pero cambiando aceites por quesos, se puede decir de Rota do Queijo?(20) (Alameda de S?o D?maso, 63).

20.30?Sesi¨®n de spa nocturno

Despu¨¦s de cenar (a?¨¢dase a la lista de buenos restaurantes el R¨¦sv¨¦s (21), en plena Rua de Santa Maria, +351 253 067 491), acertaremos si nos tomamos algo en El Rock Bar (22) (Pra?a de S?o Tiago, 31) o, si nos vamos directamente a descansar, al Santa Luzia ArtHotel (23), que tiene una vistosa piscina de verano en la azotea y otra climatizada en el spa (abierto hasta las 22.00 viernes y s¨¢bados). Este cuatro estrellas inaugurado en 2015, con una arquitectura y una decoraci¨®n muy cuidadas, solo dista 300 metros del casco hist¨®rico (dobles desde 76 euros, en temporada baja). Otro alojamiento interesante es el Stay (24), un hotel reluciente, con amplias habitaciones y a cinco minutos de paseo del centro hist¨®rico, del que se encuentran ofertas en Internet por 40 euros. Y puestos a ahorrar, nada como sacar el Guimar?es Pass, que da acceso a 11 museos, monumentos y recintos arqueol¨®gicos ¡ªtodos los mencionados en esta ruta¡ª por 15 euros (18 euros si se incluye el telef¨¦rico del Monte da Penha). Se obtiene en la taquilla de cualquiera de ellos.