Shangh¨¢i desde el sof¨¢
De un mirador 'online' desde uno de sus rascacielos a una ancestral receta de origen canton¨¦s, la ciudad m¨¢s cosmopolita de China mezcla elementos occidentales con su propia herencia. Cinco pistas que nos acercan a ella en la distancia
1. Visitas virtuales: de los rascacielos al templo
M¨¢s de 24 millones de personas en una superficie de 6.340 kil¨®metros cuadrados. La ciudad m¨¢s populosa de la China continental es un fascinante monstruo de asfalto cuya magnitud solo se aprecia a vista de p¨¢jaro. Afortunadamente, varios de sus rascacielos ofrecen una panor¨¢mica espectacular desde el centro financiero de Lujiazui: la torre Perla de Oriente (1994) cuenta con el observatorio m¨¢s antiguo y cercano al suelo, seguido en antig¨¹edad y altura por los del Jin Mao (1999), el Shanghai World Financial Center (2008) y la Shanghai Tower (2015).
El tercero cuenta con una c¨¢mara que retransmite en tiempo real, pero para dejarse maravillar por la megaloman¨ªa de la capital econ¨®mica del gigante asi¨¢tico es m¨¢s recomendable el hyperlapse de This is Shanghai. Y tambi¨¦n en YouTube se puede ver el interesante montaje que China Trends ha realizado para mostrar c¨®mo se ha desarrollado la ciudad desde 1978.
Pero no todo son gigantes de hormig¨®n. Shangh¨¢i tambi¨¦n acoge edificios de la era semicolonial en el Bund y en la concesi¨®n francesa, y algunos lugares con m¨¢s sabor local, como el templo Jing¡¯an, que se puede disfrutar en la distancia con un tour virtual en 360 grados. Y aunque la megal¨®polis no es famosa por su escena cultural, s¨ª cuenta con algunos museos interesantes. El museo de Shangh¨¢i ofrece un recorrido virtual por algunas de sus colecciones permanentes.
2. Una pel¨ªcula Dead Pigs (2018)
El cine ha explotado el car¨¢cter canalla y ca¨®tico del Shangh¨¢i que estuvo controlado por potencias extranjeras antes de la promulgaci¨®n de la Rep¨²blica Popular, en 1949. Violentas mafias, amor¨ªos imposibles y glamur cl¨¢sico a raudales son protagonistas de obras maestras como La joya de Shangh¨¢i (Zhang Yimou, 1995) o Luna tentadora (Chen Kaige, 1996). Pero ha llovido mucho desde entonces y poco queda en pie de aquel Shangh¨¢i. Entre las pel¨ªculas m¨¢s actuales que retratan las contradicciones de una sociedad entre la tradici¨®n y la modernidad destaca Dead Pigs. La directora Cathy Yan sigue las peripecias de cinco personajes en ¨¢mbitos muy diferentes para radiograf¨ªar conflictos como las expropiaciones forzosas, las desigualdades o la brecha generacional que separa a padres e hijos en el Shangh¨¢i del siglo XXI.
3. Una receta: ternera con salsa de ostras
Su origen hay que buscarlo en el siglo XII antes de Cristo, en la provincia china de Guangdong (Cant¨®n), al sur del pa¨ªs, pero este plato se ha hecho fuerte en Shangh¨¢i porque encaja perfectamente en los c¨¢nones de su cocina suave y dulzona, que es tambi¨¦n una de las que m¨¢s han triunfado en el extranjero. La receta que detallamos a continuaci¨®n es la del restaurante Meilongzhen, abierto en 1938, uno de los m¨¢s antiguos de la ciudad.
Se corta en tiras un filete de ternera de medio kilo y tres o cuatro mil¨ªmetros de grosor y se marina durante un m¨ªnimo de tres horas con 50 mililitros de agua y otro tanto de aceite, 30 mililitros de salsa de soja, 40 gramos de almid¨®n, 15 de az¨²car, 5 de soda y un huevo bien batido. Tras el marinado, se fr¨ªe en una sart¨¦n o wok con algo de aceite de s¨¦samo y a?adiendo la salsa de ostras. En el restaurante Meilongzhen utilizan dos cucharadas de la marca Lee Kum Kee. Se pueden a?adir tambi¨¦n vino o vinagre de arroz y unas rodajas de jengibre cortado muy fino.
Aunque en Shangh¨¢i se suele servir sola, la carne se puede acompa?ar con unas vainas planas o setas secas?fritas.
4. Una vivienda t¨ªpica: el ¡®shikumen¡¯
Pek¨ªn tiene los hutong y Shangh¨¢i los lilong, pero estas tradicionales callejuelas residenciales est¨¢n despareciendo, devoradas por centros comerciales y torres de apartamentos. A¨²n quedan vecindarios no reconvertidos en atracciones tur¨ªsticas, en cuyo interior se descubren cinco estilos arquitect¨®nicos con ra¨ªces comunes, desarrollados entre 1842 y 1949, coincidiendo con la presencia occidental en Shangh¨¢i. El tipo de vivienda m¨¢s interesante es el shikumen, edificio comunitario de no m¨¢s de tres plantas, elementos chinos y europeos en la fachada y patio interior, en el que originalmente las familias compart¨ªan servicios como los ba?os o la cocina. Algunos han sido adaptados a las necesidades actuales y convertidos en pr¨®speros negocios. La zona de copas de Xintiandi es un ejemplo.
5. Un estilo musical: Duck Fight Goose
Shangh¨¢i es sin¨®nimo de mainstream. En la ciudad de los rascacielos gusta lo f¨¢cil: las pegadizas melod¨ªas mandopop ¡ªpop en mandar¨ªn¡ª de Jay Chou, que acaba de arrasar con su Mojito al m¨¢s puro estilo Enrique Iglesias; los compases simplones de bandas de j¨®venes andr¨®ginos como TF Boys, o el rap fusi¨®n de estrellas emergentes como Vava y Lexie Liu. Todos ellos, sumados a los nombres m¨¢s reconocibles de la m¨²sica internacional, componen la banda sonora de Shangh¨¢i. No obstante, m¨ªticas salas locales como el Yuyintang contin¨²an siendo un oasis donde grupos diferentes pueden hacer sonar otro tipo de acordes. Los del Duck Fight Goose se enmarcan en el rock progresivo y son una mezcla de Oriente y Occidente ¡ªincluso en la composici¨®n de sus integrantes¡ª que representa el car¨¢cter m¨¢s mestizo de la ciudad. ¡°Desafortunadamente, el desarrollo econ¨®mico de China no ha abierto el abanico musical chino porque las l¨ªneas rojas [en referencia a la censura] constri?en la creaci¨®n y la industria da la espalda a lo alternativo¡±, comenta el cantante, Han Han.
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