Casa Camila, una atalaya con vistas a los prados asturianos y Oviedo

De ese insistente t¨®pico que es el ¡°marco incomparable¡± solo se salva el acu?ado por el ¡°Asturias, para¨ªso natural¡±. Primero, porque sus casi 40 a?os de existencia lo catalogan como el logotipo m¨¢s longevo del turismo espa?ol. Segundo, porque el pictograma que lo enmarca son las ventanas trilobuladas de la iglesia visig¨®tica de Santa Mar¨ªa del Naranco que miran a las laderas por donde el paisaje asturiano se descuelga desde las cimas de los Picos de Europa hasta las playas del Cant¨¢brico. En esa ladera del monte Naranco pr¨®xima al monumento se levanta Casa Camila, un hotelito de nueva planta con solo siete habitaciones orientadas al prader¨ªo y a¨²n m¨¢s all¨¢: la ciudad de Oviedo y la majestuosa sierra del Aramo.

El hotel, actualmente cerrado pero s¨ª aceptan reservas telef¨®nicas para hospedarse a partir de marzo, es una casa vertebrada en varios cuerpos a dos aguas con la fachada pintada de rojo y amplios ventanales que introducen el verdor hasta el alma. Calificarlo de rural es un desider¨¢tum del marketing instagramero y una enso?aci¨®n para quien piense en una Asturias agropecuaria o buc¨®lica, sin tener en cuenta el entorno periurbano y moderno de su capital. En parte, ello es debido al aspecto r¨²stico del mobiliario y mucha de esa decoraci¨®n viejuna que ofrece la casa. La amplitud de espacios y su luminosidad, que es una concepci¨®n moderna del h¨¢bitat clientelar, exigir¨ªa otra atm¨®sfera interior m¨¢s contempor¨¢nea y desinhibida.

Durante la estancia, todo viajero recibe un agasajo franco. Siempre hay una persona dispuesta a resolver cualquier problema, dentro o fuera del recinto hotelero. Cada ventana, cada ¨¢ngulo, es una atalaya. Especialmente el comedor acristalado, desde cuyas barandas exteriores uno llega a sentirse gaviota merodeadora sobre un paseo mar¨ªtimo.

Algunos de los dormitorios reservan una atm¨®sfera en las ant¨ªpodas del manierismo percibido en las ¨¢reas comunes. Sus cortinajes recogen, al tiempo que ensanchan los espacios en altura. La lencer¨ªa de cama a?ade un aroma dom¨¦stico muy alejado de los estereotipos hoteleros de colchas inmaculadas y admin¨ªculos en serie. Claro que el parqu¨¦ de madera ayuda lo suyo a crear ese clima de hogar a?os sesenta. Por unos euros m¨¢s, la noche ganar¨¢ en sue?os en la doble superior con cama de matrimonio, sof¨¢-cama, ba?era de hidromasaje y una terraza envidiada en d¨ªas de sol y temperaturas agradables. Que Asturias los tiene.