La caba?a de Wittgenstein

Su ¨²ltimo libro lo ha escrito a tres manos con Bernard¨ª Roig y Fernando Castro Fl¨®rez, y se titula Wittgenstein, arquitecto (Galaxia Gutenberg). En ¨¦l narra c¨®mo escal¨® en un fiordo en Noruega hasta la caba?a que el fil¨®sofo construy¨® en lo alto. Aqu¨ª comparte recuerdos de aquella acci¨®n art¨ªstica.

Sit¨²enos la caba?a en el mapa.

Est¨¢ en el fiordo de Sogne, en la parte alta de un acantilado. Abajo hay un pueblo llamado Skjolden. Wittgenstein la construy¨® en 1913 para retirarse a pensar. Cuando nosotros fuimos en 2017 solamente quedaban los cimientos, pero ahora ha sido reconstruida.

Veo que fue acompa?ado.

S¨ª, escalar sin compa?¨ªa es peligroso. Ven¨ªan conmigo dos amigos escaladores. Alquilamos una caba?a en el pueblo y llev¨¢bamos con nosotros el material de escalada y una lancha de goma hinchable que al final no usamos. Uno de ellos me aseguraba y el otro filmaba la acci¨®n. Nuestro objetivo era abrir la primera v¨ªa direct¨ªsima a la caba?a desde abajo, como si lleg¨¢semos metaf¨®ricamente al cerebro del fil¨®sofo por la v¨ªa m¨¢s directa posible.

?Pidieron permiso para subir?

No. Incluso contempl¨¢bamos la posibilidad de que no nos dejaran escalar, pero corrimos el riesgo. Previamente estudiamos todas las opciones de subida al detalle.

Pero nadie les puso pegas¡­

Ninguna, as¨ª que lo logramos. Para celebrarlo, esa noche cenamos en el restaurante del pueblo. Comimos buenos platos de salm¨®n y un postre con ar¨¢ndanos. Pedimos incluso una botella de vino tinto. A la se?ora del restaurante le contamos la proeza y qued¨® encantada.

?C¨®mo llegaron hasta Skjolden?

En coche alquilado desde Oslo, cuyo aeropuerto me sorprendi¨® por su olor a madera. Por una confusi¨®n, nos dieron un veh¨ªculo muy peque?o, una especie de Seiscientos. Casi no cab¨ªamos los tres con todo el equipo. Condujimos m¨¢s de nueve horas atravesando monta?as con restos de nieve aunque fuese verano. Hab¨ªa carreteras cortadas y todo.