Gauc¨ªn y Casares, entre dos pueblos blancos malague?os
Las vistas desde el castillo del ?guila, la casa natal de Blas Infante o los Ba?os de la Hedionda en un d¨ªa repleto de naturaleza y huellas ¨¢rabes y romanas por la Serran¨ªa de Ronda y sus estribaciones
Apenas 19 kil¨®metros por una carretera escarpada separan Gauc¨ªn y Casares, dos preciosos pueblos de la Serran¨ªa de Ronda y sus estribaciones, en el oeste de la provincia de M¨¢laga. Seg¨²n muchos historiadores, el primero es de origen romano, mientras que Casares se remonta a varios siglos atr¨¢s, con los ¨ªberos y fenicios. Pero ambos conservan una indudable impronta morisca. Estos dos pueblos blancos, de calles estrechas adornadas con macetas de flores de colores que trepan en un recorrido sinuoso hasta las ruinas de sendos castillos ¨¢rabes, est¨¢n enclavados en un hermoso paraje de monta?a cubierto de encinares, bosques de pinos y alcornoques, y en sus alrededores hay un buen n¨²mero de visitas naturales y arqueol¨®gicas.
9.00?Zurrapa para desayunar
Empecemos en Gauc¨ªn. El bar Paco Pepe (1), con su terracita frente a la preciosa fuente de la plaza de la calle de los Bancos, es estupendo para comenzar el d¨ªa con un buen desayuno t¨ªpico andaluz, a base de tostadas de jam¨®n con tomate y aceite y zurrapa (carne de cerdo en manteca color¨¢), o, una opci¨®n tambi¨¦n contundente, unos choricitos fritos que durante una semana encandilaron al chef brit¨¢nico Gordon Ramsay cuando pas¨® por aqu¨ª en 2014.
10.00?Aqu¨ª muri¨® Guzm¨¢n el Bueno
La ma?ana es ideal para ascender por las calles de trazado morisco hasta los 688 metros de altitud (Gauc¨ªn se halla sobre un risco a unos 600 metros) donde quedan restos del castillo del ?guila (2): fragmentos de una torre y de la muralla de lo que fue una fortaleza ¨¢rabe de principios del siglo X (aunque sus or¨ªgenes fueron romanos), con tres aljibes y un t¨²nel de escape. Adem¨¢s, aqu¨ª se erige desde el siglo XVII la ermita del Santo Ni?o (3). Desde el castillo se obtienen vistas fabulosas sobre el Campo de Gibraltar y el valle del r¨ªo Genal. As¨ª que desde sus almenas los rebeldes moriscos comandados por el legendario Ibn Hafsun debieron contemplar con des¨¢nimo c¨®mo los soldados del omeya Abderram¨¢n?III incendiaban sus naves en la bah¨ªa de Algeciras en el a?o 914. Siglos despu¨¦s, en 1309, Guzm¨¢n el Bueno morir¨ªa en el asedio del ?guila por parte de las tropas cristianas y en el siglo XIX ser¨ªa escenario de las guerras carlistas.
12.00?La fuente de los seis rostros
Un recorrido por las blancas calles del centro nos lleva a la iglesia de San Sebasti¨¢n (4), del siglo XVI; el convento de las carmelitas (5), de 1704, o la preciosa fuente de los Seis Ca?os (6), obra del barroco andaluz de 1628 que recibe el agua de la sierra del Hacho para manar a trav¨¦s de seis rostros tallados sobre los pilones de piedra. Al finalizar el paseo, frente a la fuente se puede tomar un vino, un moscatel o un jerez sobre unos barriles en el exterior de Casa Antonia.
En las casas se?oriales del pueblo desde hace a?os se ha instalado una numerosa colonia de artistas y bohemios. As¨ª que, antes de partir, una visita recomendable es la tienda taller de la belga Catherine Hunter (calle de Luis de Armi?¨¢n, 67), donde expone y vende sus originales esculturas y cer¨¢micas. Hunter es uno de los muchos pintores, escultores o ceramistas que han emigrado desde otros pa¨ªses europeos o desde Estados Unidos a Gauc¨ªn, atra¨ªdos por su especial atm¨®sfera.
14.00?El origen del andalucismo
La carretera que desciende 19 kil¨®metros hacia el sureste desde Gauc¨ªn hasta Casares lleva bastante m¨¢s tiempo de lo pensado, ya que dibuja un sinf¨ªn de curvas entre barrancos. Al partir o al llegar a uno u otro, las vistas desde la carretera de ambos pueblos, encaramados sobre riscos, cortan la respiraci¨®n.
En el recoleto Casares vino al mundo el 5 de julio de 1885 Blas Infante, y una estatua y un peque?o museo en su casa natal (7) (Carrera, 51; lugar de la oficina de turismo) rinden homenaje al ide¨®logo del andalucismo, causa por la que fue fusilado sin juicio ni sentencia por los golpistas en 1936. En la plaza donde se alza el monumento, la fuente de Carlos III (8) data de finales del XVIII y, enfrente, el restaurante Antiguo Bar Nuevo (plaza de Espa?a, 17), con una gran terraza, sirve especialidades de la zona, como la chuleta de chivo, y platos m¨¢s sofisticados, como unas riqu¨ªsimas morcillas con naranja caramelizada. Si no se toma un postre de la casa, la helader¨ªa adyacente es una buena opci¨®n.
16.00?A por la segunda fortaleza
Casares, c¨®mo no, tambi¨¦n creci¨® amparada bajo una fortaleza ¨¢rabe, desde cuyos restos se aprecia la mejor panor¨¢mica del pueblo y a la que se accede por la bien conservada puerta del Arco de la Villa (9). Junto a las ruinas se halla el bar y restaurante m¨¢s divertido del lugar, El Castillo (Villa, 131), regentado por un bohemio suizo amante de la m¨²sica y parafernalia de los sesenta y setenta, y en cuyo jard¨ªn prepara deliciosos zumos de lim¨®n con menta y ricos platos por si se decide volver a la hora de la cena.
17.00?La leyenda del C¨¦sar
Cuenta la leyenda que el mism¨ªsimo Julio C¨¦sar (el nombre del pueblo deriva del emperador romano) se cur¨® de una afecci¨®n cut¨¢nea en las aguas sulfurosas situadas a unos 13 kil¨®metros de Casares en el a?o 61 antes de Cristo y orden¨® construir all¨ª unos ba?os. Lo cierto es que los Ba?os de la Hedionda (10) tienen un origen antiqu¨ªsimo, as¨ª como una reputaci¨®n de propiedades curativas. Los ¨¢rabes reformaron la estructura romana, modernizada a su vez del siglo XVII al XX. El aforo es limitado y hay que reservar entrada en la oficina de turismo (952 89 55 21), y aunque ahora se encuentran cerrados por la pandemia, tambi¨¦n merece la pena acercarse y contemplarlos desde el exterior. Adem¨¢s, los interesados en la arqueolog¨ªa o el mundo romano pueden concertar en la misma oficina una visita guiada a las ruinas de la ciudad amurallada de Lacipo (11), a cinco kil¨®metros.
21.00?Despedida c¨®ctel en mano
El restaurante Sarmiento (12), con una buena terraza con vistas sobre el pueblo (carretera de Casares, kil¨®metro 12,5), sirve cocina regional, y sus especialidades, las carnes a la brasa, pueden acompa?arse de c¨®cteles con buena fama y as¨ª cerrar una jornada redonda.
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