Estella, capital navarra del Camino

Mil a?os llevan los templos rom¨¢nicos de Estella viendo ir y volver de Santiago de Compostela a los peregrinos. ?Peregrinos como aquel que cruza el r¨ªo Ega por el puente de la C¨¢rcel, haciendo sonar en su picudo lomo empedrado la punta met¨¢lica del bord¨®n? No, aquel no es un peregrino, sino un senderista que ha venido a visitar el famoso nacedero del Urederra o a buscar trufas en la sierra de L¨®quiz. El caso es que, por una cosa o por otra, en esta localidad navarra todo el mundo lleva mochila y bast¨®n. Es el traje t¨ªpico de Estella.

8.00 Ma?ana de aguas hermosas

Mucha del agua del Ega, el r¨ªo que ba?a Estella, procede del Urederra, un manantial que brota a chorro en la cercana sierra de Urbasa, con un caudal de 4.500 litros por segundo y hasta 50.000 en ¨¦pocas lluviosas. Pero m¨¢s que la cantidad ¡ªexagerada¡ª, lo que hace ¨²nica a la reserva natural del Nacedero del Urederra (1) es la belleza del agua brincando entre hayas de cuento y pe?as ca¨ªdas de los acantilados, entre musgos y hiedras, claros y oscuros, fragores de catarata y silencios absortos del paseante ante tanta cascada y tanta poza azul turquesa. Urederra, en vasco, significa ¡°agua hermosa¡±. Y tanto que lo es. Para evitar aglomeraciones, el aforo est¨¢ limitado a 500 personas al d¨ªa: hay que reservar con antelaci¨®n y abonar 5 euros por veh¨ªculo estacionado en el aparcamiento de Baquedano, a unos 18 kil¨®metros de Estella y donde comienza la caminata. Tres horas se tarda en ir y volver.

11.00 Bello claustro rom¨¢nico

Un ascensor panor¨¢mico asciende en 16 segundos a la iglesia de San Pedro de la R¨²a (2) desde la calle de San Nicol¨¢s, lo cual agradecen mucho los peregrinos que vienen arrastrando sus mochilones desde Somport, y tambi¨¦n los vecinos que tienen que subir y bajar cada dos por tres. Arriba aguarda el cielo hecho patio: un claustro rom¨¢nico del siglo XII lleno de santos, guerreros, domadores, esfinges, sirenas, grifos, arp¨ªas¡­ A 100 metros est¨¢ el palacio de los Reyes de Navarra (3), el mejor ejemplo de arquitectura civil rom¨¢nica en la regi¨®n, que aloja el museo del pintor Gustavo de Maeztu. Un r¨ªo de peregrinos, no menos caudaloso que el Ega, corre por R¨²a y Curtidores, calles peatonales donde se suceden las casas de arcadas g¨®ticas, el Museo del Carlismo, el puente de la C¨¢rcel, la iglesia del Santo Sepulcro¡­ En la otra orilla se alza la iglesia de San Miguel (4), que adem¨¢s de una portada rom¨¢nica abarrotada de esculturas tiene unas vistas divinas sobre la vieja Estella. Se pueden concertar visitas guiadas en la web visitarestella.com.

12.30 ?A por trufas!

Con los arbustos del zumaque, que en oto?o forman una muralla roja alrededor de la ciudad, se curt¨ªan y te?¨ªan las pieles en la Edad Media y hoy se elabora aqu¨ª una cerveza artesana, la Rhus Sumac Ale. Los gu¨ªas de Naturan nos llevan a dar un paseo por la Ruta del Zumaque y a probar la cerveza en cuesti¨®n. Otra delicia natural de la comarca de Tierra Estella es la trufa, que crece entre las ra¨ªces de las encinas de la sierra de L¨®quiz. A 11 kil¨®metros de Estella, en Metauten, se halla el Museo de la Trufa (5), un edificio de arquitectura llamativa, con forma de un enorme proyector de diapositivas, donde, adem¨¢s de ver la exposici¨®n, se puede comprar trufa fresca (la negra, de diciembre a marzo, y la de verano, de junio a agosto) o en conserva. El museo organiza tambi¨¦n experiencias truferas, como salir a buscarlas con perros adiestrados y degustaciones. Si vamos por nuestra cuenta a dar una vuelta por la sierra, atenci¨®n a los quemados o puntos donde la vegetaci¨®n herb¨¢cea se seca, dejando el suelo desnudo: se?al de que hay (o puede haber) trufas.

14.30 Momento para un gorr¨ªn asado

Con trufa negra de la zona y otros productos de temporada se cocina en La Cepa (6), el restaurante m¨¢s antiguo de la localidad. El gorr¨ªn (cochinillo) asado, una gustosa obligaci¨®n cuando se visita esta comarca, es su especialidad, y tambi¨¦n la del restaurante Navarra (7). ?Algo que no sea solo llegar, sentarse y comer? En Casanellas Taller Gastron¨®mico (8) la cocina est¨¢ abierta y se imparten cursos de todo lo comestible: pan, cupcakes, sushi, cocinas del mundo, vasca, mediterr¨¢nea, macrobi¨®tica, para ni?os¡­

16.30 Tinto en lugar de agua

El monasterio de Irache (+34 948 55 44 64) (9), a cuatro kil¨®metros de Estella, fue un hospital de peregrinos, el primero de Navarra, y ahora es una de sus mayores alegr¨ªas, porque sacia su sed con una fuente que mana vino. El vino, en realidad, no sale de la tierra, sino de las Bodegas Irache (10), que est¨¢n al lado de la abad¨ªa. Su museo del vino, al igual que el monasterio, se visita gratis. Escondido en el verde valle de Yerri, a 11 kil¨®metros de la localidad, se encuentra el monasterio de Iranzu (11), una majestuosa abad¨ªa cisterciense erigida entre los siglos XII y XIV. Abandonado desde la Desamortizaci¨®n de 1835, el lugar fue reconstruido en 1942 y repoblado por monjes teatinos. Quien prefiera el silencio, se aislar¨¢ dentro del lavatorio del claustro g¨®tico, que es la paz hecha fuente hexagonal. Asombran la cocina medieval con su gigantesca chimenea y las celdas de castigo donde monjes y conversos purgaban sus pecados con pan y agua. Nada de vino.

21.00 El hotel de los caminantes

De vuelta a Estella, en la calle de la R¨²a, por donde pasan peregrinos de todo el mundo, la casa de comidas Mundo (12) ofrece platos veganos, vegetarianos, sin gluten, marroqu¨ªes, mexicanos, orientales¡­ Tambi¨¦n se cena a gusto, sin mucha etiqueta, en Chapitel (13), que adem¨¢s de taberna es un buen hotel, peque?o, familiar, en pleno casco antiguo. Otro alojamiento a tener en cuenta es Tximista (14), una antigua f¨¢brica de harina junto al r¨ªo Ega impecablemente rehabilitada, con atenciones especiales para los peregrinos. Aunque el lugar de descanso preferido por estos es el ?gora Hostel (15), un albergue moderno e impoluto, bien situado, bajo el ¨¢bside de la iglesia de San Miguel, donde se puede dormir por 20 euros.