Cinco planes de aut¨¦ntico ecoturismo en Espa?a
Buen comer, observar cielos o cet¨¢ceos y otras propuestas en reservas de la biosfera espa?olas para enamorarse de sus paisajes y patrimonio cultural
Por puro enamoramiento, se contribuye en la conservaci¨®n¡±. La filosof¨ªa ecoturista se basa, seg¨²n Amanda Guzm¨¢n, gerente del Club Ecoturismo en Espa?a, en un flechazo entre turista y paisaje. ¡°Quien conoce realmente los valores de un territorio, tanto naturales como culturales, se acaba enamorando de ¨¦l, y de alguna forma se acaba comprometiendo en su preservaci¨®n¡±, explica. ¡°Se contribuye a que se dedique m¨¢s presupuesto a los espacios naturales, a que los entornos rurales tengan m¨¢s servicios, a que se consuman m¨¢s productos locales, y a que, en definitiva, el ecoturismo sea un motor econ¨®mico y una herramienta de conservaci¨®n¡±.
Este idilio con la naturaleza y, en muchos casos, con territorios de la Espa?a vac¨ªa, ya ganaba adeptos antes de la pandemia, pero con el efecto de la covid-19 se ha disparado. ¡°En julio y agosto de 2020 y 2021 las cifras de visitantes en ¨¢reas protegidas se han disparado, incluso en algunas menos conocidas como la Siberia extreme?a, donde hubo lleno de ocupaci¨®n el pasado verano¡±, afirma Guzm¨¢n. Seg¨²n el Observatorio de Ecoturismo, principal indicador estad¨ªstico de este segmento tur¨ªstico en Espa?a, para el 56% de los encuestados en 2020 era su primera vez en el espacio natural que visitaron, y un 26,5% cambi¨® su plan de viaje inicial (cultural, sol y playa) por un destino de naturaleza como consecuencia de la situaci¨®n creada por la pandemia.
¡°Lo que lo distingue al ecoturismo de otros tipos tur¨ªsticos es la motivaci¨®n del visitante por conocer ese entorno, por descubrir sus valores¡±, explica Guzm¨¢n. Por eso, la interpretaci¨®n ?¨Ccon una ruta guiada o visitando un centro de informaci¨®n¨C es el factor diferencial. Por ejemplo, respecto al turismo activo, cuyas actividades tambi¨¦n se realizan en el medio natural. ¡°No importa solo d¨®nde lo haces; no importa solo qu¨¦ haces; importa c¨®mo la haces¡±, a?ade Guzm¨¢n. La aut¨¦ntica experiencia ecoturista cumple una tercera premisa: impactar lo menos posible en el entorno, contribuyendo a su conservaci¨®n y repercutiendo en el desarrollo local. ¡°Que el beneficio que genera el viaje se quede en alojamientos, gu¨ªas y otros sectores de esa zona, como la artesan¨ªa o el agroalimentario¡±.
Para garantizarlo, el Club Ecoturismo en Espa?a acredita a empresas y territorios comprometidos con los requisitos del verdadero ecoturismo, cumpliendo con certificaciones como la Carta Europea de Turismo Sostenible (CETS), en cuya aplicaci¨®n en Espa?a Amanda Guzm¨¢n es especialista. La asociaci¨®n a¨²na a 22 destinos y 584 empresas acreditados en nuestro pa¨ªs, as¨ª como a 12 reservas de la biosfera espa?olas, entornos id¨®neos para el verdadero ecoturismo ya que, adem¨¢s de la conservaci¨®n de la biodiversidad, priorizan la preservaci¨®n del patrimonio cultural y un desarrollo econ¨®mico sostenible para las comunidades que los habitan. ¡°Ponen en valor tambi¨¦n los usos del territorio y la poblaci¨®n local¡±, dice Guzm¨¢n. Para celebrar el 50 aniversario del programa Man and Biosphere, iniciado por la Unesco en noviembre de 1971, y que ha designado un total de 727 reservas en 131 pa¨ªses, 53 de ellas en Espa?a ¨Cl¨ªder mundial en estos espacios protegidos¨C, proponemos cinco experiencias de verdadero ecoturismo en otras tantas reservas de la biosfera espa?olas para disfrutar de viajes m¨¢s responsables en 2022.
1. La Siberia de noche
Badajoz (Extremadura)
¡°A trav¨¦s del cielo nocturno damos valor a una zona cuya despoblaci¨®n explica, precisamente, por qu¨¦ es tan buena para ver las estrellas¡±, dice Enrique Mart¨ªn, uno de los monitores con titulaci¨®n Starlight y de Gu¨ªa del Cielo que ofrece sesiones de divulgaci¨®n astron¨®mica en la finca C¨ªjara M¨¢gico (15 euros por persona), en la reserva de la biosfera de la Siberia Extreme?a. Est¨¢n a orillas del embalse de C¨ªjara, cuyo firmamento nocturno se encuentra entre los de mayor calidad del mundo. ¡°Debido a su aislamiento, la contaminaci¨®n lum¨ªnica es nula y contamos con cerca de un 80% de cielos despeja - dos al a?o [270 noches de media]¡±, explica Susana Bertomeu, t¨¦cnica de este espacio protegido reconocido por la Unesco en 2019 y que cuenta para su desarrollo con un Plan de Sostenibilidad de la Secretar¨ªa de Turismo que supera los dos millones de euros de inversi¨®n. ¡°Tratamos de explicar a la gente qu¨¦ est¨¢ viendo en el cielo¡±, aclara Mart¨ªn, ¡°y relacionarlo con otros aspectos. Cuando hacemos actividades con ni?os, por ejemplo, conectamos las constelaciones con leyendas griegas, romanas y ¨¢rabes¡±. En ocasiones, se incluye el traslado al cercano mirador estelar de Helechosa de los Montes. All¨ª explican c¨®mo se usa el mirador, as¨ª como el programa Extremadura Buenas Noches, que, adem¨¢s de esta red de observatorios en cuya superficie se retroiluminan las constelaciones visibles, incluye un amplio cat¨¢logo de astroexperiencias.
2. Alpujarra ignota
Almer¨ªa (Andaluc¨ªa)
Una gran desconocida. As¨ª define Teresa Madrona la Alpujarra almeriense. ¡°La mayor¨ªa suele quedarse en el valle granadino del Poqueira, pero hay m¨¢s Alpujarra hacia el este¡±, explica la fundadora de Ecoturismo Granada. Para ubicar la zona en el mapa, esta agencia ofrece una ruta senderista de cuatro d¨ªas para grupos de m¨ªnimo seis excursionistas (308 euros por persona) que se adentra en los paisajes y el legado cultural de este territorio al sur de Sierra Nevada, ¨²ltima morada del rey nazar¨ª Boabdil. Acompa?ados siempre por gu¨ªas locales, se recorren e interpretan escenarios singulares como la Rambla de los Yesos, ubicada en la localidad de Alboloduy ¡ª¡°un peque?o Gran Ca?¨®n¡±, dice Madrona¡ª; bosques de encinas y casta?ares, y pueblos tan alpujarre?os como Terque, donde se visita el museo dedicado a la uva de embarque, oriunda de la zona. ¡°Su cultivo supuso una actividad econ¨®mica muy importante en el siglo XIX, ya que aguantaba cinco meses empaquetada y se pod¨ªa exportar en barco. Se consum¨ªa en Nueva York, en las tiendas de Brooklyn¡±, explica. Las mansiones burguesas que conserva el casco antiguo de esta localidad, como la Casa de los Caballitos, dan testimonio de aquel esplendor econ¨®mico.
3. Bocados de biosfera
A Coru?a (Galicia)
?A qu¨¦ sabe la biosfera? Para descubrirlo hay que sentarse a la mesa de los Restaurantes de la Biosfera, un proyecto de ecoturismo agroalimentario en la zona protegida de las Mari?as Coru?esas e Terras do Mandeo, que re¨²ne a 22 locales certificados con la marca de calidad Reservas de la Biosfera, ya que cumplen con requisitos como la utilizaci¨®n de materias primas del territorio, una buena gesti¨®n ambiental de sus espacios, as¨ª como una formaci¨®n y reciclaje continuos para mejorar a?o a a?o. ¡°No todo es medio ambiente en estos espacios protegidos¡±, matiza Diego L¨®pez, t¨¦cnico de esta reserva coru?esa, quien desgrana la profundidad de esta iniciativa que involucra tambi¨¦n a m¨¢s de 30 microproductores locales de l¨¢cteos, mermeladas, especias y t¨¦ ecol¨®gicos. En alg¨²n caso, asegura, ¡°ha permitido incluso recuperar variedades agrarias que estaban desapareciendo¡±. La reci¨¦n creada Ruta Agroalimentaria permite al viajero entender c¨®mo se ha construido el proyecto (iniciado en 2016), ya que, explica L¨®pez, ¡°primero se visitan algunas de estas empresas adheridas a la marca [como centros de agricultura ecol¨®gica, queser¨ªas artesanales, bodegas] y despu¨¦s se disfruta de un Men¨² de la Biosfera en uno de los restaurantes del programa, donde el chef detalla la procedencia de los productos, c¨®mo se elaboran e incluso c¨®mo hay que degustarlos¡±.
4. ?Ballenas a proa!
La Gomera (Canarias)
Juan Jos¨¦ Jim¨¦nez, capit¨¢n del Amazonia, habla pausado, sin prisa, tal y como son las tranquilas traves¨ªas ecoturistas (con certificaci¨®n CETS) para avistar cet¨¢ceos que ofrece todo el a?o a bordo de una embarcaci¨®n para un m¨¢ximo de 12 personas. Hay otros barcos m¨¢s grandes en la zona del Valle Gran Rey, al sur de la isla de La Gomera, ¡°pero, sinceramente, muchos visitantes prefieren estos grupos m¨¢s peque?os¡±, asegura. Junto a ¨¦l, un gu¨ªa especializado interpreta en varios idiomas estos encuentros que siempre son respetuosos en duraci¨®n, distancia y, tambi¨¦n, con el comportamiento de los animales. ¡°Los delfines son m¨¢s juguetones, vienen al encuentro del barco¡±, explica el capit¨¢n, ¡°pero a los calderones normalmente hay que seguirlos y cuando se cansan de ello lo hacen notar. Son animales muy nobles, pero tambi¨¦n quieren su respeto¡±. Seg¨²n la ¨¦poca, se pueden ver grandes rorcuales tropicales, el cet¨¢ceo m¨¢s grande tras la ballena azul.
La singladura (42 euros por persona) busca despu¨¦s fondeaderos en calma frente a la costa canaria, donde darse un tranquilo chapuz¨®n y disfrutar de una paella vegetariana y un vino en cubierta. El regreso a puerto, casi cuatro horas despu¨¦s de haber zarpado, se realiza ¡°costeando, para contemplar desde cangrejos hasta el vuelo de garzas, gaviotas o de alg¨²n ¨¢guila pescadora¡±, apuntilla el patr¨®n del Amazonia.
5. Leyendas talay¨®ticas
Menorca (Baleares)
El legado arqueol¨®gico de Menorca es tan singular que aspira a ser patrimonio mundial en 2022, dice Irene Esta¨²n, directora de la reserva de la biosfera de la isla. ¡°El conjunto de elementos arqueol¨®gicos menorquines declarados bien de inter¨¦s cultural supera el millar¡±, justifica, y son escenarios perfectos para un ecoturismo cultural gracias a las visitas que ofrecen microempresas locales, con un aliciente a?adido. ¡°Muchas han sido creadas por los propios arque¨®logos que trabajan en las excavaciones, quienes conducen las actividades descubriendo al visitante el valor de cada yacimiento¡±, explica. La web menorcatalayotica.info re¨²ne una treintena de estos sitios, entre los que Esta¨²n escoge tres. Torre d¡¯en Galm¨¦s, de 4,5 hect¨¢reas, ¡°un conjunto muy completo¡±; la Naveta des Tudons, ¡°edificio que, por antig¨¹edad y conservaci¨®n, y porque es ¨²nico en el mundo, es un monumento emblem¨¢tico¡±, y el poblado talay¨®tico de Torralba d¡¯en Salort, en el que Nurarq, proyecto de Irene Riudavets y Cristina Bravo, propone de junio a octubre diferentes aproximaciones a la riqueza hist¨®rica del lugar. Como un recorrido que interpreta y contrasta leyendas y evidencias arqueol¨®gicas, rutas teatralizadas que trasladan al visitante a la vida en la prehistoria menorquina, yoga frente a la gran taula de Torralba (de cinco metros de altura) o una visita nocturna a este santuario megal¨ªtico que incluye una sesi¨®n de astroturismo.
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